RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

viernes, 19 de septiembre de 2008

EMPANADA MENTAL (por el Dr. Livinston)

La verdad es que aún no se ha podido demostrar científicamente y no se me hace fácil tenerlo que explicar de modo que se me comprenda, pero lo intentaré.
Como muy bién sabeis, el cerebro, en su parte exterior, está estructurado por estrechas cavidades, unas estrias, por así decirlo, que le confieren esa característica tan especial a ámbos hemisferios en los que se divide. Pues bién, cuando el aparato digestivo tras una ingesta excesiva de pan no puede soportar una digestión correcta, se produce entonces una rápida reacción metabólica de tal magnitud que obliga a la miga ya ingerida (ojo, he dicho a la miga, no a la corteza) sobrante a desplazarse, mediante espasmos diafragmales, hacia la parte superior de nuestro organismo, al cerebro en concreto, para depositarse en el interior de las estrías ya mencionadas y dando lugar a lo que denominamos vulgarmente como EMPANADA MENTAL y que, por lo general, afortunadamente, es solo transitoria.

¿Que ocurre cuando estas estrias cerebrales alcanzan el máximo nivel de recepción, se colapsan y no admiten en su interior más miga de pan?.
Pues sencillamente, que se bloquean produciendo algo muy parecido a la trombosis cerebral pero que no es, exactamente, trombosis cerebral.
¿Que es, entonces, -se preguntarán Vds.-?. Pues se trata, ni más ni menos, que de una peligrosa uniformidad, como consecuencia del relleno, en la superficie externa del cerebro, siempre en ambos hemisferios, que nos imposibilita para la reflexión, el sentido común, el análisis, la diagnosis, etc., etc. De ahí que cuando conectas con cualquier individuo falto de esas, sobre todo, cuatro premisas que he mencionado, se dice de él que tiene el cerebro lleno de miga de pan o, lo que es lo mismo, que padece una aguda EMPANADA MENTAL y por lo tanto, so peligro de severo contagio, debemos tomar las pertinentes precauciones alejándonos lo más rapidamente posible de su peligrosísima área de influencia.

Dr. Livingston. Experto en nutrición

4 comentarios:

  1. Azúcar

    Datos generales / Origen / Denominaciones / Química / Identificación / Composición / Formas de adulteración / Farmacología / Mecanismos de acción y formas de empleo / Usos terapéuticos / Dosificación / Efectos fisiológicos y psicológicos / Potencial de dependencia / ¿Qué hacer en caso de emergencia?
    Hechos interesantes / Régimen legal actual / La evolución del consumo de azúcar / El azúcar y la esclavitud / El fin de la esclavitud y el comienzo de la industrialización del azúcar / La aparición de nuevas enfermedades gracias al azúcar / El comportamiento de los niños hiperactivos frente al azúcar y la manipulación médica / Los efectos del azúcar en el campo energético humano y el sistema de chakras
    Mi experiencia personal
    Fuentes de consulta


    DATOS GENERALAS

    Origen

    El azúcar no era conocida en la antigüedad. Ninguno de los libros antiguos la menciona. Los profetas sólo consignan unas cuantas cosas sobre la caña de azúcar, un raro y caro lujo importado de tierras lejanas. Se atribuye al imperio persa la investigación y el desarrollo del proceso que solidificó y refinó el jugo de la caña, conservándolo sin fermentación para posibilitar su transporte y comercio. Esto ocurrió poco después del año 600 de nuestra era y comenzó a usarse como medicina. En esa época, un trocito de azúcar era considerado como una rara y preciada droga. La llamaban sal India o miel sin abejas y se importaban pequeñas cantidades a un gran costo. Herodoto la conocía como miel manufacturada y Plinio como miel de caña.
    Etimología

    Durante la época de Nerón un escritor le puso el nombre de saccharum. Dioscorides hace referencia a «una especie de miel sólida llamada saccharum, que se encuentra en las cañas en la India y en la Arabia; tiene la consistencia de la sal y es crujiente». El nombre en latín medieval para un trozo de esa preciosa sustancia fue substituido más tarde en occidente por el de azúcar. La palabra original en sánscrito continuó siempre relacionada con sal de India, sobreviviendo su transición a través de las lenguas del imperio árabe y de las lenguas latinas. De hecho el sánscrito khanda se convirtió en la palabra candy (caramelo) en el idioma inglés.


    QUÍMICA
    Identificación
    Imagen escaneada

    El azúcar se produce a través de un proceso químico a partir del jugo de caña o de remolacha, eliminando toda la fibra y las proteínas que forman el 90% de dichas plantas.

    En su libro Veneno en el alimento, el Dr. Lezner describe el proceso de extracción del azúcar en los siguientes términos:
    Imagen prediseñada del Windows

    Las remolachas se cortan en trozos después de lavarlas y luego se lixivian. Para dejar limpio el líquido que contiene el azúcar, se le añade cal. En este momento, la reacción alcalina destruye casi todas las vitaminas. En el líquido, mezclado con cal viva, se introduce dióxido de carbono, para así precipitar la cal. El líquido "saturado" se conduce hacia las bombas de filtración que separan las el líquido azucarado de las impurezas. Tras otro tratamiento con sulfato de calcio, por el cual el ácido sulfúrico lo decolora hasta dejarlo casi blanco, se hierve el líquido hasta que espesa. Una centrifugación permite separar el jarabe del azúcar crudo llamado melaza, un producto que contiene muchas sustancias que no son propias del azúcar.

    La melaza se utiliza para preparar una sustancia similar al alcohol de quemar y para alimentar al ganado. En las refinerías, este azúcar crudo se ha de transformar todavía en azúcar común o de consumo, para lo cual ha de pasar por varios procesos más de limpieza con carbonato de calcio, de blanqueo con ácido sulfúrico, de filtración a través de carbón de huesos y de cocción hasta obtener los cristales. (5)

    Composición

    El azúcar de color blanco que se vende y consume comúnmente, es sacarosa refinada. Su fórmula química es: C12H22O11.
    Formas de adulteración

    No existen.



    FARMACOLOGÍA

    Mecanismo de acción y formas de empleo

    Como es sabido, las funciones cerebrales dependen de los niveles de glucosa. La falta de este combustible cerebral puede ocasionar desde hipoglucemia hasta esquizofrenia debido a que el cerebro se encuentra "hambriento" de glucosa. El azúcar refinado es una glucosa bastante simple que por su misma composición no requiere de un largo proceso de digestión, el hígado prácticamente no tiene que sintetizarla y por lo mismo llega con asombrosa rapidez al sistema nervioso.

    Para que el organismo funcione en condiciones óptimas, la cantidad de glucosa sanguínea debe estar en equilibrio con la cantidad de oxígeno sanguíneo.
    Refiriéndose a los efectos psíquicos del consumo del azúcar, el Dr. M.O. Bruker (4), explica que la elevación en los niveles normales de glucosa ocasionada por su ingestión, se experimenta como una leve euforia. Las consecuencias del regreso a los niveles normales, es decir, la baja de glucosa, se halla en relación directa con la cantidad de azúcar consumida. Si ésta fue baja, la sensación es de una leve disforia. Entre mayor haya sido la cantidad, la baja estará más cercana a experimentarse como una sensación depresiva que William Dufty (5) ha dado en llamar sugar blues (tristeza del azúcar).

    Lo que normalmente suele ocurrir a toda persona que consume azúcar en forma cotidiana, es que sus niveles de glucosa se mantienen permanentemente por encima del nivel regular, es decir, rara vez se experimentará una baja hacia la auténtica normalidad en los niveles de glucosa. La mayoría de la población mundial literalmente vive bajo los efectos del azúcar sin saberlo y sin notarlo. Este desequilibrio permanente está siendo asociado con diversas enfermedades nerviosas, especialmente en los niños.

    Usos terapéuticos

    Ninguno conocido.

    Dosificación

    Una pequeña cucharada, esto es alrededor de 100 mg, basta para ocasionar una elevación en los niveles de glucosa en personas sensibles. El equivalente a una taza de azúcar 250 mg, puede considerarse ya como una dosis alta. No hay reportes sobre dosis letales.

    Efectos psicológicos y fisiológicos

    Como ya se indicó en los mecanismos de acción, la ingestión de azúcar suele experimentarse como una leve euforia. En su Primer Manual de Nutrición Consciente, Laura Urbina lo explica en los siguientes términos:

    Mientras la glucosa es absorbida por la sangre, nos sentimos animados. Un estímulo veloz. Sin embargo, a este impulso energético le sigue una depresión, cuando el fondo se desprende del nivel de glucosa sanguínea. Estamos inquietos, cansados; necesitamos hacer un esfuerzo para movernos o incluso pensar. Hasta que se eleva de nuevo el nivel de glucosa… Podemos estar irritables, hechos un manojo de nervios, alterados. La gravedad de la crisis doble depende de la sobredosis de glucosa. Si continuamos tomando azúcar, una nueva crisis doble empieza siempre antes de terminarse la anterior. Las crisis acumulativas al final del día pueden ser enloquecedoras. Tras varios años con días así, el resultado final son glándulas adrenales enfermas, agotadas no por exceso de trabajo, sino por un ajetreo continuo. La producción de hormonas, en general, es baja. Las cantidades no se amoldan. La alteración funcional, desequilibrada, se refleja en todo el circuito endocrino. Muy pronto el cerebro puede encontrarse en dificultades para distinguir lo real de lo irreal; estamos expuestos a volvernos precipitados, cuando el estrés se interpone en el proceso, nos desmoronamos porque no tenemos ya un sistema endócrino sano para enfrentar cualquier contingencia. Día a día nos encontramos con una falta de eficiencia, siempre cansados, nada logramos hacer, realmente sufrimos los “sugar blues” (o depresiones del azúcar)… Puesto que en algunas personas las células cerebrales dependen totalmente de la taza de azúcar en la sangre en cada momento para alimentarse, son quizás las más susceptibles de sufrir daños. La alarmante y creciente cantidad de neuróticos en el mundo lo evidencia claramente. No todos llegan al final. Algunas personas empiezan con glándulas adrenales fuertes; otras no. Los grados de abuso de azúcar y de melancolía varían, sin embargo, el cuerpo no miente - si se toma azúcar, se sienten las consecuencias. (10)

    Ya son varios los especialistas que atribuyen al azúcar los índices cada vez más elevados de niños hiperactivos, la inhabilidad para aprender y diversas alergias. El estudio del historial diario de los pacientes diagnosticados como esquizofrénicos revelan que su dieta es excesivamente alta en azúcar y otros elementos que estimulan la producción de adrenalina como la cafeína y el alcohol.

    En cuanto al aspecto físico, se sabe que la ingestión continua de azúcar provoca la aparición de caries y ennegrece los dientes. En personas con glándulas adrenales débiles puede afectar el páncreas hasta causar diabetes. En algunos casos el abuso continuado conduce a la hipoglicemia.

    En personas sanas, se relaciona también con el aumento de peso ya que el azúcar es un carbohidrato y el exceso de los mismos se convierte en grasa. Se ha encontrado también que al consumir azúcar el cuerpo elimina el calcio en mayor cantidad, de tal manera que el organismo se ve forzado a sustraerlo de los huesos y los tejidos que son las únicas partes en donde lo almacena el cuerpo. El desgaste de calcio en huesos causa que se vuelvan porosos y frágiles, lo cual finalmente conduce a la osteoporosis.

    El consumo constante de este psicoactivo también atrofia el rendimiento de las glándulas, causando poca secreción de hormonas o alterando la composición química de las mismas, puesto que se ha podido comprobar que el azúcar afecta la correlación de minerales en el organismo (1). Por último, estudios recientes vinculan al azúcar con problemas en el sistema inmunológico, tal como lo denuncia la doctora Nancy Appleton en Lick the sugar habit:

    Una de las substancias aparentemente inofensivas y sin embargo una de las que mayores problemas crea al atacar nuestro sistema inmunológico es el azúcar. Los macrófagos quedan atorados en el azúcar y se imposibilita su acción. La misión de los macrófagos consiste en destruir, bloquear y activar la inmunidad cuando detectan la presencia de una toxina, un virus o una bacteria… Cada vez que ingerimos azúcar, aunque sea tan poco como dos cucharadas, las proporciones de minerales entran en desbalance. Este desbalance a su vez, en personas ya enfermas, puede durar horas y a veces ya no se recuperan. Cuando los minerales del cuerpo están en desbalance día tras día, año tras año, posiblemente por generaciones, la habilidad del cuerpo para volver a su homeostasis está agotada. El cuerpo ya no puede volver a su armonía o balance… Resulta pues increíble que las autoridades del Departamento de Salud Pública de diferentes Naciones sigan manteniendo al público en la total ignorancia. Lo más que se ha conseguido es obligar a indicar en la etiqueta de los productos industriales si contienen azúcar, cosa que aparece prácticamente en el 90% de los mismos ya que ¡incluso los productos salados son conservados en azúcar! (1)

    Potencial de dependencia

    Considerablemente alto. La dependencia es de tipo psicológico y físico. Su síndrome de abstinencia se experimenta hasta después de varias semanas de haber descontinuado totalmente el uso de azúcar y alimentos que lo contengan. Sus síntomas incluyen depresión, fatiga, nerviosismo, ansiedad por comer alimentos dulces, falta de concentración, alergias e hipertensión. En grado extremo la dependencia al azúcar se presenta como hipoglucemia, en cuyo caso una privación de alimentos dulces puede conducir a ataques fatales.



    ¿Qué hacer en caso de emergencia?

    En una crisis de hipoglucemia, se presenta una súbita baja de glucosa sanguínea que ocasiona sudor, temblor, ansiedad, taquicardia, dolor de cabeza, sensación de hambre, debilidad, convulsiones y en casos extremos, convulsiones y muerte. El individuo que presente una crisis de este tipo debe ingerir de manera inmediata glucosa o alimentos que contengan azúcar suficiente para restablecer los niveles.





    HECHOS INTERESANTES

    Régimen legal actual

    El azúcar es un psicoactivo legal de uso irrestricto que se produce y se vende por toneladas, ya sea en forma pura o incorporada a una enorme cantidad de productos alimenticios y farmacéuticos.



    La evolución del consumo de azúcar

    A lo largo de los dos últimos siglos, ningún comestible ha experimentado un crecimiento cuantitativo tan acelerado como el azúcar. En 1800, la producción anual mundial se situaba en menos de 250,000 toneladas, cifra que se elevó hasta alcanzar 10 millones de toneladas en 1900. A fin de siglo la producción se calcula en 92 millones. (4) El consumo por persona y año ha ido aumentando principalmente en los países industrializados de América y Europa.



    El azúcar y la esclavitud

    En opinión de William Dufty (5), ningún otro producto ha influenciado tan profundamente la historia del mundo occidental como el azúcar. En su libro Sugar Blues narra la aparición del azúcar refinado en los mercados internacionales y sus consecuencias. A ello atribuye diferentes sucesos históricos de grandes repercusiones económicas, comenzando por una resurrección de las Cruzadas. Dufty presenta un extracto de una carta enviada en 1306 al Papa Clemente V, en donde se le insta a seguir una estrategia para vencer a los árabes con ayuda del dulce: "En el país del sultán el azúcar crece en grandes cantidades y de éste los sultanes obtienen grandes ingresos e impuestos. Si los cristianos pudiesen hacerse con esas tierras, se haría mucho daño al sultán y al mismo tiempo el Cristianismo estaría totalmente abastecido desde Chipre". (5) Ante aviesas informaciones de ese tipo, el cristianismo muerde el fruto prohibido y comienzan los siete siglos de su reinado en la tierra. El historiador británico Noel Deer (5), por ejemplo, asegura que al contar la historia de la esclavitud, no es exagerado calcular que se comerciaron 20 millones de africanos y dos terceras partes de ellos se pagaron con azúcar.

    En 1444 los portugueses llevan 235 esclavos negros de Lagos a Sevilla, donde se venden como esclavos. Diez años más tarde el Papa bendice el tráfico de esclavos y a partir de entonces, éstos se utilizan para hacer crecer las plantaciones de caña de azúcar en Madeira y las Islas Canarias. Los holadeses aparecen en esta historia alrededor del año 1500, fecha en que construyen la primera refinería de azúcar en Amberes. La caña de azúcar en bruto se embarca desde Lisboa, las Islas Canarias, Brasil, España y la Costa de Marfil para ser procesada en Amberes. El azúcar se exporta al Báltico, Alemania e Inglaterra.

    Para 1560, Carlos V estrena los esplendorosos palacios de Madrid y Toledo construidos con los impuestos del comercio del azúcar. Por esas fechas, la corona británica comienza a hacerse del monopolio instalando capataces en las islas que ha conquistado en el Caribe y encargándose del tráfico de esclavos hacia ellas para cultivar caña de azúcar. Tal es el caso de la actual Jamaica.

    Con el jugo fermentado de la caña de azúcar en crudo, los esclavos inventan el ron, que los británicos no vacilan en comercializar para obtener más esclavos. También lo introducen a sus colonias norteamericanas, donde suelen darlo a los indios a cambio de preciadas pieles que luego venden en Europa. Hacia el año 1660 el comercio de azúcar y ron se ha vuelto tan provechosos que los ingleses están dispuestos a emprender la guerra para mantener su control. Las actas de navegación tienen como meta prevenir el transporte de azúcar, tabaco o cualquier otro producto de las colonias de Norte América a cualquier otro puerto fuera de Inglaterra, Irlanda o posesiones británicas.



    El fin de la esclavitud y el comienzo de la industrialización del azúcar

    A mediados del siglo XVIII, cuando Francia se ha situado ya en las primeras filas del comercio de azúcar y ésta representa su principal fuente de exportaciones, el filósofo Claude Adrien Helvetius escribe: "No llega un tonel de azúcar a Francia sin manchas de sangre. Ante la miseria de estos esclavos, toda persona con sentimientos debería renunciar a estas mercancías y rehusar al placer que proporciona algo que sólo se puede comprar con las lágrimas y muertes de criaturas desgraciadas." (5) En 1812, Benjamin Delessert encuentra la forma de procesar la remolacha para convertirla en azúcar y recibe la Legión de Honor de manos de Napoleón, quien ordena la plantación de remolachas azucareras por todas partes de Francia, en donde no se daba el cultivo de caña, pero sí el de remolacha. Tan sólo un año después Napoleón alcanza la proeza de producir 4 millones de kilos de azúcar de remolacha francesa. De esta manera, los franceses son los primeros en poder prescindir de los esclavos para obtener el preciado azúcar y elegantemente promueven la abolición de la esclavitud. La British East Indian Company –ya plenamente metida en el comercio del opio- explota el tema de la esclavitud como campaña de propaganda pintando en sus toneles. “Azúcar de las Indias Orientales no cultivado por esclavos”. En 1833 se proclama la emancipación de las colonias británicas y esto significa que la esclavitud se vuelve ilegal salvo en “la tierra de la libertad”, los emergentes Estados Unidos de América.

    Los azucareros británicos de Barbados y Jamaica caen en la ruina y una tríada de invenciones a principios del siglo XIX preparan la escena para la gran entrada de Estados Unidos en el negocio del azúcar: James Watt perfecciona su máquina de vapor, Figuier completa un método para hacer carbón con hueso animal y Howard fabrica la olla de presión. Con estos elementos cobra vida el azúcar blanca refinada comercial que se utiliza hoy en día. Al decretarse finalmente la abolición de la esclavitud en sus tierras, los Estados Unidos comienzan a practicar su propio colonialismo económico al por mayor en Cuba. La mejor tierra cubana se usa para proveer materia prima a Norteamérica para sus complicadas refinerías.

    Según cuenta Dufty, los estadounidenses sobrepasaron a los británicos y virtualmente a todas las demás naciones en la fiesta del azúcar. Han consumido una quinta parte de la producción mundial de azúcar desde su Guerra Civil. Se sabe también que en 1920, en la época del experimento de prohibir el alcohol en Estados Unidos, la cantidad de azúcar que se consumía se había duplicado. Esto destaca su evidente carácter de droga y de sustituto de otras drogas en ciertos sectores de la población.

    Es por ello que a través de guerra y paz, depresión y prosperidad, sequías e inundaciones, el consumo de azúcar ha crecido firmemente en todo el globo terrestre. «No es posible que jamás haya habido un desafío más drástico para el cuerpo humano en toda la historia del hombre, y sin embargo, sigue siendo muy poco lo que se habla de la nocividad del azúcar. Y no es porque mucha gente no lo sepa, sino porque es enorme el interés comercial por el azúcar.» (5)



    La aparición de nuevas enfermedades gracias al azúcar

    El doctor Robert Boesler escribe en 1912: "La moderna manufactura del azúcar nos ha traído enfermedades totalmente nuevas: escorbuto, diabetes, hipoglicemia, hiperactividad y esquizofrenia. El azúcar que se vende no es nada más que un ácido cristalizado concentrado. Como antiguamente el azúcar era tan caro que sólo los ricos podían permitirse su uso, consistía, desde el punto de vista de la economía nacional, algo inconsecuente. Pero hoy, cuando debido a su bajo costo, el azúcar ha causado una degeneración humana, es el momento de insistir en un esclarecimiento general." (5)

    En 1929 el doctor Frederick Banting, descubridor de la insulina, asegura que su descubrimiento es un simple paliativo, no una cura, y que la única forma de prevenir la diabetes es cortando el uso del azúcar: "En los Estados Unidos, la incidencia de diabetes ha aumentado proporcionalmente con el consumo per cápita de azúcar. Con el calentamiento y recristalización del azúcar natural de caña, algo queda alterado convirtiendo a los productos refinados en alimentos peligrosos." (5).

    Dufty afirma que la diferencia entre las enfermedades "costosas" como el cáncer y las "baratas" como las provocadas por la adicción al azúcar es crucial para la salud financiera del estamento médico. "El actual tratamiento ortodoxo para el cáncer es criminalmente caro. La ruina financiera del paciente y de su familia representan el yate del médico. El tratamiento para el sugar blues (hipoglicemia o diabetes) es una propuesta de corte individual. Despréndase usted del azúcar refinada en todas sus formas y adiós cuentas al médico y hospital. Es difícil que en ese caso el médico pueda regalarle un tapado de visón a la mujer o asistir a un seminario bajo el sol de las Bermudas." (5)



    El comportamiento de los niños hiperactivos frente al azúcar y la manipulación médica

    A esta droga se le ha vinculado con el comportamiento negativo de los niños desde la década de 1920. La idea de la relación causa-efecto comenzó a ganar aceptación en los setenta, cuando varios estudios y reportajes sugirieron que el azúcar incrementaba la hiperactividad en los niños ya de por sí hiperactivos.

    De acuerdo con los diferentes estudios analizados por la doctora Nancy Appleton, la investigación clínica de niños hiperactivos y psicóticos, y de otros con lesiones cerebrales e inhabilidad para aprender, tiene por cuadro sintomatológico: "una familia cuyo historial de diabetes es anormalmente elevado; una inusual incidencia de elevación de glucosa sanguínea o hipoglicemia funcional en los mismos niños, indicando que sus sistemas no pueden procesar el azúcar y una dependencia por un alto nivel de azúcar en las dietas de los propios niños que no pueden asimilar." (1)

    No obstante, éste y otros reportes similares han sido descartados por publicaciones médicas como The New England Journal of Medicine, para quien "la conexión no ha sido probada". Preocupados porque "en la actualidad, sin embargo, muchos padres tratan a la conexión azúcar-comportamiento como un hecho", un equipo de médicos institucionales se dio a la tarea de volver a revisar los estudios existentes para efectuar un análisis global. La publicación médica expuso que "el nuevo meta análisis intentó ir más allá de los resultados de pequeños estudios ubicándolos en un grupo mayor para que los efectos menos obvios fueran expuestos a la luz." (8) Se supone que los variados estudios evaluaron el efecto del azúcar en numerosos factores, incluyendo estado de ánimo, desempeño académico, habilidades de aprendizaje, agresión y comportamiento general. Lo que en realidad ocurrió con este examen es una clara muestra de la manipulación que puede sufrir un estudio científico para obtener los resultados que de antemano se pretenden alcanzar cuando hay intereses económicos de por medio.

    Resulta que los investigadores basaron sus estudios comparativos únicamente en dos grupos de niños, a uno se le dio azúcar y al otro, en lugar de privarlo de dicha droga y de los alimentos que la contienen, se le suministró endulzantes artificiales; así pues, los exámenes se efectuaron entre niños que consumieron azúcar y niños que consumieron endulzantes artificiales; es decir entre dos grupos de niños con niveles alterados de glucosa debido a una u otra droga y no como debió haber sido: entre uno o dos grupos de niños usando azúcar y/o endulzantes artificiales y otro grupo de niños privados del consumo de ambas clases de drogas.

    Debido a estas desviaciones en la investigación, el meta análisis médico concluyó triunfalmente que "Aparte de dos observaciones extremas que resultaron ser insignificantes para el análisis final, no se encontraron diferencias entre los niños que consumieron dosis de azúcar y aquellos que tomaron endulzantes artificiales." (9) O sea que lo único que verdaderamente prueba el reporte es que no hay diferencias substanciales entre usar azúcar y usar endulzantes artificiales. No obstante, bajo el manipulador y deshonesto título de "El azúcar no afecta el comportamiento de los niños", los resultados del reporte fueron publicados y ampliamente difundidos a nivel mundial durante el año de 1996. La recomendación final del reporte es que "el azúcar no tiene efectos negativos en el comportamiento y el aprendizaje de la mayoría de los niños y no existe justificación para retirarles los alimentos dulces solamente por esa razón." (9)



    Los efectos del azúcar en el campo energético humano y el sistema de chakras

    Donna Cunningham tenía varios años trabajando como terapeuta especializada adicciones cuando entró en contacto con Andrew Ramer, un sanador y canalizador con quien colaboró para escribir dos libros: The spiritual dimensions of healing addictions (12) y Further dimensions of healing addictions (12).

    En el primer libro sostienen que por lo general, los seres humanos caemos en la adicción cuando perdemos de vista o no queremos realizar nuestra "visión", o sea: "nuestra habilidad de percibir y participar en la realidad más amplia, reteniendo un recuerdo, aunque sea débil, de nuestro Ser Superior y de las tareas y propósitos de nuestra vida" (12).

    En el segundo libro explican con claridad cómo se utilizaban antiguamente los distintos psicoactivos, a los que ellos llaman "herramientas de poder", para recuperar y apoyar nuestra visión; y como es que, al perder ese conocimiento, actualmente abusamos de estas mismas herramientas y nos destruimos con ellas en lugar de utilizarlas en nuestro beneficio.


    En Further dimensions of healing addictions, entre otras muchas cosas interesantes, nos explican cuáles son los efectos que tienen las principales sustancias adictivas sobre el campo energético humano, concretamente sobre el sistema de chakras.

    En el caso del azúcar, Danna y Andrew comienzan advirtiendo:

    Algunas de las cosas que decimos a continuación serán difíciles de pasar porque a quienes abusan del azúcar no les gusta considerarse a sí mismos como adictos. [...] El azúcar ES UNA DROGA, quizá no altere tu conciencia de una manera obvia e inmediata como el alcohol o las pastillas, pero produce cambios en el estado físico, emocional, mental y espiritual del usuario. Y como cualquier otra adicción, es devastadora en esos cuatro niveles.

    Está en la naturaleza del todos los adictos negar que tienen una adicción. Y también lo está apuntar hacia otros adictos y decir "Mi problema no es tan serio como ese". Especialmente los adictos al azúcar sufren de esta forma de negación, en parte porque en nuestra cultura se subestima grandemente el poder del azúcar como droga. Los anuncios nos empujan a consumirla, las gigantes corporaciones alimenticias nos empujan a consumirla y las situaciones sociales nos empujan también. el azúcar se ha convertido en el mayor contaminante de nuestras comidas. Por otra parte, la negación viene del hecho mismo de que el azúcar afecta el plexo solar, el asiento de la auto estima. Y para dar salida al auto odio resultante, los adictos al azúcar se comprometen en buscar fuera de ellos la adicción. Mantén una mente abierta acerca de esto. Parte de esto quedará registrado y trabajará en tu conciencia superior, no importa cuan vehementemente lo rechaces a nivel conciente. (13)

    Antiguamente, según los autores, el consumo de cosas dulces, al igual que el resto de la comida, estaba sujeto a la disponibilidad que permitían los cambios de estaciones:

    Antes no teníamos postres todos los días. Al igual que el alcohol, su uso estaba limitado a ocasiones especiales, días libres, fiestas y celebraciones. Había celebraciones tribales y familiares que solidificaban los lazos de los grupos. Para muchas culturas, las únicas ocasiones en las que se consumían cosas dulces era en las celebraciones matrimoniales, y este recuerdo inconsciente aún puede estar influenciando nuestra inclinación por el azúcar cuando tenemos una adicción provocada por deficiencias previas en el chakra del corazón. [...] No importa que tan delicioso pueda ser, los ritmos corporales de asimilación de los alimentos dulces, han sido tan trastornados como los de reposo y trabajo, y ya no nos comunicamos con nuestros cuerpos para ver lo que necesitan. [...]

    Cuando somos niños y nos enfermamos nos programan diciéndonos "Come -esto te dará fuerzas", aunque seguramente el ayuno nos iría mejor en tales situaciones. entonces estamos programados desde la niñez para ver a la comida como una fuente de poder, y entre más fuerzas creemos nececitar para cumplir nuestra visión, más comemos buscando esta fuerza. El combustible de nuestros cuerpos es la glucosa, nuestra primaria y más directa herramienta de poder. Así es que el abuso de azúcar, que está estrechamente ligada a la glucosa, es parcialmente acerca de combustible, y nuestras comidas cada vez contienen menos energía debido a todo el procesamiento. Confundimos comida con energía y comemos cuando nos sentimos drenados. Incluso los comerciales hacen ver al azúcar como una fuente instantánea de energía. Si la energía y la comida fuesen lo mismo, entre más comiésemos, más energía tendríamos. Pero en lugar de ello, sobrepasarse comiendo causa un colapso de energía en todo el cuerpo. La comida procesada ha perdido su energía, su fuerza de vida, y nosoros aún tenemos la expectativa de que la comida la contiene. (13)

    Respecto a los efectos del azúcar sobre el sistema energético, nos dicen que.

    La adicción primaria de los adictos al azúcar es al amor. El colapso general de nuestros chakras cardiacos, se debe a nuestra forma de vida en la que la alienación y la pérdida de valores, significa que muchos de nosotros experimentamos muy poco amor en nuestras vidas diarias. Una razón de la confusión entre el azúcar y el amor es que el azúcar ocasiona un flujo de sangre al área cardiaco, y esto nos hace creer, a nivel incosnciente, que este chakra está siendo nutrido. [...] Ultimadamente, lo que el azúcar hace es debilitar las paredes del corazón y los vasos sanguíneos creando una tolerancia tal que necesitamos más y más azúcar para conseguir el mismo rush. [...] El daño hecho en el chakra del corazón repercute fuertemente sobre el chakra del plexo solar. La obstrucción de este centro conduce a sentimientos de auto odio. Adicionalmente, cuando la energía del corazón está bloqueda, la persona no se siente amada, y los problemas del plexo solar se transladas a ello: "Debe haber algo malo en mí si nadie me ama."

    El azúcar también tiene un poderoso efecto en el primer chakra, ya que jala la energía de él para llevarla arriba y producir el rush de energía en el corazón.[...] Las obstrucciones y las rupturas del primer chakra pueden predisponer a problemas de aumento de peso o de alcoholismo. (13)

    Para abandonar una adicción los autores recomiendan que a la par de asisitir a terapias psicológicas ya sean personales o grupales y de someterse a un tratamiento de desintoxicación física bajo supervisión médica, en caso de que ésto sea necesario, también es aconsejable practicar técnicas alternativas para revertir los daños causados por el abuso de las distintas sustancias en el campo energético humano. Para ello nos ofrecen en su segundo libro una excelente serie de ejercicios de visualización, así como remedios de aromoterapia y gemoterapia específicos para cada reparar los daños provocados por cada una de las diferentes sustancias. Adicionalmente, se incluyen ciertos diagramas canalizados por Andrew para reprogramar las biocomputadoras que son nuestros cerebros.

    Según afirman: "Los hábitos, como las adicciones están impresos dentro de nuestros circuitos cerebrales de la misma manera en que los circuitos de una computadora son programados. Para interrumpir un hábito, necesitas borrar y reprogramar el circuito" (12), y para eso sirven los diferentes diagramas canalizados para cada tipo de droga.


    Diagrama para transformar el hábito del azúcar

    Estos diagramas deben mirarse de arriba a abajo o dibujarse 25 veces consecutivas en tres sesiones por día. Además se recomienda mirarlos cuando se sientan deseos de caer en la tentación de usar nuevamente la droga en cuestión. (Ver más al respecto en adicciones)





    MI EXPERIENCIA PERSONAL

    Estuve viviendo y trabajando alrededor de seis meses en el Centro de Alta Conciencia Tepozcahuic (CACT), en Tepoztlán, Morelos, México. Era un lugar dedicado a la práctica y difusión de doctrinas místicas y terapias naturales, por lo que dentro de sus reglamentos internos, estaba prohibido consumir, además de cualquier tipo de droga, azúcar y productos industrializados. El menú diario constaba de frutas, verduras, cereales, algunos productos hechos con harinas integrales, miel y complementos alimenticios de origen natural. No experimenté ninguna reacción adversa al dejar el azúcar, quizá porque el simultáneo cambio alimenticio elevó de manera impresionante mis niveles de energía física y vitalidad.

    No obstante, cuatro meses después de mi ingreso al CACT, fui a visitar a mi familia en la Ciudad de México. Era el cumpleaños de Daniel, mi hermano menor, por lo que había en casa un delicioso pastel de chocolate. Sin pensarlo me comí una rebanada y alrededor de una hora y media después, sentí una extraña ansiedad y sin ningún motivo me dieron ganas de llorar. Quince minutos después, cuando tales sensaciones desaparecieron por completo, tan súbitamente como legaron, se me ocurrió que ello podría haber sido una consecuencia directa del impacto del azúcar dentro de mi desintoxicado organismo.

    Poco después se lo comenté a Laura Urbina, una naturópata amiga mía, quien confirmó mis sospechas y me proporcionó las primeras fuentes bibliográficas que consulté al respecto, mismas que ella estaba utilizando para su libro de Nutrición Consciente que apareció poco después. Ella conocía otros casos de personas que al desintoxicarse totalmente del azúcar y productos que lo contienen, habían experimentado episodios de ansiedad similares al que yo tuve, o reacciones físicas tales como aparición de pequeñas úlceras bucales o leves problemas en la piel, tras volver a comer algo azucarado después de meses de no hacerlo.

    Cuando salí del CAT, cambié de forma de vida y poco a poco volví a incorporar el azúcar a mi dieta normal, igual que antes... Pero como subí bastante de peso y mi mamá y mi abuela han sufrido de diabetes, intento consumirla lo menos posible, cosa que no es fácil, porque si te pones a mirar las etiquetas de los productos que compras, te das cuenta de que esta droga es casi omnipresente pues aún las cosas más insospechadas la enumeran entre sus ingredientes...



    FUENTES DE CONSULTA ACERCA DEL AZÚCAR Y LA CAFEÍNA

    1. Appleton, Nancy: Lick the sugar habit, Avery, USA, 1988.
    2. Brau, Jean-Louis: La historia de las drogas, Bruguera, España, 1973.
    3. Brailowsky, Simón: Las sustancias de los sueños: neuropsicofarmacología, FCE-CONACYT, México, 1995.
    4. Bruker, M. O.: ¡Azúcar azúcar! Cómo evitar la perniciosa influencia del azúcar en la alimentación actual, Integral, España, 1994.
    5. Dufty, William: Sugar Blues, Centro Macrobiotico Maldonado, Uruguay, 1987.
    6. Escohotado, Antonio: El libro de los venenos, Ómnibus– Mondadori, España, 1990.
    7. Factas about: Caffeine, Alcoholism and Research Foundation, Toronto Canada (Internet).
    8. Musacchio, Humbreto: Diccionario enciclopédico de México, Tomo I, Andrés León Editor, México, 1990.
    9. "Sugar does not affect children behaivor" The New England Journal of Medicine, Enero de 1996, Vol 2, No. 1, Massachusetts Medical Society, USA.
    10. Urbina, Laura: Primer Manual de Nutrición Consciente, Grupo Tepozcahuic A.C., México, 1997.
    11. Weil, Andrew y Winfred Rosen: Del café a la morfina, Integral, España, 1993.
    12. Cunningham, Danna y Andrew Ramer: The Spiritual dimensions of healing addictions, Cassandra Press, CA, USA, 1986.
    13. Cunningham, Danna y Andrew Ramer: Further dimensions of healing addictions, Cassandra Press, CA, USA, 1988.vfcyx

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  2. Altos niveles de azúcar: ¿dañinos al cerebro?

    El cerebro de una persona común pesa 1.4 kilogramos (unas tres libras). En una persona de contextura promedio esto representa alrededor del 2 porciento del peso corporal. Sin embargo, el cerebro consume alrededor del 20 por ciento de la energía del cuerpo. Prácticamente toda esta energía proviene de la glucosa, es decir el azúcar que circula en la sangre. El cerebro no solamente necesita grandes cantidades de glucosa, sino que debe obtener ésta de forma regular y controlada. Además debe obtener la cantidad justa, ni más ni menos. Cuando le llegan grandes cantidades de azúcar de forma súbita nuestro cerebro puede experimentar problemas. Esto es algo que muchas personas desconocen. Lo cierto es que una dieta con grandes cantidades de azúcar puede ser dañina al cerebro. Esto es especialmente cierto en el caso de los niños. En éstos el cerebro aún está desarrollando conexiones entre sus células a un ritmo acelerado.

    Los carbohidratos que ingerimos son digeridos convirtiéndose en moléculas de un tipo de azúcar llamada glucosa. Estas moléculas circulan a través de la sangre y sirven de señal al páncreas para que comience a secretar insulina, una sustancia cuya función más conocida es la de procesar y ayudar a transportar la glucosa hacia las células a las cuales provee de energía. Cuando la elevación de los niveles de glucosa es gradual todo transcurre sin problemas. Sin embargo, si ingerimos en una sola comida grandes cantidades de cierto tipo de carbohidratos que se digieren rápidamente el páncreas se ve obligado a secretar mayores cantidades de insulina. Si esto se repite frecuentemente a través de un periodo de años, llegará el momento en que el páncreas se agote y comience a producir menos cantidad de insulina de la requerida o que la que produzca sea de una calidad que no puede ser efectivamente utilizada por las células. A esta condición se le conoce como resistencia a la insulina y puede causar diabetes tipo 2. También puede causar hipertensión arterial y engrosamiento de las arterias, entre ellas las carótidas, que llevan sangre al cerebro.

    Esta es una condición que cada día es más común debido al aumento en el consumo de alimentos procesados con altos niveles de azúcar que se convierten rápidamente en glucosa.

    En muchas dietas modernas el azúcar sustituye a otros alimentos altos en vitaminas y minerales necesarios, ocasionando una deficiencia de los nutrientes necesarios para un funcionamiento óptimo del cerebro y el sistema nervioso en general.

    Se ha asociado un consumo elevado de azúcar que comienza a edad temprana con el desarrollo de problemas de atención.

    Algunos estudios demuestran que los niños que consumen una dieta alta en azúcar obtienen una puntuación más baja en las pruebas de inteligencia, sus calificaciones escolares son más bajas y poseen estados de ánimo menos estables.

    Algunos niños, especialmente los que sufren de problemas de atención e hiperactividad son sumamente sensibles a los efectos del azúcar en la dieta. Existe evidencia de que su cerebro no metaboliza el azúcar con la misma eficiencia que otros niños o adultos. En estos niños los niveles elevados de azúcar provocan un incremento en la producción de cortisol. Ésta es una hormona que se genera en estados de estrés y cuya presencia a largo plazo puede causar numerosos efectos dañinos, entre ellos la muerte de células nerviosas.

    Se ha encontrado que un alto consumo de azúcares simples tal como la que se halla en las bebidas gaseosas y en muchos alimentos procesados causa daños en las células de animales. Los elevados niveles de azúcar en la sangre reaccionan con ciertas proteínas creando una especie de desechos que se acumulan en las células, entorpeciendo su funcionamiento y envejeciéndolas prematuramente. Esto causa daños en numerosos órganos. Se cree que en el cerebro esto puede causar destrucción de neuronas lo que se traduce en pérdida de memoria y enfermedades degenerativas como el Alzheimer.

    La solución está en ingerir alimentos que se conviertan lenta y gradualmente en glucosa o azúcar en la sangre y evitar aquellos que provocan una elevación súbita en la misma. Existe una medida de cómo los alimentos se convierten el glucosa en la sangre. A esta se le conoce como el índice glucémico. Los alimentos que se convierten lenta y gradualmente en glucosa se les conoce como alimentos con un índice glucémico bajo y aumentar el consumo de estos puede beneficiar la salud de nuestro cerebro. Un beneficio adicional de este tipo de dieta es que puede ayudar a evitar la diabetes en las personas susceptibles a la misma y contribuye a evitar los daños ocasionados por esta enfermedad en quienes ya la padecen.

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  3. Carbohidratos
    1. Introducción

    En los últimos años, ha habido grandes avances en lo que respecta a la comprensión de cómo influyen los carbohidratos en la nutrición y la salud humana. El progreso en las investigaciones científicas ha puesto en relieve las diversas funciones que tienen los carbohidratos en el cuerpo y su importancia para gozar de una buena salud. De hecho, las noticias son tan buenas, que merece la pena estudiarlos con más detenimiento.
    2. La importancia de los carbohidratos

    Los carbohidratos se presentan en forma de azúcares, almidones y fibras, y son uno de los tres principales macronutrientes que aportan energía al cuerpo humano (los otros son la grasa y las proteínas) Actualmente está comprobado que al menos el 55% de las calorías diarias que ingerimos deberían provenir de los carbohidratos.
    Aunque es importante mantener un equilibrio adecuado entre las calorías que ingerimos y las que gastamos, las investigaciones científicas sugieren que:

    * Una dieta que contenga un nivel óptimo de carbohidratos puede prevenir la acumulación de grasa en el cuerpo;
    * El almidón y los azúcares aportan una fuente de energía de la que se puede disponer rápidamente para el rendimiento físico;
    * Las fibras alimenticias, que son un tipo de carbohidratos, ayudan a que los intestinos funcionen correctamente.


    Además de los beneficios directos de los carbohidratos para el cuerpo, se encuentran en numerosos alimentos, que en sí mismos aportan a la dieta muchos otros nutrientes importantes. Por este motivo, se recomienda que los carbohidratos provengan de diferentes alimentos, para asegurar que la dieta general contiene los nutrientes adecuados.

    También es importante recordar que los carbohidratos realzan el sabor, la textura y la apariencia de los alimentos y hacen que la dieta sea más variada y agradable.
    3. ¿Qué son los carbohidratos?

    Todos los carbohidratos están formados por unidades estructurales de azúcares, que se pueden clasificar según el número de unidades de azúcar que se combinen en una molécula. La tabla siguiente muestra los principales tipos de carbohidratos alimenticios.
    CLASIFICACIÓN DE LOS CARBOHIDRATOS
    Monosacáridos Glucosa, fructosa, galactosa
    Disacáridos Sacarosa, lactosa, maltosa
    Polioles Isomaltosa, sorbitol, maltitol
    Oligosacáridos Maltodextrina, fructo-oligosacáridos
    Polisacáridos Almidón: Amilosa, amilopectina
    Polisacáridos Sin almidón: Celulosa, pectinas, hidrocoloides
    3.1. Azúcares

    La glucosa y la fructosa son azúcares simples o monosacáridos y se pueden encontrar en las frutas, las verduras y la miel. Cuando se combinan dos azucares simples se forman los disacáridos. El azúcar de mesa o la sacarosa es una combinación de glucosa y fructosa que se da de forma natural tanto en la remolacha y la caña de azúcar, como en las frutas. La lactosa es el azúcar principal de la leche y los productos lácteos y la maltosa es un disacárido de la malta.

    Los polioles se denominan alcoholes de azúcar. Hay polioles naturales, pero la mayoría se fabrican mediante la transformación de azúcares. La isomaltosa es el poliol más utilizado y se obtiene a partir de la sacarosa. Los Polioles son dulces y se pueden utilizar en los alimentos de forma similar a los azúcares, aunque pueden tener un efecto laxante cuando se consumen en exceso.
    3.2. Oligosacáridos

    Cuando se combinan entre 3 y 9 unidades de azúcar se forman los oligosacáridos. Las maltodextrinas contienen hasta 9 unidades de glucosa, son producidas para su uso comercial y se obtienen a partir de una hidrólisis parcial (descomposición) del almidón. Son menos dulces que los monosacáridos o los disacáridos. La rafinosa, la estaquiosa y los fructo-oligosacáridos se encuentran en pequeñas cantidades en algunas legumbres, cereales y verduras.
    3.3. Polisacáridos

    Se necesitan más de 10 unidades de azúcar y a veces hasta miles de unidades para formar los polisacáridos. El almidón es la principal reserva de energía de las hortalizas de raíz y los cereales. Está formado por largas cadenas de glucosa en forma de gránulos, cuyo tamaño y forma varían según el vegetal del que forma parte.

    Los polisacáridos sin almidón son los principales componentes de la fibra alimenticia. Entre ellos están: la celulosa, las hemicelulosas, las pectinas y las gomas. La celulosa es el componente principal de las paredes celulares vegetales y está formada por miles de unidades de glucosa. Los distintos componentes de la fibra alimenticia tienen diferentes propiedades y estructuras físicas.
    Para saber más sobre "Fibras alimenticias" hacer click aquí.
    4. Los carbohidratos en el cuerpo

    La función principal de los carbohidratos es aportar energía, pero también tienen un papel importante en:

    * La estructura de los órganos del cuerpo y las neuronas.
    * La definición de la identidad biológica de una persona, como por ejemplo su grupo sanguíneo.

    4.1. Fuente y almacenamiento de energía

    Los almidones y los azúcares son las principales fuentes de energía y aportan 4 kilocalorías (17 kilojulios) por gramo.

    Los azúcares simples son absorbidos por el intestino delgado y pasan directamente a la sangre, para ser transportados hasta el lugar donde van a ser utilizados. Los disacáridos son descompuestos en azúcares simples por las enzimas digestivas. El cuerpo también necesita la ayuda de las enzimas digestivas para romper las largas cadenas de almidones y descomponerlas en los azúcares por los que están formadas, que pasan posteriormente a la sangre.

    El cuerpo humano utiliza los carbohidratos en forma de glucosa. La glucosa también se puede transformar en glucógeno, un polisacárido similar al almidón, que es almacenado en el hígado y en los músculos como fuente de energía de la que el cuerpo puede disponer fácilmente. El cerebro necesita utilizar la glucosa como fuente de energía, ya que no puede utilizar grasas para este fin. Por este motivo se debe mantener constantemente el nivel de glucosa en sangre en un nivel óptimo. La glucosa puede provenir directamente de los carbohidratos de la dieta o de las reservas de glucógeno. Varias hormonas, entre ellas la insulina, trabajan rápidamente para regular el flujo de glucosa que entra y sale de la sangre y mantenerla a un nivel estable.
    4.2. El índice glucémico

    Cuando se toma un alimento con carbohidratos se da un correspondiente aumento y un posterior descenso del nivel de glucosa en sangre, lo cual se conoce como respuesta glucémica. Esta respuesta es importante, por ejemplo, para el control del apetito, la nutrición deportiva y para aquellos que padecen diabetes. Hay varios factores que influyen en la intensidad y la duración de la respuesta glucémica. Depende de:

    El alimento en particular:

    * El tipo de azúcar por el que esté formado el carbohidrato
    * La naturaleza y la forma del almidón, ya que algunos son más fáciles de digerir que otros
    * Los métodos utilizados para procesar y cocinar el alimento
    * Otros nutrientes del alimento, como la grasa o la proteína

    La persona:

    * su metabolismo
    * la hora del día en la que ha ingerido el carbohidrato

    El impacto de los diferentes alimentos que contienen carbohidratos sobre la respuesta glucémica del cuerpo se clasifica tomando un alimento como referencia, como el pan blanco o la glucosa. Esta clasificación se denomina índice glucémico (IG).



    ÍNDICE GLUCÉMICO DE ALGUNOS ALIMENTOS
    (utilizando la glucosa como patrón estándar)

    Alimentos con I.G. bajo (I.G. menor a 55)

    Fideos y pasta
    Lentejas
    Manzana/zumo de manzana
    Peras
    Naranjas/zumo de naranja
    UvasYogur bajo en grasa
    Pan de frutas
    Judías
    Chocolate

    Alimentos con I.G. intermedio (I.G 55-70)

    Arroz basmati
    Plátano
    Copos de avena
    Refrescos
    Maíz tierno
    Piña
    Azúcar blanco


    Alimentos con I.G. intermedio (I.G > 70)

    Pan (blanco o integral)
    Patata asada
    Copos de maíz
    Patatas fritas
    Miel
    Puré de patatas
    Arroz blanco (bajo en amilosa o "arroz glutinoso")

    De: Foster-Powell, K., Holt, S.H.A., Brand-Miller, J.C. 2002. International tables of glycaemic index and glycemic load values. American Journal of Clinical Nutrition, 76:5-56.
    4.3. Funcionamiento intestinal y fibras alimenticias

    El cuerpo no es capaz de digerir ni la fibra alimenticia ni algunos de los oligosacáridos en el intestino delgado. La fibra favorece el funcionamiento adecuado del intestino, aumentando el volumen de masa fecal y estimulando el tránsito intestinal.

    Una vez que el carbohidrato no digerible pasa al intestino grueso, algunos tipos de fibras como las gomas y las pectinas, así como los oligosacáridos, son fermentados por la microflora intestinal. Esto hace que también aumente la masa general del intestino grueso y tiene un efecto beneficioso para la regeneración de la microflora.

    5. Control del peso corporal

    Las personas que consumen una dieta alta en carbohidratos son menos propensas a acumular grasa, en comparación con aquellas que tienen una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas. Hay tres razones que apoyan esta afirmación:

    * Podría ser debido a que las dietas altas en carbohidratos tienen una menor densidad energética, ya que los carbohidratos tienen menos calorías por gramo que la grasa. Los alimentos ricos en fibra también suelen tener más volumen y llenan más.
    * Según ciertos estudios, los carbohidratos, tanto en forma de almidón como de azúcares, proporcionan rápidamente una sensación de saciedad, de modo que los que consumen dietas ricas en carbohidratos tienen menos propensión a comer en exceso. Parece que la inclusión de muchos alimentos ricos en carbohidratos ayuda a regular el apetito. Muchos alimentos que tienen un índice glucémico menor pueden llenar más al digerirse más lentamente.
    * También se ha confirmado que muy pocos carbohidratos de la dieta se transforman en grasa, ya que resultaría ser un proceso muy poco provechoso para el cuerpo, que tiende a utilizarlos más bien en forma de energía

    En estos momentos, es cada vez más evidente que las dietas ricas en carbohidratos, comparadas con las que son ricas en grasa, reducen las probabilidades de desarrollar obesidad. No se ha demostrado que el almidón y los azúcares tengan efectos diferentes en el control del peso. De hecho, se ha descubierto que los consumidores de azúcar suelen estar más delgados que los que ingieren menos cantidad de azúcar.
    6. Diabetes

    La diabetes es un desorden metabólico, debido al cual el cuerpo no es capaz de regular adecuadamente los niveles de glucosa en sangre. No existen pruebas de que el consumo de azúcar esté asociado al desarrollo de algún tipo de diabetes. No obstante, sí que se ha demostrado que la obesidad y la inactividad física ncrementan las posibilidades de desarrollar una diabetes no insulinodependiente, que suele darse en adultos de mediana edad.

    Normalmente es necesario bajar de peso, y es éste el objetivo dietético más importante para los que tienen una diabetes no insulinodependiente. El consumo de una gran variedad de alimentos con carbohidratos es aceptable como parte de la dieta de todos los diabéticos, y la inclusión de alimentos con índices glucémicos bajos se considera beneficiosa, ya que ayuda a controlar el nivel de glucosa en sangre. En la mayoría de las recomendaciones para dietas de diabéticos se permite la ingestión de una pequeña cantidad de azúcar ordinario, ya que añadir azúcar a una comida tiene poco impacto en las concentraciones de glucosa o insulina en sangre, en personas con diabetes.
    7. Salud dental

    Los alimentos que contienen azúcares o almidón son desdoblados por las enzimas y bacterias de la boca, y se produce un ácido que ataca el esmalte de los dientes. Después de que se segregue dicho ácido, la saliva facilita un proceso natural de reparación que reconstruye el esmalte. Cuando se consumen alimentos que contienen carbohidratos con demasiada frecuencia, este proceso natural de reparación es insuficiente y hay un mayor riesgo de que aparezcan caries dentales.

    Sin embargo, en los últimos años, el uso de flúor y la generalización de una buena higiene bucal han tenido como consecuencia que haya disminuido el porcentaje de caries dentales en los niños y adolescentes de hoy en día. Esta mejora se ha conseguido sin que haya habido ninguna modificación en la ingesta de azúcar o carbohidratos fermentables. Si se controla la placa bacteriana y se fortalecen los dientes con flúor, se puede reducir el riesgo de caries.

    Gracias a las investigaciones realizadas en la década de los 90, se ha podido llegar a un enfoque más prudente en cuanto al papel del azúcar y otros carbohidratos en la formación de las caries. Ahora, se recomienda que los programas destinados a prevenir las caries se concentren en la fluorización, una buena higiene bucal y una dieta variada, en lugar de limitarse a controlar la ingesta de azúcar.
    8. Mantenerse activo

    No existen pruebas sólidas que demuestren que los carbohidratos pueden mejorar el rendimiento de los atletas. Cuando se hace un ejercicio muy intenso, los carbohidratos son la principal fuente de energía para los músculos. Si se consumen grandes cantidades de carbohidratos, antes, durante y después del ejercicio físico, las reservas de glucógeno se mantendrán bien abastecidas. Estas reservas ayudan al atleta a rendir durante más tiempo y a que su cuerpo soporte el esfuerzo.
    Actualmente se reconoce la importancia vital de la práctica de actividades físicas para mantener la salud y la buena forma física de la población en general. Para todas aquellas personas que quieran mantenerse en forma y que sean activas es recomendable una dieta bien equilibrada y alta en carbohidratos.
    Para saber más sobre ejercicio físico.
    9. Recomendaciones relativas a los carbohidratos

    Los carbohidratos son saludables en todas sus formas y variedades. Pueden ayudar a controlar el peso, especialmente cuando se combinan con ejercicio, son fundamentales para un buen funcionamiento intestinal y también son un importante combustible para el cerebro y los músculos activos. No se ha demostrado que el almidón ni el azúcar tengan una especial importancia en el desarrollo de enfermedades graves como la diabetes, y la influencia del azúcar en el desarrollo de caries dentales se considera menos importante en la población de hoy en día, que es más consciente de la importancia de la higiene bucal y del flúor. El reciente informe sobre los Carbohidratos en la Nutrición Humana de la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ofrece muchas recomendaciones a los profesionales de la sanidad y a los investigadores, pero los mensajes más provechosos para el público son los siguientes:

    * Una dieta rica en carbohidratos tiene numerosos beneficios para la salud, y esto debería reconocerse y divulgarse. Los carbohidratos aportan mucho más que energía.
    * Para cualquier persona de una edad superior a dos años, una buena dieta debe contener al menos un aporte energético derivado en un 55% de los carbohidratos
    * Para asegurarse de que una dieta contiene un aporte diario óptimo en nutrientes esenciales y fibra, es aconsejable consumir una amplia variedad de alimentos ricos en carbohidratos.

    Bibliografía

    * WHO/FAO (1998) Carbohydrates in human nutrition. FAO food and nutrition paper no. 66. FAO, Rome.
    * Foster-Powell, K., Brand Miller, J. (1995), International tables of glycaemic index. American Journal of Clinical Nutrition. 62: 871S-93S.
    * Hellerstein, M.K., Christiansen, M., Kaempfer, S. et al (1991). Measurement of de novo hepatic lipogenesis in humans using stable isotopes. J. Clin. Invest. 87: 1841-1852.
    * World Health Organisation (1998) Obesity - preventing and managing the global epidemic. Report of the WHO consultation on obesity. Geneva, June 97.
    * Bolton-Smith C & Woodward M (1994). Dietary composition and fat to sugar ratios in relation to obesity. Int J Obesity 18;820-828.
    * US Department of Health and Human Services (1996). Physical activity and health: a report of the Surgeon General, Atlanta, Georgia, USA. 7. Fejershov O. Concepts of dental caries and their consequences for understanding the disease. Community Dent. Oral Epidemiol. 1997; 25: 5-12.
    * Dietary Starches and Sugars in Man: A comparison (1989). Edited by J. Dobbing, ILSI Human Nutrition Review series.
    * ILSI Europe Concise Monographs Series: Nutritional and health aspects of sugars: evaluation of new findings (1995).
    * ILSI Europe Concise Monographs Series: Caries preventive strategies (1995).

    THE BASICS 06/2006

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  4. Los hombres suelen confundir las señales de sexo con las de amistad

    Carlos M. Padrón

    (Acerca de los artículos copiados más abajo).

    Si “la mayoría de los hombres confundió las señales sexuales de las mujeres con gestos amistosos”, ¿de quién es el problema?

    Cabe suponer que si tales señales fueron enviadas por ellas a hombres, y éstos no las captaron, las señales no lograron su objetivo, y eso no es culpa de los hombres. Es como si alguien apuntara a un ciervo, le disparara y errara el disparo. La culpa no es del ciervo.

    Y así serían de “explícitas” esas señales que los varones las interpretaron como amistosas.

    Además, eso de que “El gesto no es algo obvio ni que tenga significado universal”, depende del gesto, pues hay muchos que no admiten confusión.

    De todo esto deduzco que tal vez lo revelado por la investigación pueda ser cierto en USA pero no en un medio latino donde la interpretación de las señales que las mujeres envían a los hombres no admite mucha confusión, aunque haya mujeres que las envíen con mala leche y digan luego que eran muestras de simple amistad, algo en lo que, como varias veces he declarado ─como, por ejemplo, aquí o aquí─, no creo, pues para mí sigue siendo cierto lo que escuché en la película inglesa “Solitaire for two”: El hombre por el que una mujer dice sentir sólo amistad, es en realidad un amante con el que ella no quiere acostarse.

    Si esto se aceptara de una bendita vez, se terminaría con las tales confusiones o ambigüedades, y habría que darle la razón a la viejita de mi pueblo que decía “¡Nunca tuve amigos machos!”

    ***

    02.04.08

    La investigación realizada en la Universidad de Indiana sobre 300 estudiantes para poner a prueba su habilidad para identificar un avance dice que el 67% de las mujeres no fueron bien interpretadas.

    Cada estudiante opinó sobre 280 fotografías. Los varones demostraron tener un rendimiento peor que las chicas en materia de precisión, dando muestras de especial confusión con el cariño. La mayoría de los hombres confundió las señales sexuales de las mujeres con gestos amistosos según informa el diario Clarín.

    Los especialistas señalan que las mujeres son más hábiles en el lenguaje corporal, y que los hombres sólo tienen talento para tomar con las manos. Sin embargo, afirman que es muy difícil decodificar las señas si previamente no hubo palabras. El gesto no es algo obvio ni que tenga significado universal. Uno ve lo que se imagina, y que tiene que ver con la historia de cada uno. Distintas son las señas entre una pareja o entre amigos, pero ahí ya hay conocimiento previo, hay confianza, intimidad.

    El estudio destaca también que los hombres ven señales sexuales donde no las hay, y ahí viene la violencia. Sostiene además que los hombres no entienden, pero tal vez esa confusión tenga que ver con lo angustiante que es para ellos darse cuenta de que el poder está en manos de la mujer. Lo que en psicología llamamos angustia de castración.

    PD

    ***

    07/04/2008

    Isabel F. Lantigua

    hombres, más propensos a confundir los gestos de amistad y el interés sexual

    ¿Amistad o sexo? Para muchos hombres no es fácil saber si una mujer está buscando con él una cosa o la otra. Y esta confusión no se debe a la creencia popular de que ellos piensan más en el sexo que las chicas. Una nueva investigación descubre la causa del malentendido: los varones tienen peor ojo para interpretar el lenguaje no verbal.

    “Las mujeres pueden sonreír, aguantar la mirada, aproximarse físicamente o tocar a su interlocutor cuando están interesadas sexualmente en él. El problema es que los mismos recursos pueden emplearlos para demostrar simplemente amistad o un interés platónico, sin ninguna intención de llegar más lejos. Y esta ambigüedad desorienta a los hombres más que a las mujeres”, escriben los autores del estudio, publicado en ‘Psychological Science’.

    Investigadores de las universidades de Yale e Indiana (EEUU) señalan que esta menor habilidad para descifrar la comunicación gestual se detecta sobre todo en los varones más jóvenes, que aún no han adquirido experiencia en estas lides. Para llegar a sus conclusiones, el equipo realizó un experimento con 280 individuos heterosexuales con una edad media de 19,6 años. El 63,6% era de sexo masculino y el 36,4% de sexo femenino.

    En un computador personal, los participantes tenían que repartir 280 imágenes de mujeres (todas ellas vestidas) en una de las siguientes categorías: busca amistad, busca sexo, está triste o está rechazando al interlocutor.

    Un malentendido poco molesto

    Los resultados mostraron que tanto hombres como mujeres se equivocaron al situar fotos en la categoría sexual, cuando correspondía a amistad, aunque los fallos fueron más numerosos en los varones (un 12% frente a un 8%).

    Sin embargo, más llamativo que este dato fue el hecho de que los errores ocurrieron con mayor frecuencia a la inversa. Es decir, el 37,8% de los hombres que vieron una imagen en la que la mujer mostraba un interés sexual la identificaron como amistosa; algo que hicieron el 31,9% de las féminas.

    “Este último descubrimiento, que muestra que las personas confunden el interés sexual con la amistad, más que la amistad con el interés sexual, indica claramente que los errores se deben a la dificultad para descifrar las señales no verbales, y no a una obsesión generalizada de la sociedad por el sexo, como se ha manifestado en alguna ocasión”, escriben los autores. “Es cierto que los hombres a veces exaltan los atributos sexuales de una mujer, pero también es cierto que en otras ocasiones los infravaloran”.

    En una reciente encuesta entre mujeres universitarias, el 67% de ellas afirmó haber tenido una experiencia en la que un hombre confundió sus señales de amistad con un interés sexual. Sin embargo, las consecuencias de estas equivocaciones suelen quedarse en una pequeña molestia, que se olvida enseguida.

    Asimismo, el estudio recoge que la mayor habilidad mostrada por las mujeres para saber lo que quieren decir los gestos también se observó en el resto de categorías. “Ellas son más sensibles para interpretar los sentimientos de los demás, sea tristeza o alegría”, argumenta el equipo estadounidense.

    El Mundo

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