D. Miguel Márquez, escultor
Hoy, como de costumbre, he madrugado y, como también de costumbre, he abierto el correo y me he encontrado con la primera sorpresa agradable del día. Da gusto despertar de esta manera.
La sorpresa en cuestión ha sido la emotiva carta dirigida por José Miguel Márquez Zárate, hijo de D. Miguel Márquez, a mi entrañable amigo Antonio Dorta felicitándonos por el empeño en seguir adelante con nuestro propósito de dar a conocer y difundir mi MEMORIA SENTIMENTAL GRÁFICA de la que vengo hablando aquí a lo largo las últimas semanas y de las que solo un puñado de personas se ha hecho eco.
Preciosa carta que reproduzco porque, además, a través de ella, se aclaran ciertas imprecisiones que yo mantenía como ciertas y que ahora, rectificadas gracias a la participación de su propio hijo, arrojan mucha más luz, si cabe, a la biografía del que fuera mi entrañable profesor en la Escuela Superior Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife.
"A la atención de Antonio Pedro Dorta Martín:
Te estoy muy agradecido por contactar y facilitarme la dirección para acceder al recuerdo de mi querido e inolvidable padre desde la cámara y el recuerdo de Zoilo. Es un fotógrafo de los grandes, pues ha sabido captar el espíritu que le animaba y que relucía especialmente en la relación con sus alumnos, al querer transmitirles y potenciar lo mejor de la luz de cada uno, para que brillaran con luz propia sin modificarles su personalidad ni pretender imponerles es estilo artístico imperante en el momento. El reencuentro con esta fotografía que desconocía ha sido para mí un momento mágico....Muchas gracias por tu generosidad. Personas como tú constituyen, bajo mi punto de vista, la esperanza de nuestra sociedad porque haces realidad y practicas los ideales que liberan al ser humano de su ancestral soledad y desesperación, mediante el amor a ti mismo y a los demás. Te tienes que sentir muy satisfecho y realizado.
En cuanto al texto que acompaña a la fotografía aclararte que desde luego es indudable que se trata de un testimonio directo, pero seguramente por el tiempo transcurrido hay alguna imprecisión en los datos y quizás deba recordar que mi padre desde niño se formó como escultor en la Escuela Luján Pérez siendo su maestro de escultura más influyente Eduardo Gregorio.
Cuando él se traslada a Barcelona como jugador de Fútbol, al ficharle el Español en un viaje por las Islas mayores, con parte de aquélla monta una fábrica de LAP en el Guinardó (patente francesa para la fabricación de revestimentos y aplacados de aplicación en arquitectura), más importante que la que tenía su familia en Las Palmas. Cuando se lesiona entra en contacto con Federico Marés, amistad entre artistas que les une hasta la muerte.
Y efectivamente tuvo una etapa de visitas constantes al Teide, ese gigante de la Naturaleza, en la que experimentó en su trabajo lo que él solía definir como "Arte encontrado".
Todos estos recuerdos me han hecho tener presente a mi padre a quien no olvido nunca....
Muchísimas gracias por esta sorpresa que ha sido para mi el mejor regalo.
Un abrazo de
José Miguel Márquez Zárate"
La sorpresa en cuestión ha sido la emotiva carta dirigida por José Miguel Márquez Zárate, hijo de D. Miguel Márquez, a mi entrañable amigo Antonio Dorta felicitándonos por el empeño en seguir adelante con nuestro propósito de dar a conocer y difundir mi MEMORIA SENTIMENTAL GRÁFICA de la que vengo hablando aquí a lo largo las últimas semanas y de las que solo un puñado de personas se ha hecho eco.
Preciosa carta que reproduzco porque, además, a través de ella, se aclaran ciertas imprecisiones que yo mantenía como ciertas y que ahora, rectificadas gracias a la participación de su propio hijo, arrojan mucha más luz, si cabe, a la biografía del que fuera mi entrañable profesor en la Escuela Superior Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife.
"A la atención de Antonio Pedro Dorta Martín:
Te estoy muy agradecido por contactar y facilitarme la dirección para acceder al recuerdo de mi querido e inolvidable padre desde la cámara y el recuerdo de Zoilo. Es un fotógrafo de los grandes, pues ha sabido captar el espíritu que le animaba y que relucía especialmente en la relación con sus alumnos, al querer transmitirles y potenciar lo mejor de la luz de cada uno, para que brillaran con luz propia sin modificarles su personalidad ni pretender imponerles es estilo artístico imperante en el momento. El reencuentro con esta fotografía que desconocía ha sido para mí un momento mágico....Muchas gracias por tu generosidad. Personas como tú constituyen, bajo mi punto de vista, la esperanza de nuestra sociedad porque haces realidad y practicas los ideales que liberan al ser humano de su ancestral soledad y desesperación, mediante el amor a ti mismo y a los demás. Te tienes que sentir muy satisfecho y realizado.
En cuanto al texto que acompaña a la fotografía aclararte que desde luego es indudable que se trata de un testimonio directo, pero seguramente por el tiempo transcurrido hay alguna imprecisión en los datos y quizás deba recordar que mi padre desde niño se formó como escultor en la Escuela Luján Pérez siendo su maestro de escultura más influyente Eduardo Gregorio.
Cuando él se traslada a Barcelona como jugador de Fútbol, al ficharle el Español en un viaje por las Islas mayores, con parte de aquélla monta una fábrica de LAP en el Guinardó (patente francesa para la fabricación de revestimentos y aplacados de aplicación en arquitectura), más importante que la que tenía su familia en Las Palmas. Cuando se lesiona entra en contacto con Federico Marés, amistad entre artistas que les une hasta la muerte.
Y efectivamente tuvo una etapa de visitas constantes al Teide, ese gigante de la Naturaleza, en la que experimentó en su trabajo lo que él solía definir como "Arte encontrado".
Todos estos recuerdos me han hecho tener presente a mi padre a quien no olvido nunca....
Muchísimas gracias por esta sorpresa que ha sido para mi el mejor regalo.
Un abrazo de
José Miguel Márquez Zárate"
ES DE LAS GRANDES PERSONAS QUE CONOCE UNO UNA O DOS EN TODA UNA VIDA.
ResponderEliminarMe emocionó mucho este email, al que le contesté con el siguiente:
A la atención de José Miguel Márquez Zárate:
Cuando el otro día empezó Zoilo a narrar sus vivencias en la Escuela de Bellas Artes, pensé que eso mismo que me narras que sentiste, podría también experimentar quién viera las fotos y los detalles por él expresados. Pero no le di consistencia a ese sentimiento como pensamiento posible. Así todo establecí contacto con todos los profesores actuales de Bellas Artes y sólo han contestado dos, por lo que supongo que nada les dice. Llamé por teléfono a Maribel Nazco y se lo comenté. Ahora reconozco que contigo me he llevado una muy agradable sorpresa. A veces pienso y creo que mi forma de ver las cosas es única porque no es frecuente encontrarla al menos en los niveles en los que me moví o muevo como profesor. El luchar por una causa sin otro fin que el de servir a los demás no es frecuente, es más yo no la he visto. Ahora me encontré con esta obra de Zoilo. Es una causa casi perdida o puede serlo el de dar a conocer este gran trabajo fotográfico en un mundo cada vez más carente de valores. Pero mi sorpresa fue grande cuando al llamarte por teléfono me encuentro que tu forma de pensar es muy similar a la mía y me sorprendo, lo mismo me pasó con Zoilo cuando lo conocí, no personalmente, sino por medio del blog de Juan. Son ustedes dos, al igual que me veo, diferentes al resto. No hablo de un sentimiento religioso que tampoco niego, sino al humano e inclusive al del arte.
Le voy a comentar con tu permiso esos detalles sobre la vida de tu padre. Él volvió a hacer referencia a él, en una foto superior cuando reconoce que debió hacerle caso cuando le decía que él, Zoilo, había nacido para esculpir.
Intento dar a conocer su obra como quizás reconocimiento también para él, en una vida de funcionario, como la mía. En la que hizo tantas fotos “por amor al arte” y nunca mejor dicho. Las empaquetó y se las llevó a otra tierra para comenzar en ella una nueva vida.
Ahora las expone en este medio aunque sería de desear encontrar otro más tangible como una Sala de Exposiciones , pero eso no entra dentro de la parte de vida que conozca o en la que me mueva, me faltan los contactos suficientes.
Aquí , José Miguel, en nosotros puedes encontrar dos amigos. Dos personas normales con sentimientos, honradez y palabra.
Gracias por las emocionadas palabras dirigidas hacia la obra de Zoilo. Creo que de todos los profesores de Bellas Artes, el que le marcó más fue tu padre y no sé si de ahí le vino el interés por Cataluña y quizás por eso se fuera hacia allá con su mujer. Tiene una hija que se llama Dácil y es cantante. Yo tengo tres hijos de mi primer matrimonio.
Te mando los datos de mi persona si necesitaras cualquier cosa aquí estoy. Pre-jubilado y mano sobre mano , en este momento luchando por la causa de Zoilo y él, que está en la misma condición que yo, desempolvando carretes.