RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

viernes, 26 de septiembre de 2008

RETICENCIAS

Mi buen amigo Antonio Dorta cree tener razón al subrayar que la mayoría de la gente, sobretodo la que ha alcanzado en los últimos años de su vida una alta cota social, tiene mucho más temor a enfrentarse a su pasado (ya vivido y experimentado) que al futuro aún por descubrir y, en consecuencia, mucho más incierto y por lo tanto con muchos más riesgos si cabe, lo que en realidad nos plantea una grave paradoja que entraña un problema de muy dificil solución.

La gente anónima que nunca tuvo nada, aquella que ha perdido lo poco que aún tenía o aquella otra que ya no le queda nada por perder y mucho menos que arriesgar porque, dicho sea de paso, ya se les ha garantizado un futuro del todo incierto, lo único que les queda como patrimonio propio y personal es, precisamente, aparte de la esperanza, su azaroso pero vivido pasado. Y es este tipo de gente, los perdedores, la que con más celeridad se han puesto en contacto conmigo para agradecerme, a través de Internet, la recuperación de su único patrimonio conocido: SU PASADO

Como cronista gráfico que me considero, me enfrento a esta curiosísima y grave paradoja que ya he comentado antes y que me mantiene del todo confundido respecto a sí, como según parece, debo publicar o no determinadas fotos de determinadas personas que se encuentran en el seno de los álbumes en Flickr.

Noto un extraño silencio en torno a lo que se venía anunciando como algo novedoso, desde el punto de vista sociológico, y que, sin embargo, algunas diplomáticas reticencias impiden o aconsejan su no publicación. De modo que me encuentro en poder de un valioso documento gráfico que, al parecer, no interesa a casi nadie excepto, como he mencionado antes, a aquellos cuyo pasado no compromete a nada ni tampoco a nadie.

En una sociedad moderna, civilizada y democrática, la libertad de expresión, en interés de recuperar una memoria gráfica del Puerto de la Cruz, no debería ser obstáculo para promover, desde las instituciones u otros estamentos, la divulgación de un documento de la vital importancia como el que representa esta MEMORIA SENTIMENTAL GRÁFICA del Puerto de la Cruz. O por lo menos, así lo entiendo yo.

3 comentarios:

  1. La Mascota Judía de los Nazis

    La palabra Nazi se puede cambiar por otro nombre propio en esta historia relacionada con el texto que acabas de leer.



    Digamos que el destino existe, imaginemos que en alguna parte se ha previsto el acontecer diario e histórico.

    Pero también pensemos que es posible descubrir que este hado inmisericorde, frío e inhumano, no siempre alcanza a todos.

    Un nombre nos servirá para reseñar los hechos.

    Alguien nacido en una tierra distante y desconocida para muchos, Bielorrusia. Alex Kurzem es este nombre.

    Supuestamente australiano, recientemente ha descubierto su verdadera identidad y procedencia.

    Eran tiempos de terror, de dolor y muerte.

    La Segunda Guerra Mundial destruía Europa.

    La cima de la cultura occidental era erosionada por el furor de los cañones y las balas, el sumun de la clase y el estilo era triturado por el espanto y la violencia.

    Cuando era un pequeño de cinco años, Alex Kurzem vivía junto a sus padres y sus hermanos.

    Eran felices a pesar de las carencias y de los conflictos domésticos cotidianos.

    Como todos los niños su única preocupación era poder jugar todo el día.

    Pero, de pronto, antes de que pudiera comprender la magnitud y la extensión de los hechos, a su país llegaron las fuerzas nazis.

    Se posesionaron del territorio, abolieron las leyes y destruyeron las instituciones nacionales.

    Instalaron en el poder a un oficial de las SS que agobiado por el ocio, escarnecido por la inercia, se entretenía con jornadas diarias de fusilamientos.

    La casa de los Kurzem (para qué decir que eran judíos) quedaba frente a una plaza con una hermosa fuente. Desde la ventana del primer piso, la madre alcanzó a ver como era puesto en fila un número indeterminado de los hombres del pueblo.

    Entre ellos pudo ver a su esposo. No pudo dejar de mirar hasta cuando las balas destrozaron el pecho y el rostro de su marido y el de todos los fusilados.

    Con el llanto anudado en la garganta bajó las escaleras y buscó a sus hijos.

    Los reunió ante la fotografía del padre sacrificado y les comunicó que había muerto y que pronto esa misma suerte les alcanzaría.

    Alex miró a su madre de hito en hito sin entender todavía el significado correcto de las palabras muerte, fusilados y ocupación.

    Sintió dentro de si un hormigueo incesante.

    Adivinó que era miedo y descubrió gracias a una suerte de intuición y de evocación de la memoria colectiva que morir era definitivo.

    De pronto sintió que debía hacer algo antes de que esa suerte le alcanzara finalmente, como había dicho su madre.

    "No quería morir, y por eso en medio de la noche intenté escapar. Besé a mi madre y le dije adiós, y corrí hacia la colina en las afueras del pueblo, hasta el amanecer".

    Estas fueron las palabras de Kurzem cuando trajo desde los oscuros laberintos de la memoria aquellos momentos.

    Ese día, recuerda, escapó cuando el sol se ocultaba tras las neblinosas colinas y el viento aullaba entre los árboles.

    Llegó hasta el bosque y se escondió detrás de una roca.

    Debió dormirse o desmayarse, el recuerdo no le es muy preciso.

    En el pueblo, al despuntar el alba, los nazis irrumpieron en su casa y masacraron a su madre y sus hermanos.

    Sobre el embaldosado, una foto de Alex yacía manchada por la sangre de su progenitora que la soltó cuando la muerte la acogió en su seno de sombras.

    "Quedé muy traumado.

    Recuerdo que me mordía la mano para no llorar a los gritos, porque de hacerlo me hubieran descubierto en el bosque.

    No recuerdo exactamente qué fue lo que ocurrió. Probablemente me desmayé un par de veces. Fue terrible"."Cuando acabaron los disparos no sabía adónde ir y me quedé en el bosque, porque no podía regresar. Fui el único superviviente. Tenía cinco o seis años".

    Las palabras anteriores evidencian el sufrimiento del pequeño Kurzem, perdido y solo en el mundo, con miedo de ser encontrado y asesinado. Para sobrevivir debió robar algunas hortalizas y beber el rocío depositado en los oquedades de la tierra. También debió hacerse de algunas monedas y las obtuvo robándoles la ropa a los cadáveres a los soldados para venderla a los campesinos.

    Pasaron nueve meses y Alex Kurtzem se mantuvo bajo el mismo patrón de clandestinidad, oculto en el día o deambulando entre los huertos de los lugareños; cuando caía la noche intentaba dormir en los establos o los cobertizos de las cabañas del entorno.

    Por fin, un aldeano, cansado de que le hurtaran sus verduras, lo entregó a la policía lituana que posteriormente fue absorbida por la temida SS de los nazis. Allí fue adoptado por las Fuerzas Especiales de Asalto y se convirtió en su pequeña mascota rusa.

    Los alemanes lo creyeron un niño ruso y no se percataron de su procedencia judía. Le dieron un uniforme hecho a la medida con las insignias del temido escuadrón, además de un fusil adecuado a su tamaño y una pequeña Mausser.

    Kutzner sobrevivió lustrando zapatos, cargando agua o encendiendo el fuego, hasta sirvió de entretenimiento a los soldados a quienes ofrecía algo de un inusitado talento para la danza la narración de historias sobre lugares lejanos, que no eran más que aquellas escuchadas a su padre en las noches frente a la chimenea.

    No obstante ser la mascota, presenció las atrocidades cometidas por las huestes hitlerianas en los pueblos conquistados. Su vida no se vio truncada porque los nazis jamás descubrieron sus orígenes judíos.

    Pero esto pudo haber cambiado. Un día estaban alineando a la gente para masacrarla frente a una vieja muralla. Kurtzem creyó que había llegado el momento que tanto había temido y le dijo a un soldado que estaba cerca: 'Antes de matarme, ¿no me daría un pedazo de pan?'. Me miró y me llevó al fondo de la escuela. Me examinó y comprobó que era judío. 'Esto es malo, esto es malo', dijo. 'Mira, no quiero matarte, pero no puedo dejarte aquí porque morirás".

    El soldado, conmovido por la inocencia quebrantada y por la resignación del pequeño decidió guardar el secreto, llevarlo consigo y darle un nuevo nombre. Dijo a todos que el niño era un huérfano ruso. Su benefactor era el sargento Jekabs Kulis.

    Cuenta Kurtzem que los alemanes le utilizaron para atraer a los judíos a su muerte. Ajeno a la procedencia de los asesinados, el pequeño intentaba endurecer su espíritu para no terminar traicionándose a si mismo.

    El final del recorrido llegó en 1944, cuando Alemania ya vislumbraba la derrota, cuando el fanatismo y la locura nazi estaban acorralados contra los paredones de la historia. Entonces el sargento vencido, más por la tristeza de abandonar a Alex que por la humillación nacional, lo envió a vivir con una familia lituana. Cinco años después de esto, viajó a Australia donde debió trabajar en un circo y también fue técnico en electrónica, reparador de televisores y artefactos de todo tipo.

    Ahora, sus memorias han visto la luz en un libro titulado La Mascota. Está casado y tiene un hijo, con quien investigó todo su pasado. Su verdadero nombre era Ilva Galperin. Nunca supo que fue de su salvador.

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  2. El retrato de Dorian Gray

    (original en inglés: The Picture of Dorian Gray) novela que escribió el autor irlandés Oscar Wilde, y que publicó en el Lippincott's Monthly Magazine el 20 de junio de 1890.[1]

    Posteriormente, Wilde revisaría la obra, haría varias modificaciones y agregaría nuevos capítulos; la versión modificada fue publicada por Ward, Lock, and Company en Abril de 1891.[2]

    La novela cuenta la historia de un joven llamado Dorian Gray, retratado por el artista Basil Hallward, quien queda enormemente impresionado por la belleza física de Dorian y comienza a encapricharse con él, creyendo que esta belleza es la responsable de la nueva forma de su arte. Charlando en el jardín de Basil, Dorian conoce a Lord Henry Wotton, un amigo de Basil, y empieza a cautivarse por la visión del mundo de Lord Henry, que asume un nuevo tipo de hedonismo, él indica que "lo único que vale la pena en la vida es la belleza, y la satisfacción de los sentidos". Al darse cuenta de que un día se desvanecerá su belleza, Dorian clama, desea tener la edad del cuadro que Basil pintó de él para siempre. El deseo de Dorian se cumple, a lo que posteriormente lo lleva a serie de actos de libertinaje y perversión; el retrato sirve como un recordatorio de los efectos de cada uno de los actos cometidos sobre su alma, con cada pecado el cuadro se va desfigurando o envejece.

    El Retrato de Dorian Gray es considerado uno de las últimas obras clásicas de horror gótico con una fuerte temática faustiana.[3] El libro causó controversia cuando fue publicado por primera vez, sin embargo en la actualidad es considerado como "uno de los clásicos modernos de la literatura occidental."[4]

    Contenido [ocultar]
    1 Argumento
    2 Novela (resumen)
    3 Personajes
    4 Alusiones a otros trabajos
    4.1 Fausto
    4.2 Shakespeare
    4.3 Joris-Karl Huysmans
    5 Significado literario
    5.1 Introducción
    5.2 Crítica
    6 Adaptaciones a cine, teatro y televisión
    7 Temática
    8 Notas
    9 Bibliografía
    10 Véase también
    11 Enlaces externos



    Argumento [editar]La novela, perfectamente estructurada, relatada, mezclando realidad y fantasía, propia de los cuentos moralistas que escribía también por aquel entonces, como El príncipe feliz o El ruiseñor y la rosa, la obsesión de un joven atractivo y exitoso por mantenerse siempre joven, después de que un amigo, el pintor Basil Hallward, le haya retratado soberbiamente en un lienzo. Naturalmente, su deseo se convierte en tragedia tras darse cuenta que, en efecto, sus peticiones han sido escuchadas, lanzándose así en una espiral de odio y vicio.

    Oscar Wilde supo retratar a la perfección, con gran ojo crítico, tanto la sociedad de su época (finales del siglo XIX, en plena época victoriana), como el tema de la vanidad, de la locura y la enajenación. Su perfección como retratista y sus descripciones cautivaron a su público. Sin embargo, el carácter en ocasiones algo presumido, indolente y afectado de Dorian Gray lo volvieron en su contra durante los juicios que se celebraron en Londres en contra del autor a propósito de su homosexualidad, entonces un delito por el que se podía ir a la cárcel. Oscar Wilde se defendió admirablemente en el estrado, después de que fueran leídos en voz alta varios pasajes del libro en los que se podría entrever cierta conducta aduladora y delicada entre Dorian y el pintor Basil. Oscar Wilde afirmó que no se podía juzgar en modo alguno a «un hombre por lo que escribe».

    Hoy día el mito de Dorian Gray está extendido en la cultura occidental como un sinónimo de vanidad y de deseo de imperturbabilidad, y en honor a esta carismática figura en honor a la belleza y la maldad, se han hecho obras de teatro y películas memorables.


    Novela (resumen) [editar]La novela comienza con Lord Henry Wotton observando el retrato que pintó el artista Basil Hallward de un apuesto joven, cuyo nombre no quería revelar Basil pero al final después de la insistencia de Wotton, se lo dice: su nombre es Dorian Gray. Pasan al jardín y hablan, Dorian llega después y casi obligado Basil le presenta a Wotton, Henry comienza a hablar con Dorian, y este queda impresionado con la perspectiva del mundo que tiene Wotton, pues le dice: "Lo único con valor en la vida es la belleza". Dorian queda maravillado con esta perspectiva y comienza a pensar en la superficialidad. Dorian, después de esto, decide que no envejecerá nunca, por esto cuando ve su retrato pintado por Basil Hallward lanza una especie de plegaria, envidioso de su propio retrato, para que sea el retrato quien envejezca en lugar de él mismo. Cuando se da cuenta de que su terrible deseo se ha convertido en realidad, de que el retrato es un reflejo de su alma, Dorian se sume n una espiral de corrupción y perversión.


    Personajes [editar]En una carta, Wilde dijo que los personajes de El Retrato de Dorian Gray son, de diferentes formas, reflejos de sí mismo: "Basil Hallward es lo que creo que soy: Lord Henry lo que el mundo piensa de mí: Dorian lo que me gustaría ser en otras edades, tal vez."[5]

    Dorian Gray: Joven extremadamente atractivo quien se cautiva de la nueva idea de hedonismo de Lord Henry. Él comienza a satisfacer cada placer suyo, sin importar si es moral o inmoralmente aceptado.
    Basil Hallward: Artista que se encapricha con la belleza de Dorian, el cual lo ayuda a darse cuenta de su potencial artistico, aunque el retrato que hizo de él resulta ser su mejor trabajo. No es mas que un artista puro y apasionado.
    Lord Henry Wotton: Noble que inicialmente es amigo de Basil, pero que después queda intrigado por la ingenuidad y belleza de Dorian. Es extremadamente ingenioso. Es visto como un crítica a la cultura victoriana tardía que abraza una visión indulgente del hedonismo. Corrompe a Dorian con su visión del mundo, así que Dorian intenta emularlo. Basil lo llama "Harry".
    Sibyl Vane: Bella pero extremadamente pobre actriz que se enamora de Dorian. Su amor por él destruye su carrera, ya que no encuentra placer en la imagen ficticia de amor cuando ella tiene un amor verdadero en la realidad. Se suicida cuando Dorian ya no quiere casarse con ella, pues él ha descubierto que no está enamorado de ella.
    James Vane: Hermano de Sibyl que se convierte en marino y se marcha a Australia. Es extremadamente protector con su hermana, y no se atreve a dejarla porque cree que Dorian la perjudicará. Intenta matar a Dorian, pero al ver que su rostro es joven y fresco, cree que no es él.
    Mrs. Vane: Madre de Sibyl y James, una vieja y acabada actriz. Ella y Sibyl estan consignadas en teatro pobre para pagar sus deudas. Está extremadamente complacida con la relación entre Sibyl y Dorian por la promesa de estatus y riqueza del joven.
    Alan Campbell: Buen amigo de Dorian que termina su amistad con él al poner en duda su reputación.
    Lady Agatha: Tía de Lord Henry. Es miembro activo de la caridad en Londres.
    Lord Fermor: Tío de Lord Henry. Le informa a Lord Henry sobre el linaje de Dorian.
    Victoria, Lady Henry Wotton: Esposa de Lord Henry, quien solo aparece en la novela en una escena en la que Dorian espera a Lord Henry. Más tarde ella se divorcia de Lord Henry.
    Victor: Leal sirviente de Dorian, que con el aumento de la paranoia de su patrón es enviado a hacer encargos inútiles para disuadirlo de que entre en la habitación donde se encuentra el retrato de Dorian.

    Alusiones a otros trabajos [editar]
    Fausto [editar]Wilde dijo una vez que "en la primera novela de cada autor el personaje principal debe ser o Cristo o el Fausto". En ambas historias, el protogonista trata de enamorar a una mujer matando no solo a ella, sino que también a su hermano, quien busca venganza. Wilde dijo que la idea de El retrato de Dorian Gray es "vieja en la historia de la literatura" pero que él le había dado "una nueva forma".

    A diferencia que en el Fausto, no hay momento en el que Dorian haga un pacto con el diablo. De todos modos, la forma cínica en que Lord Henry ve a la vida cumple con el rol del diablo. Aunque al parecer Lord Henry no nota lo que sus actos causan. Pero por ejemplo, cuando Lord Henry le dice a Dorian que "la única forma de escapar de una tentación es dejarse arrastrar por ella"; Lord Henry actúa como el diablo, "llevando a Dorian a manipular su inocencia e inseguridad".


    Shakespeare [editar]En el prefacio, Wilde habla sobre Caliban, un personaje de la obra teatral de Shakespeare, "La tempestad". Cuando Dorian le cuenta a Lord Henry Wotton acerca de su nuevo amor, Sibyl Vane, Dorian habla sobre cada obra de Shakespeare en la que Sybil ha actuado, refiriéndose a ella como la heroína de cada obra.


    Joris-Karl Huysmans [editar]El venenoso libro francés que corrompe a Dorian Gray es la novela de Huysmans, A contrapelo.


    Significado literario [editar]
    Introducción [editar]
    Crítica [editar]En general, las primeras críticas al libro fueron duras, el libro "ganó cierta notoriedad por calificativos de 'empalagoso', 'nausebundo', 'afeminado', 'sucio' y 'contaminante.'"[6] Esto tuvo mucho que ver con los tintes homoeróticos de la novela, que causaron mucha sensación entre los críticos de la época victoriana cuando fue publicado por primera vez. Una gran parte de las críticas contra Wilde fueron por su percepción sobre el hedonismo y por la distorsionada imagen que tenía de la moral convencional. El Daily Chronicle del 30 de junio de 1890 mencionaba que la novela de Wilde tenía "un elemento...que mancharía a cada mente joven que se pusiera en contacto con la misma." A pesar que este elemento no es nombrado explicitamente, el homoerotismo, especialmente en la primera edición, parece ser probablemente el tema.


    Adaptaciones a cine, teatro y televisión [editar]El 14 de febrero de 2008 se estrenó en el teatro La Plaza Isil de Lima una adaptación a las tablas de la novela.

    Así mismo el personaje aparece en la pelicula "La Liga Extraordinaria" o "La Liga de los Hombres Extraordinarios" (The League of Extraordinary Gentlemen), de 2003, interpretado por Stuart Townsend. La película está basada libremente en la novela gráfica The League of Extraordinary Gentlemen escrita por Alan Moore e ilustrada por Kevin O'Neill, aunque en ésta no aparece el personaje de Dorian Gray.

    También se le atribuyó un tema del grupo Demons and Wizards.


    Temática [editar]El Retrato de Dorian Gray parte del argumento universal de la eterna juventud, pero el verdadero sujeto de la novela podríamos decir que es el narcisismo (vanidad), ya que el personaje principal posee una excesiva admiración a su propio yo, hasta el extremos de no desear otra cosa que conservarse como en el cuadro para siempre.

    Pero el tema del narcisismo no es la primera vez que se trata. Partimos del mito de Narciso que Ovidio incluyó dentro de sus Metamorfosis. Diecinueve siglos más tarde, el poeta Paul Valery queda fascinado por este mismo mito, al igual que el filósofo Gastón Bachelard, que hace un estudio sobre su significado y el por qué de su encanto dentro de “El agua de los sueños”.

    Otros hablan del dandismo dentro de la novela, si tenemos en cuenta que un dandi es aquél que, como define la Real Academia Española, se distingue por su elegancia y su buen tono.

    Los vínculos entre narcisismo y dandismo son evidentes, pero no hablamos de lo mismo. El ejemplo de narcisista es Dorian Gray, mientras que cuando hablamos de dandismo no sólo nos referimos a Gray, sino que nos viene a la mente Lord Henry, con esa manera de comportarse y de hablar templada.

    El fin supremo de la vida para Lord Henry es la satisfacción de los deseos inmediatos, lo cual nos lleva a incluir dentro de las temáticas del film el hedonismo cirenaico. Esta filosofía de vida se observa en muchos momentos de la película donde Lord Henry hace alusiones al placer: «Adoro los placeres sencillos, son el último refugio de lo complejo».

    Estos son los temas que básicamente se tratan, pero siempre partiendo del argumento universal de la eterna juventud, que ha sido la base de muchas otras películas como el caso de Fausto (Faust, Murnau, 1926); La belleza del diablo (La beauté du diable, René Clair, 1950) o Margarita y el diablo (Marguerite et le diable, Autant Lara, 1955).

    Aparte de estos temas, también trata otros aspectos como la decadencia; la decadencia tanto de la sociedad (bajo el reinado de Victoria I) como del personaje Dorian Gray y la corrupción de su alma u otros como la vanidad, la arrogancia, la soberbia, la presunción, la altivez, y la moral perversa y torcida, vivo retrato de la sociedad de la época.


    Notas [editar]↑ The Picture of Dorian Gray (Penguin Classics) - Introduction
    ↑ Notes on The Picture of Dorian Gray - An overview of the text, sources, influences, themes and a summary of The Picture of Dorian Gray
    ↑ glbtq >> literature >> Ghost and Horror Fiction - a website which discusses ghost and horror fiction from the 19th century onwards (retrieved 30 July 2006)
    ↑ Books of the poet: Oscar Wilde - a website which gives synopses for several books, including The Picture of Dorian Gray (retrieved 27 August 2006
    ↑ The Modern Library - a synopsis of the book coupled with a short biography of Oscar Wilde (retrieved 6 July 2006)
    ↑ The Modern Library - una sinopsis del libro con una corta biografía de Oscar Wilde (retrieved 6 de julio de 2006)

    Bibliografía [editar]Wilde, Oscar (2006), El retrato de Dorian Gray. El retrato del señor W. H., introducción de Luis Antonio de Villena. Nueva traducción a partir de los textos originales íntegros a cargo de María Cóndor Orduña. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-2855-1.

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  3. De todas formas, me gusta mucho observar el pasado de un lugar para poder entender el presente.

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