RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

miércoles, 1 de abril de 2009

EXPEDICIÓN A CANARIAS [anterior al lunes 30 (1)]. EL BENEFICIO DE LA DUDA

Foto del supuesto MALCOLM cedida por el prestigioso Servicio Secreto de Inteligencia Británico y tomada, con toda seguridad, durante la reconocida Romería de la Orotava en Tenerife (Canary Islands).
Este corto episodio de dos pequeños capítulos (ver el siguiente, su continuación), se produjo unos dias antes de partir de Plymouth a bordo del Queen Mary. Lo reproducimos por la vital importancia que tendrá en el transcurso de la narración .
Como todos Vds. han tenido ocasión de comprobar, Stanley y Livingston se encuentran a punto de arribar a la costa de Canarias.

Mientras esperaba pacientemente a su buen amigo Stanley, Livingstone, -parado ante una afilada esquina de una oscura calle de Plymouth próxima al puerto-, se vió repentinamente abordado por un hombrecillo de minúscula estatura surgido de la espesa y pertinaz niebla británica, tocado con un diminuto sombrero negro y parapetado tras los sucios cristales de unos anteojos de montura metálica que dejaban entrever unos ojillos maliciosos en medio de un rostro cubierto hasta la nariz por el cuello alto de un espeso y largo abrigo de color también negro- y que cuando, por fín, estuvo frente a él, afirmó en tono de sensible duda.

-Livingstone, supongo.
-El mismo -aseveró Livingstone sin apartar en ningún momento la vista del hombrecillo.
-¿Puedo hablar en serio con Vd.? -preguntó con cierta timidez el desconocido.
-Lo siento mucho, pero me temo que eso es completamente imposible. Jamás suelo hablar en serio con nadie y menos aun con desconocidos -argumentó Livingstone esbozando una media sonrisa postiza que no logró convencer del todo a su interlocutor-.
-¿Podría Vd., al menos, prestarme un minuto de atención? -volvio a preguntar el personaje-.
-¡Naturalmente! Eso sí que es posible, caballero, porque oir, lo que se dice oir, si que oigo perfectamente en serio. A ver, dígame, ¿de que se trata?.

Sacando despacio la mano derecha abierta del abrigo y llevándosela hasta la comisura opuesta de la boca con la palma vuelta al exterior y abriendo mucho los ojos, el hombrecillo susurró:

-Me temo que Lady Ginebra os engaña, señor. Dispongo de suficiente información para creer que se trata de una doble agente -y acto seguido enmudeció repentinamente-.

Livingstone no salia de su asombro. Alguien a quién seguramente no conocía le había localizado expresamente aquella noche y en aquella afilada esquina, -antes de partir-, para hacerle partícipe de lo que parecía ser una traición en toda regla por parte de su entrañable y bella amiga Lady Ginebra.

Pretendiendo no dar crédito al recién llegado, Livingstone preguntó:
-¿Como puedo fiarme de Vd?, señor...............
-Malcolm, llámeme Malcolm. Así es como me conocen aquellos quienes recurren a mí servicio de información -dijo extendiéndole mientras se alejaba-, una diminuta tarjeta blanca en la que sólo figuraba un escueto nombre y un número garabateado de teléfono.

Minutos más tarde, aparecería Stanley. Livingstone tomó la precaución de no alarmar, por el momento, a su distinguido amigo haciéndole saber la conversación mantenida aquella noche con el enigmático intruso. No le parecía necesario adelantar determinados acontecimientos de tal relevancia sin conocer antes la verdadera identidad del tal Malcolm.

continuará ............

11 comentarios:

  1. Me temo que esto es una artimaña de welkomeperez, posiblemente por su gran dosis de celos y se siente desplazada e ignorada por no haber sido invitada a la maravillosa aventura del "Cuelebe"
    No puede competir con su guapa e inteligente "adversaria" Lady Ginebra.
    F.Telvi

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  3. "Bueno, la zona de la calle por donde ando... " mascullaba Stanley


    "¡ Oh , disculpe !, dijo Stanley cuando tropezó casi sin quererlo con un hombrecillo no muy bien aspectado ni tratado por la vida.

    Con su sombrero de copa raído y quizás de varias manos ya, el personajillo continuó su andaura.

    Al fondo, se perfilaba la silueta de Livingston, al que, desde luego veía con no muy buena cara Stanley.

    "¿Cómo se lo digo?", se decía para sí.

    "¿Cómo le digo lo de Lady Ginebra?....

    Las cosas de la vida que pasan en la misma calle pero en sus extremos.

    Encima, Livingston, una y otra vez se secaba el sudor por determunadas partes de su frente.

    " Ni adrede para la ocasión!, que no la pintaban calva, por cierto.

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  4. ANTE LA DUDA LA MAS ...

    ¿Se acordaría de Lady Ginebra o no?

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  5. Es cierto como paseante momentáneo, los vi. He visto a Lady Ginebra de brazo de otro hombre. Lo podría testificar.

    Sir Dos

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  6. Como amiga de Lady Ginebra , no estoy de acuerdo con semejante calumnia.

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  7. Qué bonito el desarrollo del tema de hoy. Me da pena por Livingston pero me alegro por Stanley. por cierto el señor del sombrero se da un aire con Aznar o no?

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  8. Gracias guerrera canaria es que los hombres cuando no consiguen su objetivo, todas sabemos como les gusta calumniar ¿o no? L.Ginebra

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  9. No os precipiteis en vuestras conclusiones.
    La fidelidad de todos los componentes está de sobra garantizada. El enemigo sólo pretende desestabilizar la buena armonía del entorno del CUÉLEBE.

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