RETRODEZCAN
Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?
sábado, 24 de abril de 2010
AHORA QUE ESTÁS AUSENTE
AHORA QUE ESTÁS AUSENTE MI CANTO EN LA NOCHE TE LLEVA........
......TE FUISTE GUITARRA ADENTRO HACIA EL TIEMPO DE LA MADERA.
miércoles, 21 de abril de 2010
GRACIAS, ANTONIO DORTA
Mi gran amigo Antonio Dorta a quién conocí, por fín, personalmente en la Semana Santa de este año en La Laguna, me ha enviado un documento gráfico de sumo interés sobre mi hermano aparecido en el diario AIRE LIBRE del año 1963 y que reproduzco aquí con la particularidad de que aquella entrevista a PEPE BONILLA le fue realizada por el entonces comentarista deportivo JUAN CRUZ RUIZ.
Es curioso observar que como "alias" deportivo mi hermano utilizara mi propio nombre: ZOILO
Es curioso observar que como "alias" deportivo mi hermano utilizara mi propio nombre: ZOILO
martes, 20 de abril de 2010
GRACIAS, SALVADOR GARCIA
FALLECIÓ BONILLA.
Ausentes de la ciudad, lo hemos sabido por Juan Cruz, quien siempre me
preguntaba por él. Ha escrito Juan una bella glosa en su blog. Y no menos
bella, desde luego, es la de su hermano Zoilo que ha volcado en cada frase, en
cada línea, la verdad genuina del sentimiento fraternal.
José López Bonilla. Pero todos le conocíamos por Bonilla. Le vimos pintar, iniciar un cortometraje, leer a Kafka, tocar la guitarra, componer, trabajar en la notaría, jugar al fútbol... Hizo de todo en el pueblo que conocía detalladamente, aunque sus silencios y su discreción dieran a entender lo contrario. Un polifacético a su modo, y a su medida.
'Boni' era la bondad personificada.
Eran nuestros primeros años de bachiller, en el inolvidable colegio de segunda enseñanza "Gran Poder de Dios", cuando ya Bonilla mostraba sus inquietudes artísticas. Atraído por el cine y por la música, puso en marcha una suerte de productora (Elcipi, creemos recordar, junto a Perera González y Pérez Yanes) que llegó a iniciar el rodaje de un cortometraje. La escena de un atropello se filmó un domingo por la mañana en la intersección de las avenidas Venezuela y Colón, cuando aún no eran peatonales. El empeño de 'Boni' era merecedor de un buen acabado.
Una vez, en la plaza de la Iglesia, nos dijo: "Ven acá, repíteme esa estrofa. Tú tienes un oído del carajo". Debía estar vacilando, claro. Porque también estaba dotado de un fino sentido del humor en aquellos años sesenta en que intentábamos despegar y los mayores trataban de romper convencionalismos y anacronismos a base de imaginación verbal y 'golpes' de efecto.
Tocaba el bajo. Lo hacía francamente bien. Se esforzaba, pedía partituras y repetía acordes las veces que hiciera falta. A los chicos nos dio por seguir los ensayos prácticamente diarios en una vieja casona de la calle Doctor Ingram y también en un local del desaparecido Frente de Juventudes, a la espera de algún festival o de una actuación en algún barrio. 'Boni' hizo versión de uno de los primeros éxitos del grupo "Lone Star", titulado "Amor bravo". También tocó durante un tiempo los domingos por la tarde en el siempre recordado "Cintra" de la playa de Martiánez.
Le apasionaba el "soul". Aretha Franklin, Ottis Redding, Desmond Dekker, Arthur Conley, Percy Sledge... cualquier intérprete de aquel estilo era genial para él. De Ottis memorizó "Sittin on the dock of the bay", que tenía una parte silbada. Cuando coincidíamos, la repetíamos.
No se perdía un programa que emitían los miércoles por la noche en la televisión en blanco y negro. La memoria no alcanza para plasmar el nombre del presentador de aquel espacio "Tren de medianoche", al que Bonilla imitaba hasta la exactitud en un gesto de subir los ojos cuando despedía.
Curiosamente, la parte menos seria, o la más frívola del Bonilla amante de la música, la protagonizó en una de aquellas sesiones de escala en hi-fi, cuando hizo de Henry Stephen en su "Limón, limonero".
Jugó al fútbol en equipos de categorías inferiores y de aficionados. Tenía un estilo peculiar y suplía con buen manejo de balón su falta de velocidad.
Izquierdista convencido y practicante, José López Bonilla era madrugador. Y dando vueltas a la plaza, muy temprano, siempre se interesó por problemas sociales y siempre procuró informarse para dar respuesta adecuada a cuestiones que suscitaba la política nacional. La local, como que le gustaba un poco menos. En el ejercicio de la alcaldía, nos animó muchas veces, al clarear, después de leer algún titular de prensa con el que discrepaba.
Se ha ido en silencio. Quienes sabíamos de sus problemas procuramos siempre animarle. Era muy realista con sus gestos y su mirada. El valor de la discreción, de la circunspección, tuvo en Bonilla un representante de vanguardia.
Hasta siempre, 'Boni'.
José López Bonilla. Pero todos le conocíamos por Bonilla. Le vimos pintar, iniciar un cortometraje, leer a Kafka, tocar la guitarra, componer, trabajar en la notaría, jugar al fútbol... Hizo de todo en el pueblo que conocía detalladamente, aunque sus silencios y su discreción dieran a entender lo contrario. Un polifacético a su modo, y a su medida.
'Boni' era la bondad personificada.
Eran nuestros primeros años de bachiller, en el inolvidable colegio de segunda enseñanza "Gran Poder de Dios", cuando ya Bonilla mostraba sus inquietudes artísticas. Atraído por el cine y por la música, puso en marcha una suerte de productora (Elcipi, creemos recordar, junto a Perera González y Pérez Yanes) que llegó a iniciar el rodaje de un cortometraje. La escena de un atropello se filmó un domingo por la mañana en la intersección de las avenidas Venezuela y Colón, cuando aún no eran peatonales. El empeño de 'Boni' era merecedor de un buen acabado.
Una vez, en la plaza de la Iglesia, nos dijo: "Ven acá, repíteme esa estrofa. Tú tienes un oído del carajo". Debía estar vacilando, claro. Porque también estaba dotado de un fino sentido del humor en aquellos años sesenta en que intentábamos despegar y los mayores trataban de romper convencionalismos y anacronismos a base de imaginación verbal y 'golpes' de efecto.
Tocaba el bajo. Lo hacía francamente bien. Se esforzaba, pedía partituras y repetía acordes las veces que hiciera falta. A los chicos nos dio por seguir los ensayos prácticamente diarios en una vieja casona de la calle Doctor Ingram y también en un local del desaparecido Frente de Juventudes, a la espera de algún festival o de una actuación en algún barrio. 'Boni' hizo versión de uno de los primeros éxitos del grupo "Lone Star", titulado "Amor bravo". También tocó durante un tiempo los domingos por la tarde en el siempre recordado "Cintra" de la playa de Martiánez.
Le apasionaba el "soul". Aretha Franklin, Ottis Redding, Desmond Dekker, Arthur Conley, Percy Sledge... cualquier intérprete de aquel estilo era genial para él. De Ottis memorizó "Sittin on the dock of the bay", que tenía una parte silbada. Cuando coincidíamos, la repetíamos.
No se perdía un programa que emitían los miércoles por la noche en la televisión en blanco y negro. La memoria no alcanza para plasmar el nombre del presentador de aquel espacio "Tren de medianoche", al que Bonilla imitaba hasta la exactitud en un gesto de subir los ojos cuando despedía.
Curiosamente, la parte menos seria, o la más frívola del Bonilla amante de la música, la protagonizó en una de aquellas sesiones de escala en hi-fi, cuando hizo de Henry Stephen en su "Limón, limonero".
Jugó al fútbol en equipos de categorías inferiores y de aficionados. Tenía un estilo peculiar y suplía con buen manejo de balón su falta de velocidad.
Izquierdista convencido y practicante, José López Bonilla era madrugador. Y dando vueltas a la plaza, muy temprano, siempre se interesó por problemas sociales y siempre procuró informarse para dar respuesta adecuada a cuestiones que suscitaba la política nacional. La local, como que le gustaba un poco menos. En el ejercicio de la alcaldía, nos animó muchas veces, al clarear, después de leer algún titular de prensa con el que discrepaba.
Se ha ido en silencio. Quienes sabíamos de sus problemas procuramos siempre animarle. Era muy realista con sus gestos y su mirada. El valor de la discreción, de la circunspección, tuvo en Bonilla un representante de vanguardia.
Hasta siempre, 'Boni'.
PERCEPCIONES; ahora que me he quedado solo
Creo que aquel decorado de
ensueño siempre, -y sin darnos cuenta hasta mucho más tarde-, le vino grande a mi
familia. Aunque en un principio parecimos encajar perfectamente en él, tuvimos por
contra el inconveniente de no haber
pertenecido nunca a aquel soberbio paisaje donde de continuo recibíamos suaves aunque discretos empujoncitos para sacarnos de sus
límites. Allí se movían a la perfección todos aquellos cuyas raíces permanecían
desde su nacimiento vinculadas a su tierra y a su mar.
Un mar por el que mi hermano Pepe y yo
sentíamos una gran debilidad y cuyas olas rompían con energía contra aquel
bastidor rocoso que sostenía el lienzo multicolor, multiétnico y casi
multinacional que propiciaba la industria de un turismo cada vez más emergente
y que años más tarde se iría
deteriorando de tal manera que hasta corríamos el serio riesgo de que en su desplome quedáramos sepultados para siempre bajo su pesado lienzo, afectando, de manera especial, a los foráneos y advenedizos como nosotros.
Cada uno defendía el sitio que verdaderamente le correspondía y es justo
reconocer que esa prioridad se la adjudicaran los allí nacidos y arraigados.
Mi hermano Pepe y yo proveníamos
de un desarraigo social donde, desde niños, nuestro mayor entretenimiento consistía
en asistir a presenciar, desde la desconchada acera, como se derretía el piche
de la carretera general durante los intensos días de sol en pleno verano. Aquel
suburbio inhóspito al que dividía en dos la cinta de alquitrán derretido no era
otro que La Cuesta.
El nuevo decorado portuense no sólo se componía de un precioso paisaje físico que en absoluto alteraba nuestra tímida presencia en él sino que nuestros deseos, nuestras esperanzas y nuestro futuro también tenían cabida en un reducido espacio sentimental, invisible para el resto pero no para nosotros, los que llegamos de La Cuesta mientras el piche de su carretera general continuaba derritiéndose año tras año bajo el sol implacable de aquellos calurosos veranos ya pretéritos. De haber sido un espacio visible, esa reserva sentimental sobre el lienzo de aquel distinto y hermoso paisaje hubiera explicado muchas cosas sobre nosotros, sobre mi querido hermano Pepe y yo que muchos desconocian.
Una suerte maléfica parecia perseguir desde siempre a mi familia, cebándose, sobre todo, en nosotros, en mi hermano y en mí. En forma de oscuro moho enlutado, aquel incomprensible maleficio terminó poco a poco por apoderarse del lienzo multicolor que para nosotros significaba el Puerto, escudriñando, acechándonos desde cualquier esquina sin que Pepe y yo pudiéramos hacer nada por evitar la castración artística, intelectual, lúdica, deportiva, etc. a la que nos tenía sometidos. Y así, el bastidor que lo sostenía se fue deteriorando, se fue pudriendo bajo el peso de su funesta influencia, con peligro para nosotros , los que un día llegamos desde de La Cuesta con tan buenas intenciones de futuro.
Mucho antes de que aquel pesado telón de fondo terminara por caer irremisiblemente sobre la ya endeble figura de mi querido hermano Pepe, sepultándolo para siempre, yo ya me había descolgado de aquel rancio decorado que lentamente se iba desdibujando en la medida que aquel moho enlutado se apoderaba paulatinamente de él.
Junto a mi nueva familia, Carmen y Dácil, me refugié en uno nuevo, luminoso, abierto, con sus cuatro estaciones y sus cuatro puntos cardinales de los que sólo me interesaban dos: al Norte Los Pireneos, al Sur el Mediterráneo.
Sin embargo y con permiso del excelente músico y compositor, también siempre podré cantar: .......y que le voy a hacer, Serrat, si yo no nací en el Mediterráneo?
El nuevo decorado portuense no sólo se componía de un precioso paisaje físico que en absoluto alteraba nuestra tímida presencia en él sino que nuestros deseos, nuestras esperanzas y nuestro futuro también tenían cabida en un reducido espacio sentimental, invisible para el resto pero no para nosotros, los que llegamos de La Cuesta mientras el piche de su carretera general continuaba derritiéndose año tras año bajo el sol implacable de aquellos calurosos veranos ya pretéritos. De haber sido un espacio visible, esa reserva sentimental sobre el lienzo de aquel distinto y hermoso paisaje hubiera explicado muchas cosas sobre nosotros, sobre mi querido hermano Pepe y yo que muchos desconocian.
Una suerte maléfica parecia perseguir desde siempre a mi familia, cebándose, sobre todo, en nosotros, en mi hermano y en mí. En forma de oscuro moho enlutado, aquel incomprensible maleficio terminó poco a poco por apoderarse del lienzo multicolor que para nosotros significaba el Puerto, escudriñando, acechándonos desde cualquier esquina sin que Pepe y yo pudiéramos hacer nada por evitar la castración artística, intelectual, lúdica, deportiva, etc. a la que nos tenía sometidos. Y así, el bastidor que lo sostenía se fue deteriorando, se fue pudriendo bajo el peso de su funesta influencia, con peligro para nosotros , los que un día llegamos desde de La Cuesta con tan buenas intenciones de futuro.
Mucho antes de que aquel pesado telón de fondo terminara por caer irremisiblemente sobre la ya endeble figura de mi querido hermano Pepe, sepultándolo para siempre, yo ya me había descolgado de aquel rancio decorado que lentamente se iba desdibujando en la medida que aquel moho enlutado se apoderaba paulatinamente de él.
Junto a mi nueva familia, Carmen y Dácil, me refugié en uno nuevo, luminoso, abierto, con sus cuatro estaciones y sus cuatro puntos cardinales de los que sólo me interesaban dos: al Norte Los Pireneos, al Sur el Mediterráneo.
Sin embargo y con permiso del excelente músico y compositor, también siempre podré cantar: .......y que le voy a hacer, Serrat, si yo no nací en el Mediterráneo?
lunes, 19 de abril de 2010
¡¡GRACIAS, JUAN CRUZ!!. (En nombre de mi hermano y en el mio propio)
Un amigo
Tuve
un amigo en mi adolescencia que me ayudó a conservar la risa en un
tiempo que era muy poco propicio a la risa. Tenía un gran sentido del
humor, mostraba siempre una enorme disponibilidad de tiempo, era capaz
de conversar de cualquier cosa con tal de tener a los demás
entretenidos. La vida luego nos llevó por circuitos distintos, y de vez
en cuando recibía noticias suyas a través de gente de mi pueblo o de
alguno de sus parientes. Se llama José López Bonilla, y murió ayer,
después de una enfermedad muy grave, de enorme sufrimiento. Era hermano
de Zoilo López Bonilla, artista plástico, fotógrafo que almacena en su
memoria algunas de las mejores instantáneas del Puerto de la Cruz de
nuestra generación. Pepe era su hermano menor. Vinieron al Puerto
cuando yo era un chiquillo, y conocí pronto a Pepe. Él trabajaba en la
recepción de un hotel, cerca de mi colegio, y por las tardes, cuando yo
no iba a clase, que era con mucha frecuencia, charlábamos por teléfono
de todo lo que sucedía en el pueblo. Su sentido del humor se parecía a
ese humor caribeño que luego descubrí en Tres tristes tigres; era
chispeante y feliz, rapidísimo, contaba las cosas con la alegría de
quien se las encuentra frescas en su ingenio; su generosidad conmigo
fue grande. Se quitaba tiempo del tiempo que tenía para contarme
historias de su invención con las que me mantenía alerta acerca de lo
que sucedía en la vida que estaba más allá de mi cama y de mi casa. Mi
hermano, que era muy diestro en el manejo de los aparatos eléctricos o
electrónicos, cambio de sitio el teléfono de baquelita de mi casa, lo
quitó de la entrada y lo colocó en la cabecera de mi cama, para que en
días de convalescencia, que eran muchos, pudiera hablar con dos amigos,
Pepe y Rafa; Rafa era --y es, afortunadamente-- Rafa Cobiella,
compañero de clase. Rafa me contaba qué pasaba en el colegio y Pepe me
contaba qué pasaba en la vida. Ese mismo teléfono me sirvió luego para
comunicar con el periódico Aire Libre, que es donde empecé a publicar
mis crónicas, como corresponsal futbolístico en la zona norte de la
isla. Hasta mi casa llegó después Salvador Pérez, que se firmaba
Paladín, y era el que se llevaba esas crónicas directamente a la
redacción de aquel semanario. Pero mi manía telefónica, que muchos
amigos me reprochan, nació precisamente para hablar con Pepe y Rafa.
Pepe ya no está, y eso me produce una congoja, una herida, de la que he
querido escribir hoy en medio de un día nublado, extenuante, en la
ciudad postiza. Pepe López Bonilla, un ingenio inagotable cuyos días
acabaron pero cuya memoria me llena de gratitud y de buen recuerdo.
SOUL MAN: Pepe Bonilla. Descanse en paz
Recuerdo a mi hermano, PEPE BONILLA, en su época de esplendor. En la época en que con su propio grupo actuaba los domingos por la tarde en la terraza del CINTRA PLAYA en la Playa de Martianez, hoy ya desaparecido. Sólo tengo presente el nombre de uno de sus miembros: LEOCADIO quién tocaba el saxofón acompañado de mi hermano al bajo eléctrico. Y hacían SOUL, música que despertaba en mi hermano un profundo sentimiento artístico y que valía la pena escuchar por entonces en un Puerto de la Cruz donde fueron pioneros de aquella música nueva de cuyos intérpretes y compositores tenía mi hermano una vasta colección de LP's. que habrán heredado sus hijos.
Como homenaje a aquellos años de su alegre juventud inserto una de las varias fotos encontradas en mi colección de negativos. Así es como me gustaría recordarle siempre: sano y alegre
domingo, 18 de abril de 2010
IN MEMORIAM: José López Bonilla, mi querido hermano
Hace sólo una media hora me han
comunicado por teléfono la desafortunada notica de la muerte de mi
único hermano. Pero no lo hizo como cabia esperar la recepción de la
planta del Hospital Universitario donde dejé, durante la semana que me
desplacé a Canarias por tal motivo, mi número de teléfono para cuando
se produjera el esperado óbito.
Lo ha hecho uno de sus hijos con un lacónico mensaje: "mi padre se murió".
No
voy a hablar de la decisión tomada por mi hermano hace años respecto al
curso que le daría a su propia vida. Sólo puedo decir que fue una
excelente persona, un magnífico hermano y que afrontó valientemente
todas las consecuencias que se derivaron de tal compromiso. Quise hacer
algo en su favor pero siempre siguió fiel al camino que había elegido;
un camino cuyo final ha llegado desgraciadamente a su fín sin que yo
pudiera haber hecho absolutamente nada por evitarlo.Aún así me siento
ahora culpable de haber tenido que abandonar la isla en busca de nuevos
horizontes mientras él corría en el Puerto con su propia y desgraciada
suerte. ¡¡Siempre le tendré en mi memoria!!.
Todos
los que me conocen saben el cariño que yo profesaba por él.
Nunca tuve queja de su comportamiento hacia mí aunque se me hizo
siempre muy dificil llegar a comprender el motivo de su aparente
abandono.
Después
de un largo periodo de diez años de separación, sólo me queda el
consuelo de haberlo visto con vida durante los siete dias de
esta última Semana Santa del 2010 en la que me desplacé desde Barcelona
para acompañarle en el trance final de su dolorosa enfermedad.
He
intentado por todos los medios conseguir un vuelo a Canarias para
asistir al entierro que tendrá lugar mañana pero los nuevos
acontecimientos derivados de la erupción del volcán de Islandia me lo impiden. El destino, una vez más, consigue frustrar este
particular propósito de rendir el último adios a mi querido hermano
Pepe.
Carmen y mi hija Dácil siempre recordarán su sincera sonrisa y el mutuo aprecio que se profesaban.
DESCANSE EN PAZ
Me consta la ayuda que muchos le prestaron en la medida de sus posibilidades y agradezco profundamente esa gran generosidad. ¡GRACIAS A TODOS!
Carmen y mi hija Dácil siempre recordarán su sincera sonrisa y el mutuo aprecio que se profesaban.
DESCANSE EN PAZ
Me consta la ayuda que muchos le prestaron en la medida de sus posibilidades y agradezco profundamente esa gran generosidad. ¡GRACIAS A TODOS!
PEDRO GONZÁLEZ: mi exprofesor de Bellas Artes
A propósito de mi paso por la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, durante el curso de Preparatorio del 73-74, me gustaría referir una anécdota que tiene una relación directa con el octogenario pintor Pedro González a la sazón profesor mio de colorido.
Aún conservo las calificaciones de entonces donde figura el suspenso con un 4 de la asignatura de colorido que impartía Maribel Nazco pero cuyo responsable no era otro que el profesor Pedro González. Se trataba, pues, de los estudios de Bellas Artes del Plan 1942.
Aquel suspenso que en absoluto me esperaba supuso para mí tan gran decepción que treinta y seis años más tarde, con tal de superar aquel trauma que se apoderara de mí desde entonces, decidí matricularme en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona donde aún permanezco.
No es nada probable que el respetable Pedro González conozca lo frustrado que me sentí hace ya treinta y seis años con aquel suspenso. No obstante, con motivo de su reciente exposición en Tenerife le deseo de todo corazón el reconocimiento artístico que siempre se ha merecido y que sin duda alguna aún retiene como prueba fehacientemente su impecable trayectoria pictórica
LOS HERMANOS MARCOS E IMELDO BELLO
La crónica de Andrés Chaves publicada el pasado sábado, 17 de abril, en las páginas de EL DIA bajo el título de LOS MARES DE IMELDO me retrotrae a los años de juventud vinculados a la música, a la Escuela Superior de Bellas Artes y, ¿como no?, a la fotografía, disciplina en la que entonces ya despuntaba IMELDO como creador de una cierta vanguardia artística en el Puerto de la Cruz.
Yo tendría unos dieciseis años cuando mi familia llegó al Puerto. El colegio de segunda enseñanza ubicado muy cerca de la Plaza del la iglesia me ofreció la última oportunidad no sólo de estudiar 5º año de bachiller (el elemental ya lo traía de La Laguna) sino la de conocer, además, a una pléyade de jóvenes extraordinarios y excelentes nadadores, -no en vano habían crecido junto al mar-, entre los que se encontraban, -recuerdo perfectamente-, Jesús, desgraciadamente ya fallecido hace años, los hermanos Juan José y Armando Figueroa, Margarita Espinosa y Carmen Torrents, Rafael Cobiella, Layo y su hermano, también fallecido, Montesdeoca y un largo excétera de estudiantes con los que algunos mantengo todavía una cordial y sincera mistad.
Imeldo y su hermano Marcos, con quién coincidí en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Cruz, también fueron unos verdaderos amigos con los que intercambié múltiples ideas y proyectos sobre nuestras respectivas inclinaciones artísticas.
Como bien insinúa el Sr. Chaves, la OJE aglutinaba entonces en su seno a un numeroso grupo de jóvenes vinculados al deporte, a la excursiones de montaña y a los viajes programados a otras sedes del territorio penínsular. Por esa vía jamás pude hacer ningún amigo porque mi padre fue siempre bastante estricto en lo de pertenecer a una muy sospechosa organización cuyas siglas no le merecía ninguna confianza por la supuesta permanente connivencia con la imperante dictadura del ya fallecido general Franco. Sin embargo, también es del todo cierto que viviendo yo aún en La Cuesta y vinculado como estaba entonces a la música sudamericana, el grupo al que yo pertenecía había participado e incluso ganado algún concurso musical radiofónico organizado precisamente por RADIO JUVENTUD DE CANARIAS (emisora entonces pertenenciente al Frente de Juventudes). Aunque también supimos hacerlo, en riguroso directo, en los estudios de RADIO CLUB TENERIFE de la mano del célebre y controvertido locutor y director SOMAR.
A lo largo del pasado año, Imeldo contactó casualmente conmigo a propósito de ciertas fotos publicadas por mí en Flickr y durante cierto tiempo intercambiamos una serie de E-mails relacionados con los respectivos trabajos de cada uno de nosotros en materia artística. Me puse en contacto con su hija Lara que estudia arquitectura en Barcelona para ofrecerle cualquier cosa que pudiera necesitar sin que hayamos tenido ocasión de conocermos personalmente. Espero recuperar de nuevo la corriente, momentáneamente interrumpida, de amistad que me une a su padre y ponerle al tanto de la también NOSTALGIA de mis MARES del SUR.
Esta crónica pueden ustedes leerla como excusa para comprobar la apostura de la que IMELDO BELLO (nunca mejor citado su apellido) presumía en su deliciosa y tranquila juventud isleña.
sábado, 17 de abril de 2010
DÁCIL LÓPEZ en RADIO 3 - PROGRAMA: Capitán Demo
La emblemática emisora nacional RADIO 3, en el seno de su programa musical CAPITAN DEMO del pasado 9 de abril, dió comienzo su emisión con el primerode los temas del nuevo álbum de DÁCIL LÓPEZ que lleva por título TRAIN BATH SUSHI & JAZZ. Dicho álbum responde al nombre de "EL CÍRCULO DEL AMOR".
Quienes desen escuchar el tema y la opinión que le merecen a los responsables del programa las composiciones de Dácil, sólo tienen que pulsar título en rojo de este texto.
viernes, 16 de abril de 2010
CABARET ELÈCTRIC - VÍDEO DE DÁCIL en CATALUNYA RADIO
SI PULSAIS EN EL TÍTULO, os ofrezco un video de Dácil y su grupo con motivo de la actuación que tuvo lugar el pasado día 14 de Abril en los estudios de CATALUNYA RADIO de BARCELONA
DACIL en directo en CATALUNYA RADIO
El pasado 14 de Abril CATALUNYA RADIO tuvo la amabilidad de invitar a Dácil y su grupo a una actuación en directo. La cantante canaria consechó un magnífico éxito del que se hicieron eco todos sus incondicionales que asistieron personalmente a disfrutar de su excelente música en vivo.
Sólo teneis que pulsar en el título de esta crónica y conectareis directamente con la entrevista y la actuación llevada a cabo en CATALUNYA RADIO
Sólo teneis que pulsar en el título de esta crónica y conectareis directamente con la entrevista y la actuación llevada a cabo en CATALUNYA RADIO
jueves, 15 de abril de 2010
Doña Cayetana, Duquesa de Alba, imaginada por Zoilo López
Siempre he tenido mis reservas respecto de la aparente mala salud de la que a veces dicen sufrir algunos aristócratas de este gran pais llamado España; será por culpa de mi vena roja y republicana por lo que no me creo absolutamente nada sobre lo que la prensa publica respecto de aquellos por cuyas venas corre sangre dicen que de color azul.
La caricatura que precede a este texto pone de manifiesto lo que de saludable pudiera tener la excelsa figura de Doña Cayetana, Duquesa de Alba a la que me he permitido aproximarla a uno de los maravillosos desnudos del gran pintor Lucien Freud a quién me he apresurado a emular.
Se trata de un ejercicio pictórico (óleo sobre tela) destinado a cubrir el expediente del último tramo del trimestre del curso 2009-10 en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona
jueves, 8 de abril de 2010
De los amigos hechos por Internet
Por lo que me han contado, no suele ocurrir con frecuencia que uno
se lleve una grata sorpresa al conocer personalmente a aquellos con
quienes a través de Internet se ha mantenido una cordial relación
durante años sin ni siquiera vernos. No ha sido este mi caso. Tanto
Antonio Pedro Dorta como Bruno Alvarez me han desbordado con sus
respectivas personalidades y me han sorprendido gratamente con la
evocación que hemos hecho de algunas anécdotas vividas entre nosotros
en el seno de nuestros respectivos Blogs.
Dorta me parece una
persona íntegra que sufre profundamente los vaivenes políticos que se
desprenden de nuestros representantes corruptos. En ese sentido también
yo sufro en otras latitudes del mismo mal que él.
A Bruno lo
encontré encantador y ávido en conocer detalles sobre la generación a
la que pertenecemos y entre la que conservamos amigos comunes: tal es
el caso de Luis Espinosa, Santacreu, Pepe Martín y otros muchos.
Para ilustrar este modesto comentario y como homenaje a cada uno de ellos me valdré de algunas fotografías tomadas en mi reciente visita a la isla
martes, 6 de abril de 2010
OTRA VEZ EL PUERTO (Puerto de la Cruz)
Después de diez años ausentes de la isla, cuando regresamos, aún nos conmueve la impecable luminosidad de Punta Brava acariciada por el sol cuando este declina por el horizonte, allí donde el mar se une con el cielo sobre una delgada costura casi imperceptible.
Nuestra visita se produjo como consecuencia de ciertas circunstancias que concurren en la salud de mi querido hermano. A pesar de ello, el bello paisaje isleño que se ha abierto frente a nosotros se nos antojó de nuevo gratificante después de tantos años de ausencia.
En muchas ocasiones hemos oido decir que el Puerto ya no es el mismo, que el Puerto ya no es lo mismo, que ya no es el de antes, pero tampoco nosotros (nuestra generación) somos lo mismo, ni los mismos, ni los de antes y en ese contexto es sobre el que de nuevo nos retratamos con mi pueblo.
Esta vez hemos podido conocer personalmente a dos queridos amigos hechos a través del Blog: Dorta y Bruno a quienes les agradezco la confianza depositada siempre en mí. De igual manera y a pesar de la falta de tiempo para otros menesteres, agradecer a Pepe Martín, a quien hemos saludado personalmente en las dependencias del Rancho Grande, todos los favores de los que nos hizo partícipe y de los que, por imprevistas urgencias, no pudimos nunca aceptar. También nos sobró tiempo para saludar a mi buen amigo Kishen y a la simpática pareja formada por Paco (el de Santa Cruz) y su mujer Rosi quienes a diario insisten en que regresemos definitivamente a casa y podamos degustar los productos ecológicos que cultiva en Los Realejos y nos ofrece su hijo Yausi.
Sólo nos resta confiar en la entrañable y desinteresada amistad que profesamos por Paco Pérez quién no sólo ha restado importancia a la ridícula controversia protagonizada por amigos comunes sobre la publicación de ciertas fotos antiguas sino que en todas las ocasiones que hemos visitado la isla nos ha brindado su inestimable acogida sin tener en cuenta siquiera mis continuos cambios de carácter que, según otros, se me atribuyen, ni las molestias que pudieramos haberle ocasionado con nuestra visita a su generosa y simpática pareja, Rosi.
Por último, enviar un cariñoso saludo a Nelly, hermana de Paco, y recordarle que conservo fotos de su familia que pueden interesarle mucho aunque sólo sea para decorar ese magnífico establecimiento culinario donde hemos comido magnificamente y que se llama, para que todos lo sepan, GUACHINCHE.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)