RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

viernes, 22 de julio de 2011

Otra vez SAN TELMO (Puerto de la Cruz)

Dentro de muy pocos dias estaremos disfrutando de este conocido paisaje del Puerto de la Cruz.
San Telmo y su entorno significó mucho para nosotros hasta el punto de que yo, durante años, le tomaba una foto a diario y a distintas horas del día porque, dependiendo de la luz, el bajío resultaba muy cambiante. Si a ello le sumamos el bravo oleaje y las violentas mareas, el resultado, en la mayoría de ocasiones, nos conducía hasta esta panorámica inigualable. En cierto sentido, a veces uno espera que no haya cambiado nada porque, en este caso concreto, personalmente considero que no ha sido necesario.

Calle Tallers (Barcelona). Contra FRANCO

Desde las postrimerías de la dictadura franquista hasta las primeras elecciones fuí testigo presencial en Barcelona de las movilizaciones en favor de la consolidación de la incipiente democracia.
Vivíamos en un piso de la calle Tallers y desde allí pude tomar algunas instantáneas de las que conservo esta. En ella, un grupo de manifestantes atraviesan un vehículo a modo de barricada para parapetarse de las balas de goma lanzadas por la policia desde la esquina con Ramblas.
Creo recordar que hacía muy poco que Franco había fallecido pero la esperada democracia aún no se había consolidado del todo.
INDIGNADOS hubieron siempre. Por unas razones u otras, el pueblo, como hace bien poco, se manifiesta espontáneamente como única alternativa para tratar de cambiar el curso de una mala gestión política porque sus representantes electos se ven incapaces de mejorar situaciones dramáticas de orden económico o social.

martes, 19 de julio de 2011

JOSE ANTONIO PIÑERO MENA (compañero de estudios, de juegos y de "mili")

Como bien dice mi buen amigo José Antonio Piñero Mena, que hoy me ha escrito, esta foto pudiera evocar perfectamente aquella media hora de recreo durante la que disputábamos medio partidito de futbol en la cancha de la que disponía el Colegio de San Fernando de La Cuesta dónde estudiábanos Bachiller.
Un terreno ajeno al Colegío pero muy próximo a él, lleno de piedras y de un polvo dorado que nos envolvía escondiendo más de un regate al contrario y a contraluz de los que casi siempre miraban.
Era un Colegio aquel cuyo director, como casi todos los de entonces, disponía de una reglita con la que en muchas ocasiones nos atizaba de lo lindo. Parecía un mariscal de campo, observando nuestros movimientos con la regla cogida por un extremo y el resto bajo el sobaco.
Estudiábamos por libre, lo que quería decir que nos  jugábamos el curso en un exámen final que tenía lugar siempre en  las aulas del Instituto de La Laguna. Y así terminamos el Bachiller Elemental; cuarto y reválida. A pesar de que intenté el Superior en una academia de la Calle del Castillo en Santa Cruz, me quedé definitivamente en quinto.
Luego, José Antonio y yo coincidiríamos de nuevo en Hoya Fria, durante el Servicio Militar, donde allí si que abundaban los auténticos mariscales de campo, con sus bastoncitos y todo lo demás. ¡¡Que tiempos aquellos!!
Lo triste es que si hoy no me hubiera escrito este amigo yo nunca hubiera imaginado que alguien llamado José Antonio Piñero Mena habría ocupado y compartido conmigo un lugar en el tiempo y  en el espacio de mi propia vida; primero en el Colegio y más tarde en la "mili" y la culpa  no habría sido sólo de la maldita distancia sino, además, de la precaria y mala memoria.

lunes, 18 de julio de 2011

ESTREMÉCETE: La infancia del Pop-Rock tinerfeño



A pesar de que aún espero una foto actual de Juán para sustituirla por la del perro,  lo cierto es que entre estas dos fotografías existen 52 años de diferencia. Aprovechando la visita de mi viejo amigo José de Dios, hemos rememorado aquellos maltrechos años cincuenta en los que, a falta de otras alternativas, nos refugiábamos en la música para suplir con ella las carencias de una larga y dura posguerra en medio de aquella estrecha y pobre frontera que delimitaba Santa Cruz con La Laguna y que se llamaba La Cuesta.
Cada uno de nosotros ha aceptado su propio destino y prueba de ello es que aún seguimos con vida, esperando y desafiando a eso que llaman EL FUTURO.
Lo único cierto es que eso otro que algunos también llaman EL PASADO, nosotros, de alguna manera, ya lo hemos conquistado; sólo falta saber si ha valido realmente la pena.

El culpable de este fortuito reencuentro nos es otro que ANTONIO REYES quién con la segunda edición de su interesante libro sobre la infancia del Pop-Rock tinerfeño nos ha resucitado para traernos de nuevo al FUTURO del que por otra parte, y pese a las circunstancias, no nos arrepentimos en absoluto.

Agradecer también la inestimable iniciativa de su editor, YOTTY a quién he tenido mucho gusto en conocer y al que felicito, en nombre de los tres, por el riesgo asumido en llevar a cabo, con mucho acierto, este magnífico proyecto.


viernes, 15 de julio de 2011

ASÍ EMPEZÓ TODO: 1959 (La infancia del Pop-Rock tinerfeño)



Muy poca cosa tengo que objetar respecto de la interesante 2ª edición del libro  que sobre la  infancia del Pop-Rock tinerfeño ha conseguido editar el también músico Antonio Reyes, como no sea la omisión, -quiero pensar que no deliberada-, de las identidades de los tres componentes del grupo  cuya fotografía aparece en la introducción, inmediatamente después del prólogo de Job Ledesma, y en la me reconozco a mi mismo tanto en la primera edición como en esta otra.

Para mayor información y de izquierda a derecha se tratan de Zoilo López, José de Dios Palau y Juan Carballo, componentes los tres del Conjunto Tropical que antes de los años 60 ya incluían en su repertorio un subgénero de Rock llamado Rockabilly.

Por aquel entonces, yo, Zoilo, contaba trece años, José catorce y Juan unos dieciseis que como dijera en su momento el popularísimo SOMAR, "entre los tres no suman ni 45 años". Todos vivíamos en La Cuesta donde habíamos llegado a alcanzar cierta credibilidad gracias a programas en directo como Festival de las Estrellas en Radio Club Tenerife y un popular concurso denominado "El perrito" en Radio Juventud de Canarias.
La gran notoriedad nos vino dada por la exitosa intervención en un  magno concurso-festival (bastante anterior a "LO MEJOR ESTÁ EN MI BARRIO") celebrado en la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife donde la actriz catalana Mary Santpere, conductora del evento, nos hizo entrega de un sobre con quinientas pesetas con  el que se premiaba al segundo clasificado. En primer lugar había quedado un joven afectado de poliomelitis que con su extraordinaria voz de tenor había interpretado magistralmente un aria de ópera que le reportaría un premio de mil pesetas.

Algo más tarde vendrían las actuaciones por  distintos pueblos de la isla, contratados para las fiestas mayores organizadas por sus respectivos Ayuntamientos.
Fuimos también apadrinados por un prestigioso ginecólogo de Santa Cruz, cuyo nombre y el de su clínica en el barrio del Toscal lamentablemente he olvidado, para actuar en el Teatro Leal o en el elegante Hotel Tagore, -tampoco lo recuerdo-, de La Laguna con motivo de la puesta de largo de un grupo de señoritas de la alta sociedad de entonces.

Es muy probable que muchos de los grupos a los que hace referencia Antonio Reyes hubieran empezado por la misma época que nosotros pero puedo asegurar, con permiso de mi amigo Carballo, que  los primeros en interpretar temas de Rock con guitarras españolas con pastillas, sin duda, fuimos Juan, José y yo, el llamado Conjunto Tropical.

Para dar una idea de nuestra desmesurada afición por la "música moderna", en ocasiones y como consecuencia de nuestros paupérrimos recursos, recurríamos a enchufar las guitarras en aparatos de radio convencionales para conseguir un sonido lo más aproximado posible al de una eléctrica.

Desde el punto de vista sociológico resulta interesante manifestar cómo los primeros rockeros solían provenir de familias de cierta solvencia económica -dado el coste de los instrumentos- frente a otros que, como nosotros, teníamos que recurrir a complicados subterfugios electrónicos para conseguir un sonido similar al de los demás.

Una idea de nuestra falta de recursos la da el hecho poco conocido  de que la caja que percutía José de Dios durante nuestras actuaciones había sido un regalo del propietario de una molienda de gofio de La Cuesta llamado D. Ceciclio Diaz, padre del que años más  tarde se  convirtiera en  el excelente locutor de radio que espero siga siendo, Fabriciano Díaz.

Aquella caja había despertado hasta tal punto la admiración de nuestros colegas músicos que, en ocasiones, José de Dios se veía obligado a prestarla durante muchas de sus actuaciones.
Por aquel entonces, el simpático Angelito, hermano de Juan y excelente baterista que fuera de LOS SALVAJES aún no había acariciado entre sus dedos ni siquiera un par de malas baquetas; tal era su juventud. Sin embargo era capaz, con tal de aclararse el pelo, de vertirse en la cabeza medio frasco de agua oxigenada con toda naturalidad.
¡¡MALDITA GUITARRA DE PALO!!, exclamábamos a veces.

Con eso y con todo, sólo me cabe felicitar a Antonio Reyes no sólo por su excelente trabajo de investigación sino además por la desinteresada deferencia en publicar una foto con la que me identifico plenamente y que forma parte de mi particular patrimonio emocional y cultural.

jueves, 14 de julio de 2011

ANTONIO DUQUE otro de los niños del Callejón Piñeiro


 Antonio Duque ha hecho muy bien en recordarme que junto a José y sus hermanos y en ocasiones Paquín, también él era otro de aquellos niños que poblábamos con nuestras respectivas familias aquel popular lugar denominado, como ya he dicho anteriormente, Callejón Piñeiro.
De repente, me ha venido a la memoría la figura de su madre Andrea, de su padre Antonio, maldiciendo siempre que algún rosetón de yeso, de los muchos que fabricaba en el exterior, se enquistaba al molde sin solución de aprovechamiento pero, sobretodo, recuerdo a su madrina cubana, -Dulce creo que se llamaba,- quién en unos de sus viajes de regreso de Cuba, trajo para su  querido sobrino un regalito que aún tardaría algún tiempo en verse y degustarse por Canarias: COCA-COLA.
Naturalmente, nadie de nuestras familias disponía entonces de nevera por lo que aquel supuesto refresco de color negro y caliente al que fui también invitado nos produjo más asco que otra cosa. No pude entender la vinculación entre el color oscuro de la bebida y un refresco. Hasta entonces el Orange Crush era por todos los niños el más conocido de los refrescos y sus colores se correspondían perfectamente con los del limón y la naranja. Algo más tarde sería Fred Olsen el encargado de comercializar y distribuir la Coca-Cola en Tenerife pero ya nosotros, en el Callejón Piñeiro, la habíamos probado antes, traída desde Cuba por la madrina de Antoñito, como cariñosamente lo llamábamos entonces.
Agregar que la Sra. Dulce, amén de la Coca-Cola, también había traido consigo una serie de periódicos cubanos en los que se citaba el progreso de la Revolución en su lucha por tratar de derrotar al todavia, en aquellas fechas, dictador Fulgencio Batista.

Ayer, por teléfono, me relataba José el encuentro entre Fred Olsen y el americano representante de la Coca-Cola encargado de convencerle para la distribución de la marca en Tenerife.
Al parecer, un amigo común algo mayor que nosotros había sido por entonces el chofer particular de Fred Olsen y gracias a él conocemos la anecdota que ahora relato ya que  aquel día se encontraba presente en el momento  en que el americano, de manera informal, destapó unas coca-colas y amistosamente las ofreció para su cata entre todos aquellos que aquel día rodeaban al naviero noruego. El chófer no se pudo aguantar y en presencia de todos los demás terminó escupiéndola en el suelo.
A partir de aquel momento se le conoce como el COCACOLA. Hoy andará por los ochenta años, según mi amigo José

AMIGOS DESDE SIEMPRE



Después de tantos años sin vernos debido a las circunstancias, voy a tener la oportunidad de reencontrarme en Barcelona con mi viejo amigo de la infancia José de Dios Palau.
Ni que decir tiene lo mucho que me alegra el ir hilvanando aquel pasado perdido aunque no olvidado y hacerlo a través de la amistad que aún perdura entre todos aquellos que por los años cincuenta, siendo aún muy niños, habíamos coincidido en un pueblecito de Tenerife llamado La Cuesta. Al fín y al cabo, un suburbio a caballo entre La Laguna y Santa Cruz cuyos lugares de  mayor interés por entonces sólo eran el Mirador de Vistabella y la Estación de tranvías frente a la llamada carretera del Sur a cuyos márgenes se iban sucediendo los distintos cuarteles de Intendencia, Automóviles y, algo más retirado, el de Ingenieros en cuyo campo de fútbol permitian entrenar al C.D. Arquijón merced a un antiguo permiso en forma de documento firmado por un viejo coronel en favor de nuestro equipo de 2ª regional.

De aquella época recuerdo todavía a los hermanos de José, Agustín y Domingo "El tinte" con quién tuve la oportunidad de hablar por teléfono hoy mismo.

Muy pronto, posiblemente este mismo mes, Carmen y yo tendremos la ocasión de rememorar parte de mi ya lejana infancia a través de los testimonios de todos los amigos que afortunadamente aún existen y de los lugares comunes que, aunque cambiados, todavía perviven en nuestra memoria.

Tampoco me olvido de los hermanos Galán (Francisco fallecido muy joven), Juanito, Mauro, Lucho, Paquín, su hermano Eudaldo, Yayín, Francisco (en la carretra vieja), Nico, Antonillo  ("Darwiche") y su fallecido hermano, además de todos aquellos que mi precaria memoria suele echar a menudo en falta.

Hasta muy pronto.
Zoilo

CARTA DE MI AMIGO ALEX MATILLA (desde Madrid)



Estimado Amigo:

He entresacado en las notas de tu blog que hablas con mucho cariño de tu pueblecito, La Cuesta. No pierdes tus raíces ni los recuerdos de tu niñez, los juegos con los amigos,  esa edad donde no se conoce la maldad.
Yo también nací en un pequeño pueblo de La Mancha donde su humilde gente todavía encala sus casas. En sus cerros destacan los molinos de viento. Allí, en esos molinos, se estrellaba el conocido Alonso Quijano.
En mi vida yo también he luchado contra los gigantes, sabiendo que podía haber vivido como Sancho.
En este pueblo, el próximo sábado, daremos posada a los indignados procedentes de Málaga. Se realizará la asamblea y a la mañana siguiente partirán al centro político del país. La cita de todas las provincias será en Madrid, el 23 del presente mes. Un día Grande.
En mi mente forjaré una tribuna con alfombras rojas. Allí estarán: Gandhi, El Che, Marcelino Camacho, Facundo Cabral  y mi amigo Zoilo.

Hasta pronto.
Alex.

miércoles, 6 de julio de 2011

El precio por opinar


Es curioso, pero a medida que mi postura crítica con los culpables de la llamada CRISIS se ha ido afianzando, influido, no cabe duda, por todo lo mucho que ví y escuché durante las múltiples asambleas celebradas en las distintas plazas de España, me ha parecido haber ido perdiendo la discreta confianza que un puñado de amigos había ido depositando en mí, sobretodo, desde que me asomé por primera vez a estas páginas de mi Blog.
Echo de menos a algunos de ellos pero prefiero imaginar que las razones de este alejamiento no tengan nada que ver con mis públicas opiniones sobre los últimos acontecimientos.
De muy poco vale ignorar lo que acontece a nuestro alrededor sin que, como ciudadano, no nos sintamos afectados por el problema.

domingo, 3 de julio de 2011

Cómicos misioneros


Cómicos misioneros, originalmente cargada por zoilolobo.

Como cada año en Julio, este pasado sábado hemos organizado en el jardín de casa la ya popular comida de verano a la que se apuntan todos los que fueron mis compañeros de trabajo mientras trabajaba en el Exmo. Ayuntamiento de Mollet del Vallés y algunos otros vinculados estrechamente a aquella ciudad en la que durante un periodo de tiempo establecimos nuestra residencia.
En la foto aparezco con mi buen amigo Victor en una foto realizada por alguno de mis otros compañeros a lo largo de la sobremesa que se produjo después de una opípara comida de fraternidad. 

Incluidos los niños fuimos unos 30 comensales. La velada duró hasta bien entrada la noche. El tiempo resultó excelente.