RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

miércoles, 18 de julio de 2012

JUAN JOSE Y ARMANDO FIGUEROA




Por entonces, la calle Blanco, por su parte superior, empezaba prácticamente aquí. Justo enfrente se encontraba la tienda de los CAMPOLIMPIO y seguidamente, el domicilio de la familia FIGUEROA


Los hermanos Juan José y Armando Figueroa no sólo fueron durante muchos años vecinos mios en la Calle Blanco del Puerto de la Cruz sino, además, compañeros de aficiones y de clase en segunda enseñanza. 

De Juan José tuve la suerte de aprender los preliminares de la natación y poder disfrutar así de las excelencias de los baños en el mar, sin temor a hacer el ridículo en las piscinas y en las playas del Puerto. Por entonces, un entrañable amigo común se afanaba también en lo mismo hasta que logró conseguirlo; nuestro inolvidable JESÚS, tristemente fallecido joven.

De los cuatro hermanos (dos chicos y dos chicas) envidiaba yo sus perfectas, blancas y sanas dentaduras.

Con Armando compartía aficiones musicales. Tenía una magnífica voz de barítono a la que posteriormente le sacaría provecho al iniciarse en la música y el canto. Para entonces yo estudiaba guitarra clásica y, al parecer, le fui contagiando aquella afición mia a fuerza de escucharme desde su propia casa, pues vivía justo al lado. También recuerdo a su simpática y guapa hermana ALICIA a la me gustaría seguir recordando como entonces. Y tampoco he olvidado a la pequeña CARMEN NIEVES.

Después de tantos años sin vernos, Armando me ha localizado por casualidad a través de esa selva que son las redes sociales y no ha dudado en ponerse en contacto conmigo para rememorar aquellos interminables y felices dias de juventud pasados juntos.

Espero y deseo que a todos ellos, pese a esta crisis que estamos pasando, no les vaya mal y puedan seguir viviendo con la misma dignidad y honestidad que caracterizó a toda su familia.

UN ABRAZO

RESPUESTA DE ARMANDO:

 
Querida familia y amigos:

Una imagen para el recuerdo: Esta foto que ha colgado nuestro amigo Zoilo Lopez Bonilla en su Web, es la casa , la imagen, que teniamos al salir de la casa de la abuela ( la residencia de los Abreu ) en la calle Blanco 54 , por aquellos entonces. En ella Vivian, entre otros, Molo que iba en un carrito, por estar impedido de las piernas, era un gran reparador de bicicletas, Dª Maria, la cual ponía inyecciones, a mi me dejo cierta parte la cual no quiero mencionar como un colador, recuerdo que teniendo 14 o 15 años fui a que pusiera una inyección, me dijo: bajate los pantalones y túmbate en la cama. A ella no le era suficiente que le mostraras , la derecha o izquierda de la parte donde se iba a cometer homicidio, sino que tenia que enseñar las dos partes blancas que me había dejado el bañador, cuando tomaba el sol en nuestro querido San Telmo o la playa de Martianez. Bueno ,no tenia otro remedio, me tumbe como era mandado, mientras ella preparaba la jeringa, pero como se dice, la curiosidad mata al gato, se me ocurrió mirar hacia atrás y veo al Señora Maria con un pedazo de jeringa con una aguja todavía mayor que ella, como si fuera para un elafante, me levante corriendo, con los patalones colgándome por las rodillas, enseñando las partes delantera y trasera, las cuales no quiero mencionar, hasta ahora, corriendo por todo el pasillo de la casa, como si me fuera la vida en ello. Si no hubiera sido, que allí vivian otras personas, mujeres y niñas, hubiera atravesado la cocina, salido a la calle y no hubiera parado hasta llegar a San Telmo. Al fin tuve que sucumbir al martirio y luego sali como un héroe que se hubiera enfrentado a un dragon
Después de esas hubieron otras, hoy me queda todavía, en la nalga izguierda ( lo he dichoooooo , soy un valiente )) una pelota, un bulto, donde una vez tras otra se fue cometiendo el delito.
Como dije también vivía otras personas , los MASANILLAS, ect, pero no me acuerdo de los nombres de todos ellos, pero de las personas si.
Mucha gracias Zoilo por la foto y los recuerdos que me traen.
Besos y Abrazos para todos    
Armando Figueroa Abreu   YO CANARIO







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