RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

viernes, 17 de agosto de 2018

ESTRUCTURAS BUROCRÁTICAS

Salvando las distancias, sobre todo, por la latitud y longitud, entre ambos siniestros ocurridos esta semana en Génova y Vigo respectivamente, los primeros auxilios prestados ocurrieron siempre por parte de vecinos y transeúntes, incluso, de la inestimable ayuda de los propios implicados más próximos a los distintos accidentes. Muchísimo peor en el caso del viejo puente Morandi en Génova que en el del puerto de Lugo en España pero en ambos, el deterioro de las estructuras y el poco o nulo interés prestado por las distintas administraciones en materia de seguridad y revisiones periódicas de sus estructuras acabaron en un fatal desenlace que se pudo haber evitado en condiciones óptimas de organización.





Por fortuna, en el caso del derrumbe de la plataforma del pantalán en Vigo no hubieron que lamentar víctimas graves o mortales, sin embargo y a pesar de ello, habría que depurar responsabilidades entre las entidades implicadas o supervisoras de su mantenimiento, máxime cuando muchos de sus usuarios declaran que “esto se veía venir” al notar la gran oxidación que sufría tanto el hormigón como los soportes metálicos de su estructura. Aun así, las distintas entidades que deberían velar por su mantenimiento no se ponen todavía de acuerdo de a quién corresponde la implicación en el suceso.

En el caso del puente Morandi, al tratarse de una estructura que soporta a diario un intenso tráfico durante todo el año y el hecho de que fuera construido en su día sobre un sector de viviendas cuyo riesgo resultaba más que evidente, hacía suponer que sus revisiones periódicas en materia de seguridad hubieran tenido que tener mucha más eficacia si cabe que en el ejemplo español.

En cualquier caso, las administraciones o quizá la intensa burocracia de la que también somos víctimas harían bien en mantener la obligación de permanecer siempre, igual que todos los puentes y pantalanes de los que son únicos responsables, suficientemente apuntaladas hasta llegar a tener la completa seguridad de que nunca ninguna de estas estructuras, ni las de hormigón ni las burocráticas, se vieran tan afectadas y se vinieran tan fácilmente del todo abajo.

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