RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

miércoles, 29 de agosto de 2018

¡OIGA, COMPADRE!


-¡Oiga, compadre! Se lo tengo dicho. No se preocupe usted de lo que dicen por ahí sobre nosotros. Hemos terminado de trabajar y nos merecemos una cuartita de vino tinto como cualquiera. Lástima de que no tengan un poquito de cherne para acompañar; por lo que parece, hemos llegado algo tarde aunque, a decir verdad, nunca es tarde para unos tragos que es por lo que según usted, se nos critica tanto y tan duramente.

-Mientras no aparezca por aquí la guardia civil, a mí me da lo mismo lo que digan por ahí. Yo no he matado a nadie, ni siquiera al cosechero que arruina nuestra salud con este vinagre barato a siete pesetas la cuarta. Pero qué le vamos a hacer: de algo habrá que morir, ¡digo yo!

-Si me dan a escoger, yo prefiero morir de un infarto que de cirrosis porque dicen que no te enteras ni te da tiempo de arrepentirte de nada, de modo que según los curas, iría uno directo al infierno pero, aun así, lo prefiero.

-No se preocupe, que el infierno no existe. Se lo han inventado los curas para vivir a costa nuestra ¿o acaso cree usted que ellos no comen ni beben como nosotros? Lo que pasa es que llevan sotana y no se les nota pero yo conocí a uno que murió de cirrosis y tuvo tiempo de arrepentirse. Aun así, me han dicho que ese sí que se pudre en el infierno porque sus pecados parecían tan graves que ni Dios fue capaz de perdonarle; aunque insisto: el infierno no existe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario