RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

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martes, 13 de febrero de 2018

CAMADA PORTUENSE



Estos otros ya no son tan niños  pero en común sienten lo que todos los amigos de cualquier pueblo marinero practican a esa edad, el amor por la mar y las relaciones de fraternal amistad.

Se trata de adolescentes que han sido sorprendidos en comandita por el objetivo de mi cámara. Yo diría que se encuentran en su medio ambiente natural. Siempre les envidié esa familiaridad con la mar que yo nunca tuve de niño. Mi infancia transcurrió a más de ocho kilómetros del litoral de Santa Cruz, en La Cuesta.

Esta numerosa camada es probable que sí rebase hoy los sesenta años pero la pretensión de mi objetivo, trayéndolos aquí, es que intenten reconocerse a si mismos, a esa edad, cuando todo parecía tremendamente fácil, supuestamente posible.

Desde Alemania, un ranillero de pro conocido como Zamorita ha creído reconocer a algunos de los que también fueron sus compañeros de infancia: al “7 pajas”, Cadeo, Ruben y Pepeche y sentado el 3º por la izquierda, Alex Pagés. 

MARGARITA RODRÍGUEZ ESPINOSA

Cuando en el año 1962 me matriculé de 5º de Bachillerato en el Colegio de Segunda Enseñanza del Puerto de la Cruz, yo ignoraba por completo que la que habría de ser, entre muchos otros, nueva compañera de curso hubiera sido elegida el año anterior Reina de las Fiestas del Puerto de la Cruz. Estoy refiriéndome a Margarita Rodríguez Espinosa.

Una vez recién llegado al Puerto, fue en las aulas de aquel entrañable colegio, hoy clausurado, donde hice mis primeros amigos y debo decir, en honor a la verdad, que guardo un recuerdo inolvidable de todos y cada uno de ellos: de los hermanos Figueroa, Jesús, Layo, Rafa Cobiella, Silvia, Carmita, Carmen Rosa Torrents, etc., etc. y, por supuesto, de Margarita Rodríguez, con la que aún hoy mantengo una sincera y profunda amistad a pesar de la distancia que nos separa.

Nunca pareció Margarita ser consciente de su propia belleza y quizá precisamente por ello jamás la explotó en su exclusivo favor pero para todos nosotros resultaba obvio su atractivo. De modo que a la manera filosófica de Platón, las características de la suya resultaba ser la belleza combinada de elementos psíquicos y sociales. Una belleza basada en la virtud, la verdad y no sólo en lo estético sino en valores morales y cognoscitivos. En definitiva, Margarita se convertiría sin proponérselo en la novia ideal que cualquiera de todos nosotros hubiera deseado. mismo.

Éramos muy jóvenes pero por encima de todos nosotros y a pesar de su todavía discreta edad destacaba en especial la sólida madurez de Margarita. Su carisma resultaba incuestionable, hasta el punto de que a menudo acudíamos a ella para solicitarle consejo u opinión sobre todo aquello que en materia escolar, social o incluso filosófica resultaba motivo de preocupación para cualquiera. Recuerdo en especial las diatribas filosóficas compartidas con Tomás Méndez a las que yo me sumaba sólo como convidado de piedra dada la profundidad con que para nuestra edad trataban el tema.

Sin pretenderlo siquiera, Margarita se había convertido o, -más bien diría que en nuestro propio beneficio,- la habíamos convertido en líder de aquella todavía inocente cruzada juvenil necesitada de urgencia  de una filosofía de vida que aún estaba gestándose en las aulas de aquel colegio de secundaria  mientras continuábamos estudiando pero que ya en Margarita daba muestras de una solidez fuera de lo común.

Su solidaridad, su siempre acertado criterio y sobre todo su interés por intentar resolver los problemas sociales más acuciantes de la sociedad que nos tocaba vivir entonces no habían sido aprendidos únicamente al amparo de las aulas del colegio sino que también era fruto de una educación familiar generosa de la que su padre, Don José Rodríguez, resultaba principal artífice por cuanto su militancia política, que tantos problemas le había causado durante la dictadura, defendía unos valores éticos y morales que terminarían por calar profundamente en las almas de cada uno de sus hijos.

La influencia también ejercida por su tío Agustín Espinosa García, vinculado a los movimientos de vanguardias europeos a través de su obra literaria surrealista y la de su primo el Dr. Luis Espinosa García-Estrada así como la del historiador José Agustín Álvarez Rixo, acabaría conformando una personalidad de extraordinaria madurez que hoy le resulta indispensable y sumamente valiosa para explorar e investigar sin complejos en la obra literaria de cada uno de ellos.

A estas alturas del texto, no me gustaría que pasaran inadvertidas dos distintas características de la personalidad incuestionable de Margarita Rodríguez: su finísimo sentido del humor y su también finísimo oído musical. Del primero es muy difícil poner ejemplos de forma literaria pero del segundo, del musical, sí que puedo hacerlo por haberlo vivido y disfrutado personalmente cuando en una fiesta de fin de curso celebrada nada menos que en el Teatro Tophan, Margarita y Carmen Rosa Torrents deleitaron a todos los asistentes con un fantástico recital a dos voces con acompañamiento de guitarras. Aquel mismo día, dirigida entonces por Don Jesús “El maestro” y muy decentemente interpretada, entre otros, por los alumnos Jesús y Layo, fue representada con gran éxito de público y crítica la obra teatral de Molière, “El enfermo imaginario”.

En Julio de 2008 seguí con suma atención su alocución del pregón que le fue encargado por el Ayuntamiento para las Fiestas patronales del Puerto de la Cruz de aquel año. En él ya ponía de manifiesto su vivo interés por mejorar la educación de los jóvenes dando también a conocer su serio compromiso social en favor de la mujer trabajadora.

En esporádicos encuentros mantenidos a lo largo de los años en Barcelona en presencia de su hermano José, también gran amigo mío, hemos hablado largo y tendido sobre la eficacia de la influencia ejercida de aquellas primeras enseñanzas durante nuestros primeros años de estudiantes en plena dictadura y las repercusiones que éstas habrán podido tener hoy en nuestra educación y compromiso social.

En cualquier caso, aparte de otros muchos, sí que me consta el absoluto compromiso social contraído por Margarita en su madurez. Prueba de ello es la Presidencia ostentada en AMALGAMA (Asociación de mujeres del Pto. De la Cruz) además del trabajo realizado en favor de la Biblioteca que  en Los Realejos hoy lleva su propio nombre.

La Profesora de Lengua y Literatura, Catedrática de Enseñanzas Medias en esta especialidad, Margarita Rodríguez Espinosa, amiga felizmente jubilada, no creo que hoy día hubiera aceptado de buen grado aquella propuesta de candidata a  Reina de las Fiestas del Puerto de la Cruz de 1961 con la que abro este artículo dedicado a su persona. El contexto resulta bien diferente. 

lunes, 12 de febrero de 2018

EL AMIGO DEL LIMPIABOTAS

No resultaba nada fácil fotografiar a estas personas en esas condiciones sin padecer un sensible estremecimiento en el momento pero ellos por si solos representaban con toda crudeza la mayor incongruencia pública de un opulento Puerto de la Cruz que entonces nadaba en la mayor abundancia de su historia aunque sin que por parte de las autoridades locales de la época prestaran atención alguna a un ejemplo de abandono social más que evidente durante aquellos años en los que me tocó ejercer de fotógrafo.

No me interesó nunca la postal como recurso artístico, aunque también las tengo. La denuncia en sí misma de alguien que no podía vivir con la suficiente dignidad intentaba yo convertirla en retrato de un sector de la sociedad que, ante mi objetivo, me preocupaba mucho de que, precisamente, aparecieran dignamente fotografiados en su hábitat diario y natural. En este caso concreto, en las proximidades del muelle, lugar donde a menudo se daban cita los casos más extremos. Los veía a diario y el drama para mí consistía en no saber quiénes eran ni como se llamaban cada uno de ellos y yo, tímido en esas cuestiones, por tal de no herir susceptibilidades, ni siquiera preguntaba; simplemente disparaba.

Puedo asegurar sin reservas que tampoco eran casos aislados. Poseo documentos gráficos que demuestran que eran muchos más aunque también sería de recibo afirmar que no todos ellos eran vecinos del Puerto de la Cruz.

Hoy he escogido al azar una de esas muchas fotos que obran en mi poder, representativa de esa temática social que como denuncia iba acumulando en mis archivos. En ella puede apreciarse perfectamente la mirada de uno de los dos. Del otro, sólo puedo asegurar que solía ganarse la vida como limpiabotas y luego de su precaria jornada laboral aprovechaba la proximidad del mar para dormir la siesta: o en el muelle, como en este caso o en San Telmo, donde también lo había fotografiado a menudo.

jueves, 8 de febrero de 2018

"TATO" PERERA (Puerto de la Cruz-Tenerife)


Los hoy todavía jóvenes portuenses que apenas sepan algo sobre la vida de “TATO” PERERA no deberían creer que su actual deterioro físico es herencia de una maltrecha salud de nacimiento.

En la década de los años 70 del siglo pasado, “TATO” pasaba por ser un joven bastante atractivo, simpático y, sobre todo, divertido. Un joven con inquietudes literarias que, al parecer, muchos años más tarde cristalizarían en la publicación de algún libro de poemas de cierta importancia.


En mi opinión, llegaría  un momento en que “TATO” se dejaría influenciar totalmente por la obra y vida de aquellos otros poetas llamados malditos de finales del siglo XIX y a partir de entonces trataría de imitarles en todo, dedicándose a ello en cuerpo y alma, sin sospechar siquiera el riesgo que, con el tiempo, correría su salud física y, quizá, también mental.

De los poetas malditos de entonces, el propio Verlaine expondría en su día que: “Dentro de su individual y única forma, el genio de cada uno de ellos había sido también su maldición, alejándolos del resto de personas y llevándolos de esta forma a acoger el hermetismo y la idiosincrasia como formas de escritura.  También fueron retratados como desiguales respecto a la sociedad, teniendo vidas trágicas y entregados con frecuencia a tendencias autodestructivas; todo esto como consecuencia de sus dones literarios.”

Influenciado como yo estaba entonces por la fotografía cinematográfica, no podía en absoluto sustraerme a la presencia estética de ciertos individuos (chicos y chicas) que en la década de los años 70 del siglo pasado pululaban por el Puerto de la Cruz con aquella elegancia natural copiada, en algunos casos, del estilo americano de vida que destilaban las películas exhibidas en el Cine Olympia y el Teatro Tophan, hoy desafortunadamente  desaparecidos.

Así quise fotografiar entonces a “TATO” PERERA: en el cenit de su magnífica juventud.




VIRGEN de CANDELARIA (TENERIFE) y VIRGEN de MONSERRAT (CATALUNYA)

El esperpento político desatado por Joan Mª Piqué respecto a si el Sr. Puigdemont, -del que es Jefe de Prensa-, puede llegar a ser investido desde Bruselas President roza ya el surrealismo contemporáneo más extremo al comparar y afirmar, sin ningún rubor ni miedo al ridículo, que también Canarias está gobernada telemáticamente desde allende los mares.

Empezaré por decir que esa desafortunada opinión es igual a comparar la velocidad con el tocino o, para ser más exactos, el tocino con la distancia. El Gobierno de Canarias se encuentra en las islas, próximo a todos sus habitantes y la forzada permanencia de Puigdemont en Bruselas se encuentra, en efecto, menos alejada que el archipiélago lo está de Madrid pero, por el contrario, mucho más alejada del resto de catalanes que lo que puedan estar los canarios de su propio gobierno. Así que el ejemplo no sólo no me sirve sino que, además, no se adecúa en absoluto con el criterio real que envuelve el tan discutido procés, de lo que se desprende que Joan Mª Piqué piensa y actúa  de la misma manera que lo haría un trozo fresco de tocino. Ello no quiere decir que nuestros isleños políticos sean considerados por la población un dechado de virtudes porque, en mi modesta opinión, al contrario que el Sr. Puigdemont, para estar tan cerca como están de su pueblo, de sus votantes y simpatizantes, su compromiso  y rendimiento político, a juzgar por todo lo que leo en la prensa diaria canaria, deja muchísimo que desear.

Tal es el caso del Presidente del Cabildo de Tenerife, el joven Carlos Enrique Alonso Rodríguez que en pleno siglo XXI quiere proponer a la Virgen de Candelaria como Presidenta Perpetua y Honoraria del Cabildo de Tenerife que él mismo preside. Así pues, el Sr. Joan Mª Piqué, jefe de prensa de Puigdemont, haría muy bien en contactar lo antes posible con Carlos Enrique Alonso Rodríguez y solicitarle consejo, basado en su íntima experiencia religiosa, para tratar de convertir, -a la vista de cómo se presenta el procés-, a la virgen de Montserrat en Presidenta Perpetua y Honoraria de la Generalitat de Catalunya durante la probable ausencia indefinida del Sr. Puigdemont.

miércoles, 7 de febrero de 2018

SANSOFÉ Revista de 1972

Corría el año 1972 del siglo pasado y, entre otros distintos motivos, yo iba aumentando el repertorio de comprometida fotografía social vinculada, sobre todo, al Puerto de la Cruz. Esta especialidad llamó de pronto la atención de un conocido joven y amigo que, a la sazón, respondía al nombre de Juanito alias “El moro”, cuyo padre por entonces era parte responsable de una cuestionada revista de tradición izquierdista de nombre SANSOFÉ y con sede en Las Palmas de Gran Canaria.

Puesto en contacto con la redacción, sólo pude colaborar gráficamente en ella en dos números distintos  seguidos de aquel año 1972: en el número 116 con fecha 13/05/72 (foto de la izquierda) y en el siguiente, el número 117 con fecha 20/05/72 (foto abajo). El número 118, jamás vería la luz pública al ser clausurada por la censura franquista de entonces y ahí, desgraciadamente, acabaron mis ilusiones de poder publicar todo el material recabado para la ocasión y de sincero compromiso social contra los últimos coletazos de la dictadura.
La primera de las fotos, en el espacio superior, fue galardonada con el primer premio en el concurso de fotografía social organizado en la época por la Facultad de Derecho de la Universidad de La Laguna.

Con el tema titulado GENERACIONES quise poner gráficamente de relieve el cambio social que se estaba operando en la sociedad española con el declive progresivo de la dictadura: es decir, el paso dado del costumbrismo decimonónico a la coyuntura vivida por la presencia, sobre todo en las islas, del intenso flujo turístico y sus consecuencias inmediatas en el seno de nuestra especial idiosincrasia.

Así hablaba años después la prensa canaria del drástico cierre de SANSOFÉ:

“Se publica el último número de la revista “Sansofé” tras ser clausurada el mes anterior por el Consejo de Ministros de la dictadura franquista. La publicación, de tendencia izquierdista y que contribuyó a despertar la conciencia nacional del archipiélago, tuvo su sede en Las Palmas y editó 118 números hasta su cierre por las presiones gubernamentales y la  censura”. 
El catedrático Nicolás Guerra Aguiar ha pasado los últimos tres años de su vida documentándose, estudiando y recabando testimonios de los periodistas que hicieron posible la corta pero intensa vida de la revista semanal canaria Sansofé. Todo ese trabajo lo recoge en su libro Sansofé, en defensa de la libertad secuestrada.

“Es mi homenaje a toda la gente que hizo posible la revista”, dijo en su momento el autor. «Conocí Sansofé cuando era estudiante en la universidad. No la compraba pero la recibía a través de otro; me la prestaban», relató Guerra, quien fuera compañero de piso de Agustín Millares, colaborador de la publicación. De corte democrático, del semanario, nacido en diciembre de 1969, se decía que era «un nido de rojos», por lo que ir al kiosco a comprarla suponía un riesgo. Aunque comenzó su andadura como una revista «turística», pronto se posicionó como un medio donde -«entre líneas»- se reivindicaba la democratización de la sociedad.


martes, 6 de febrero de 2018

ROBERTO (Casa Antonio - Pto. de la Cruz - Tenerife)

En la década de los años 70 del siglo pasado, la mayoría de jóvenes de aquella generación afincados en el Puerto de la Cruz podíamos de improviso padecer hambre, ganas de comer o, en última instancia, voraz apetito. Para saciar cualquiera de las tres modalidades mentadas acudíamos regularmente a CASA ANTONIO que no era precisamente un restaurante al uso sino, más bien, una casa de comidas con un menú diario bastante asequible al paladar y a los bolsillos de aquellos que como yo entonces trabajábamos por libre o para aquellos otros, recién llegados al Dorado (generalmente peninsulares), fotógrafos ambulantes, ociosos empedernidos, músicos de salón, vendedores ambulantes, acuarelistas, etc., etc. 

CASA ANTONIO estaba situado en la esquina de la calle Mequinez con la de la calle que hoy no recuerdo y su propietario, Antonio, a mi juicio, llevaba el negocio con bastante acierto culinario y simpatía manifiesta. El personal, sin embargo, era escaso pero ROBERTO, su único camarero, se bastaba de sobras por sí solo y con cierta diligencia para atender las quince o veinte mesas repartidas en el comedor, derrochando al propio tiempo una capacidad infinita para la broma, el chascarrillo o la autoridad que, en ocasiones, manifestaba abierta y severamente cuando alguno de nosotros se pasaba de listo.


Siempre tuve la intuición de que ROBERTO presumía en privado de seductor y por tal motivo yo tenía por costumbre llamarlo ROBERT (por Robert Taylor) aunque por el tamaño de sus orejas y el bigotito hubiera sido más acertado CLARK (por Clark Gable) pero eso hubiera sido un desdeño a su nombre de pila del que, al parecer, se sentía muy orgulloso.

Como casi siempre, yo acudía con mi cámara fotográfica de la que no me desprendía ni para comer. En una de aquellas ocasiones en la que me recomendara unas magníficas lentejas de primero, le tomé unas fotos en el comedor porque, al fin y al cabo, entre otras cosas y después de tantos años, también le había tomado gran afecto.

viernes, 2 de febrero de 2018

GERONA HOY

Desde casa hasta el centro de la ciudad de Gerona no se tarda más de media hora en coche si se circula a unos 80-90Km/h. Hoy, día 2 de Febrero de 2018, he efectuado ese recorrido para asistir a la consulta del neurólogo y, de paso, tomar unas fotos como siempre hago cada vez que me desplazo hasta allí. La ciudad de Gerona, aparte de su interesante historia, es también muy bonita y los gerundenses, aprovechando su extraordinaria belleza, han ceñido la mayoría de sus fachadas con flexibles pancartas reivindicativas sobre sus derechos a la república independiente de Cataluña, a la libertad de los presos políticos, a la abolición del Art. 155 de la Constitución española y, además, alusivas en lo que cabe a la pronta restauración de la democracia y en favor a los que ellos llaman oprimido pueblo catalán.

La mayoría de balcones que penden, sobre todo, de sus antiguas magníficas fachadas han sido profusamente decorados con banderas esteladas y senyeras que por su extremado colorido y si no fuera por el drama político que se está viviendo todavía, parecería que Gerona estuviera celebrando una fiesta sin fin en sus calles. Sin embargo, la ciudadanía se mantiene perfectamente en calma, políticamente silenciosa y extremadamente respetuosa con los foráneos.

La fachada de su Ayuntamiento no ha escapado a esta reivindicación popular y ha sido debidamente constreñida por una larga, sobria y estrecha franja, flexible y plástica, sobre la que puede leerse en grandes caracteres: LLIBERTAT PRESOS POLITICS.

Para dar una idea del grado de connivencia civil de la población gerundense con el llamado procés me he permitido la libertad de confeccionar un pequeño aunque ilustrativo collage fotográfico que pone bien de manifiesto el cambio operado por el paisaje urbano estos últimos meses en favor de las reivindicaciones políticas ya mencionadas algo más arriba.


A pesar de todo ello y aunque sólo sea desde un punto de vista histórico artístico bien vale la pena visitar esta extraordinaria ciudad a la que me siento ligado desde hace ya algunos años.

jueves, 1 de febrero de 2018

¿TAMBIÉN TÚ, BRUTO, HIJO MÍO?

“Entre todos le mataron y él solito se murió”

Con esta vieja frase popular además de lapidaria se podría resumir el homicidio político al que, desde su Cataluña natal, ha sido sometido el Sr. Puigdemont por sus propios adláteres de partidos como JuntsXCat, PdeCat o Esquerra Republicana. No sé por qué, pero este trágico episodio me recuerda la violenta muerte sufrida por Cesar a manos de su muy querido Bruto y que bajo su inspiración fuera llevada al teatro por nada menos que William Shakespeare.

La encrucijada en la que el Sr. Puigdemont se había metido hasta hoy con su polvorienta huida a Bélgica no ha resultado ser viable para las aspiraciones independentistas de los miles de catalanes que le arroparon durante su exilio ni para la suya propia por cuanto tal encrucijada terminó convirtiéndose para él en un callejón sin salida, asediado sobre todo por el artículo 155 de la Constitución española, por la negativa de Roger Torrent, -nuevo Presidente de la mesa-, a investirlo de momento Presidente y por la intención anunciada de Joan Tardà, de Esquerra Republicana, a sacrificarlo como candidato a la presidencia de la Generalitat en beneficio de uno nuevo  todavía no designado oficialmente.

No contento con que Cesar hubiera sido nombrado dictador perpetuo, Bruto, republicano por naturaleza, llevaría a cabo su vil asesinato. Antes de morir y según el argumento de Shakespeare, Cesar exclamaría: ¿También tú, Bruto, hijo mío?  

sábado, 25 de noviembre de 2017

LAS MANADAS

Escribir desde Cataluña para un diario insular en Canarias conlleva siempre el condicionante de tener que abordar el tema del procés desde su vertiente más política y social, independientemente de lo que a título personal pueda uno sentirse comprometido o no con él.
Por tanto, mi compromiso personal por lo que a ello respecta no debería nunca confundirse con mi también opinión sobre el asunto que nos ha venido ocupando durante estos últimos meses y que al parecer, merced a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, se ha venido calmando paulatinamente. No olvidemos que muchos no catalanes hemos sufrido los hechos en primera persona y que cada uno de nosotros también hemos acabado tomando partido en una u otra dirección.
En cualquier caso con la aplicación del artículo 155 pronto tendremos ocasión de asistir a un nuevo y largo capítulo; sobre todo, a partir del resultado que se produzca en las próximas elecciones al Parlament de Catalunya. Hasta entonces, prácticamente, calma chicha.



Si la dicha es buena, nunca será tarde, pero a tenor de otros muy distintos y graves acontecimientos acaecidos últimamente en España no podríamos ni deberíamos dar por bueno el popular y acertado refrán con el que comienza este nuevo párrafo de mi artículo. Me refiero al reciente proceso abierto a los componentes de LA MANADA y a las viles amenazas vertidas en las redes sociales por los miembros de ese otro grupo violento perteneciente a la Policía Municipal de Madrid.
De los primeros y de su falta de dignidad personal no podría decirse que para satisfacer sus supuestos deseos sexuales, hubiera sido necesario tener que, cobardemente y por la fuerza, haber consumado entre todos la violación de una joven indefensa además de ebria. De lo que se desprende que el placer obtenido por los violadores era de otra índole bien distinta; el del sometimiento por la fuerza y quizá también el de la venganza. Venganza por todo aquello que la mujer representa hoy en día en nuestra sociedad moderna y que ellos no soportan. 
Los otros, los policías, podrían haber pertenecido perfectamente a LA MANADA. Muy poca cosa les diferencia de los primeros. El abuso de poder, las amenazas y el ánimo de desear la muerte con sufrimiento a una mujer como la Sra. CARMENA pone muy bien de manifiesto la catadura moral de ambos grupos. De modo que espero que el peso de la Ley termine aplastando del todo y para siempre esos deseos virulentos de extrema venganza hacia los demás por razones de culto, de sexo, de ideas, etc., etc.