RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

jueves, 1 de marzo de 2018

NIEVE EN LA SELVA

La nieve caída ayer a lo largo de casi todo el día  descendió rápidamente hasta cotas muy bajas en Cataluña, hasta la misma puerta de nuestra casa, en la zona comarcal conocida con el nombre de La Selva, en la provincia de Gerona. La temperatura era muy baja y a pesar de la nieve caída, aún se podía circular sin dificultad en coche por las carreteras comarcales de la zona. No así en otros puntos más distantes, donde el tráfico se había paralizado por motivos de seguridad.



El pueblo más próximo a nuestra casa, Llagostera, dista tan sólo unos tres kilómetros prácticamente llanos y en línea recta y cuyo paisaje nos parece de una extraordinaria belleza en cualquier estación del año, incluso nevado. No se trata, ni mucho menos,  de un trayecto conflictivo pero, prácticamente, cada día nos sentimos obligados a efectuar ese agradable desplazamiento si queremos proveernos de lo indispensable para comer: pan y otros alimentos como verduras, hortalizas, carne, huevos, cervezas, etc., etc. Todo ello con la garantía que asegura el comercio de proximidad y que los payeses ponen a disposición de cualquiera gracias al  mercado que una vez por semana, -en este caso los jueves-, se establece en la larga rambla del pueblo.

El resto de la semana solemos hacer las compras en una tienda familiar, Can Madí, que también ofrecen a precios muy asequibles productos frescos de la tierra y de gran calidad. No muy lejos de allí y en el caso de que, por desgracia, la pereza nos obligue a no perder el tiempo cocinando en casa, disponemos también de distintas ofertas culinarias ofrecidas por otros tantos buenos restaurantes como, por ejemplo, Ca la María o Els Tinars, ambos de reconocida trayectoria en el amplio sector de la restauración catalana aunque no resultarían tan baratos como el hecho de cocinar nosotros mismos en nuestra propia cocina. Pero, un día es un día.

miércoles, 28 de febrero de 2018

ORO PARECE, PLATA NO ES

En ocasiones, la inspiración aparece sin llamarla y por sorpresa, al albur siempre de la contingencia que se deriva de la facultad de escribir, como es el caso. Examinaba yo estos días la figura retórica literaria de nombre calambur e inmediatamente me vino a la memoria aquella popular adivinanza que desde la infancia nos ha perseguido siempre y que muchos recordarán por este sencillo enunciado: ¡Oro parece y plata no es!

Pues bien, desde entonces, desde mis primeros años de escuela por no decir desde el mismo momento de nacer, he venido comiéndome a diario un plátano sin ni siquiera reparar en sus probadas ventajas para la salud; lo he venido haciendo sólo por ese sabor tan especial que todavía hoy me vincula directamente con Canarias.

Lo que no llego aún hoy a comprender es como a los publicistas canarios, de quienes hayan dependido las distintas campañas de propaganda de tan preciada fruta, no se les haya ocurrido nunca  utilizar un eslogan tan conocido en toda España como el que representa el enunciado de esa sencilla adivinanza a la que me refiero y  en compañía de la que todos hemos crecido y casi siempre adivinado.

De modo que, en rigurosa exclusiva para EL DIARIO DE TENERIFE y sin que sirva de precedente, me tomo la libertad de crear una nueva campaña publicitaria en favor del plátano de Canarias en los siguientes términos:



martes, 27 de febrero de 2018

SU MAJESTAD ESCOJA ( o es coja)

Vivimos en un estado de derecho y se supone que la libertad de expresión que garantiza nuestra ya cuarentona democracia se considera no sólo protegida por el conjunto de las leyes sino, además, por la  Constitución. Todo ello muy a pesar de la larga y oscura sombra que proyecta sobre la creación artística la tan discutida todavía vigente Ley Mordaza. No obstante, estas últimas semanas hemos asistido a un profundo debate sobre la cuestión que pone de manifiesto las dudas razonables que se desprenden de ciertas sentencias dictadas por los tribunales, sobre todo, en relación a las distintas polémicas suscitadas por las obras de otros tantos artistas de disciplinas tan dispares como puedan ser la obra gráfica “Presos políticos”, presentada en ARCO, del artista Santiago Sierra, la literaria del periodista Nacho Carretero bajo el título de FARIÑA y, por último, la del rapero mallorquín Valtonyc por calumnias e injurias graves vertidas a la Corona.

Algunos artistas en particular no necesitarían ser tan explícitos en sus duras críticas a las distintas instituciones del país si supieran aprovechar como en su día lo hiciera Don FRANCISCO DE QUEVEDO al utilizar, -para llamar coja a la reina Isabel de Borbón-, simplemente la imaginación, el ingenio y el descaro, además del juego de palabras que le permitía la figura literaria denominada calambur.  

Don FRANCISCO DE QUEVEDO se había apostado con un grupo de amigos que le sobraba valentía para llamar coja a la esposa de Felipe IV, la reina Isabel de Borbón, quién arrastraba una ostensible cojera y a la que no le gustaban las mofas al respecto. El día señalado, QUEVEDO se acercó a la reina con un clavel blanco en una mano y una rosa roja en la otra, entre los que le dio a elegir a la soberana pero con una invitación implícita bien distinta: “Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja (o es coja)”

viernes, 23 de febrero de 2018

SÄNCHEZ VICARIO



Oyendo el otro día las declaraciones de Arantxa Sánchez Vicario referidas no sólo ya a las tensas relaciones mantenidas con sus padres en los últimos años sino también al difícil trance por el que actualmente está pasando la ex tenista con el tan discutido divorcio de su marido además, y por si fuera poco, de la cuantiosa deuda contraída con el Banco de Luxemburgo, con sede en Suiza, para hacer frente a los compromisos contraídos con la hacienda española, he tratado de recuperar unas fotos tomadas por descuido a sus padres hace ya unos años mientras degustaban unos refrescos en un conocido bar de Sant Feliú de Guixols. 

Como quiera que siempre voy acompañado de mi inseparable cámara fotográfica, me tomé la libertad de fotografiarles sin su expreso consentimiento aunque la Sra. Vicario, en un momento dado, ya había advertido mi irremediable presencia. La madre de la ex tenista, luego de preguntarle al camarero si yo era periodista y este le respondiera que no, se sintió mucho más aliviada pero su atenta mirada no me quitó ojo de encima en ningún momento.

Su imagen por si sola pone de manifiesto el supuesto fuerte carácter con el que desempeñara el rol de madre en el seno de la familia aunque no me atrevería yo a afirmar que ejerciera un férreo matriarcado entre los suyos, pero a juzgar por las propias opiniones vertidas en ese particular por su hija, habrá que dar crédito a sus últimas declaraciones. Yo sólo juzgo la dura y profunda mirada de su madre.

jueves, 22 de febrero de 2018

SINFONÍA INAUDIBLE

Confieso que las últimas declaraciones del Sr. Artur Más vertidas el pasado martes en las páginas del diario catalán La Vanguardia me han cogido totalmente desprevenido. Me ha sorprendido sobre todo la frivolidad con que el ex President de la Generalitat se ha referido a la DUI (Declaración Unilateral de Independencia), reconociendo que aquella carecía en su momento del suficiente recorrido legal idóneo como para llevarla a cabo pero insinuando, al mismo tiempo, que todo aquello pudo haber sido un “engaño” convenientemente camuflado bajo unos componentes de carácter estrictamente simbólico y estético admitidos desde siempre en el difícil mundo de la política.

¿Es engaño o exageración? –se preguntaba a sí mismo el Sr. Más tratando de minimizar la gravedad que para los cientos de miles de votantes supondría tener que aceptar tales revelaciones.

En la recta final de su entrevista, el Sr. Más trató de justificarse de la siguiente manera:
“Si un estado se declara independiente pero no lo reconoce nadie y no puede actuar como tal, es una independencia estética”

A propósito de estas declaraciones y como músico en ejercicio que he sido durante tantos años, se me antoja un claro ejemplo para tratar de comprender del todo el fenómeno independentista que aún persiste en Cataluña.

Imaginemos el trabajo de un compositor que haya decidido escribir la partitura de una gran sinfonía y para que la que todavía no se hayan inventado los instrumentos necesarios con que ejecutarla y que el músico habría creído indispensables para llevarla a cabo.

1º Se supone que habría que encontrar, en primer lugar, a los maestros luthiers que fabricaran tales instrumentos en los diferentes materiales precisos y en las distintas tonalidades que proceda.

2º Sería asimismo necesario ponerse en contacto con los suficientes instrumentistas que además de estudiar las nuevas técnicas de digitación para sus respectivos instrumentos, estuvieran dispuestos a interpretar sin dificultad la partitura correspondiente escrita para cada uno de ellos.

3º Me reservo advertir el penoso trabajo que soportaría el director para tratar de coordinar con éxito los timbres y el color de cada uno de los nuevos instrumentos de acuerdo a los intereses estéticos del propio compositor.

Si todo ello no se pudiera lograr como se pretende, solamente los músicos, el director, el propio compositor y todo aquel con estudios musicales suficientes como para imaginarla, hubieran admitido, leyendo la partitura, ser los únicos en poder disfrutar de una sinfonía que todos seguramente intuirían magnífica, excepto la mayor parte del público para quién realmente iba dirigida y que por carecer de los más elementales conocimientos en la materia, solamente les hubiera bastado la opción de una magnífica audición para disfrutarla en su plenitud acústica y que jamás podría haber sido posible por todo lo que ya sabemos.




lunes, 19 de febrero de 2018

ASOCIACIÓN NACIONAL DEL RIFLE (NRA)

En realidad y por si no lo saben, al contrario de lo que por aquí siempre predecimos, las armas de fuego, al menos en Estados Unidos de América, que nosotros sepamos, nunca las carga el diablo a no ser que la temible Asociación Nacional del Rifle americano (NRA), como ya haya ocurrido otras tantas veces, le hubiera encargado a su siniestro colaborador y ayudante en el infierno a hacerlo expresamente mortal, aludiendo de forma fútil e interesada a que, -como hemos podido escuchar recientemente a un congresista-, “a un hombre malo armado sólo se le combate con otro hombre bueno pero también armado”.

Si supiéramos exactamente cuántos hombres malos armados existen hoy en EE.UU resultaría muy fácil prever también cuántos hombres buenos armados serían necesarios para combatirlos con la eficacia que exige la ley pero lo que en realidad pretendería dicha asociación con aquella desafortunada frase y en virtud de sus particulares intereses económicos ya conocidos, es que el 50% de la población estadounidense armada fuera  perversamente mala y frente a ella el otro 50% igualmente armada fuera eficazmente buena; de ese modo estaría más que garantizada su inmensa clientela y a mucho mayor escala, si cabe, la discutida por nosotros venta indiscriminada de armas; sobre todo si se tiene en cuenta que cada uno de los perversamente malos o cada uno de los eficazmente buenos pueden llegar a poseer hasta un número ilimitado de armas de cualquier tipo al amparo de lo que establece en USA la segunda enmienda de su Constitución.

Lo que haría falta saber con exactitud es en qué consiste, según los americanos, ser un hombre malo y por qué precisamente lo es.

Parece ser que la distinción no está todavía tan clara como pudiera parecer, sobre todo si se tuviera que tener en cuenta la juventud y las precarias condiciones socio-ambientales que seguramente habrían afectado de manera indiscriminada a la personalidad de Nikolas Cruz y cuyas consecuencias le habría llevado erróneamente a cometer en el colegio de segunda enseñanza Stoneman Douglas, de donde había sido expulsado con anterioridad, la mayor matanza escolar en USA hasta ahora, cobrándose gratuitamente la vida de diecisiete estudiantes y herido a otros quince más.


SUEÑOS DE NIÑO

La despiadada realidad termina siempre por volverse contra uno cuando con toda la ilusión del mundo, mientras fuimos niños, esperábamos ansiosos que nuestros sueños de toda la vida se cumplieran tarde o temprano tal y como tan a menudo habíamos previsto a lo largo de nuestra infancia, durante las benignas noches de estío refrescadas por los alisios.

Conducíamos vehículos transparentes, fabricados con alambre, por senderos de sueños posibles, sostenidos por esa ingenuidad infantil del que se sabe ganador, del que, en el futuro, se sentirá orgulloso y seguro de sí mismo a bordo de uno de verdad. 

Pero lo cierto es que la realidad suele superar con creces nuestras más insignificantes expectativas de futuro, por lo que siempre será preferible mantener la ilusión infinita que te proporcionan los sueños aparentemente posibles, mientras tu humilde cochecito de alambre aguarda junto a tu cama con la mínima esperanza de que tus sueños no se hagan nunca realidad en cada amanecer.

Aquella realidad que siempre esperabas sobrepasará con mucho tus más modestas ambiciones. Sin embargo, habrás necesitado sentarte sobre aquel sueño niquelado de tu vida a sabiendas de que nunca podrás verlo realizado porque, precisamente, ese tan esperado anhelo tuyo se habrá convertido con el tiempo en una  verdad tan contundente que ya jamás podrás alcanzar pero que, sin embargo, si que te permitirá, a pesar de todo,  la ocasión de acariciarla cuando, cuanto y cómo quieras.

Y siguiendo la costumbre, ahí estuve yo, frente a ti, haciendo casi realidad aquello con lo que casi siempre soñaste.

N.R. El Rolls Royce de la foto perteneció, si mal no recuerdo, a Austin Baillón, comprador en su día de la Casa de la Aduana del Puerto de la Cruz y el niño pudo haber sido uno de los muchos del barrio de La Ranilla 

CON FALDAS Y A LO LOCO


En los años 70 no parecía necesario enseñar tanta carne con el fin de reivindicar un derecho perseguido como el de la libertad sexual de cada uno. Sin embargo, durante los carnavales del Puerto de la Cruz, esta reivindicación se conseguía a menudo con una exquisita elegancia no exenta de aquel glamour en boga de los años 60 del pasado siglo y que nos trae a la memoria a aquella mítica película de 1959 dirigida por Billy Wilder e interpretada entre otros por la inolvidable Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon  titulada CON FALDAS Y A LO LOCO.

Quizás no estuvieran entonces reivindicando sólo el derecho al que hemos hecho alusión al principio sino también denunciando el drama que supone para cualquiera la explotación sexual indiscriminada a cargo del proxeneta de turno representado en este caso por el caballero del bigote.

Aunque no recuerdo sus nombres, todos ellos, en aquellos años, estaban directamente vinculados al Puerto de la Cruz en el sector de la hostelería aunque nunca desdeñaron la magnífica ocasión que se les presentaba cada año de participar, a su manera, en aquel divertido desfile de carnaval a lo largo de la avenida de Colón. De manera que el llamado hoy día del ORGULLO GAY algunos ya lo celebraban entonces sin ambages de ningún tipo.

ROLES FEMENINOS



Aunque lo imaginamos, a ciencia cierta nunca sabremos del todo que será lo que le mueve a un varón para, aunque sea durante unas horas, jugar el pacífico rol de mujer.

Será menester consultar a Freud o escrutar por nuestra cuenta en las profundidades del alma humana para tratar de comprender el fenómeno.

En muchos casos y tratándose de Carnaval se me antoja que un puñado de novios o maridos, respectivamente, lo que tratan es ridiculizar o poner en tela de juicio las torpezas, manías o debilidades de  sus respectivas cónyuges.

Durante los carnavales del Puerto de la Cruz tuve ocasión de fotografiar este fenómeno, por otra parte, tan arraigado en el seno de estas particulares fiestas que anteceden a la celebración de la Cuaresma. En las fotos podremos distinguir a distintos ciudadanos del pueblo jugando en plenas condiciones físicas y mentales el rol de, con toda posibilidad, de sus auténticas parejas sentimentales. Algunos de ellos los recuerdo. De izquierda a derecha y de arriba abajo puedo citar a algunos:
Superior izquierda: uno de los hermanos Galindo, a continuación Jorge Bittar

Centro: primera foto. Un joven muy conocido que durante casi toda su juventud trabajó en el supermercado de Gundemaro. A continuación un popular y conocido vecino de la Orotava que trabajó en la parada de las Guaguas. Es el mismo de la última foto inferior.

ANTONIO PLASENCIA, ALIAS "EL PIRULÍ"

A Antonio Plasencia, el primero por la derecha en la foto, se le conocía por el alias de El Pirulí y vivió en el callejón de La Pirulina, en la calle Mequinez. Fue figura clave durante años en las fiestas patronales del Puerto de la Cruz como organizador y animador de los concursos infantiles de pesca. Estuvo durante casi toda su vida vinculado también al futbol infantil. Según algunos testigos hoy ya mayores, Antonio se dedicó en su día a la compra de chatarra, razón por la cual muchos niños de entonces acudían a él para venderle algunos metales, musgo seco y botellas vacías a cambio de algún dinero que ellos agradecían profundamente.

Se consideraba un gran devoto de la Virgen del Carmen y de ello dan testimonio hoy su mujer Manuela y sus hijos Pedro, Toño, Meli y Cándido.

Mario “El Ruso”, a quién aprecio en particular, me ha referido una vieja anécdota que merece la pena contarla aunque sólo sea por la popularidad manifiesta de sus personajes:

“En un tiempo en que el popular, adinerado y, sin embargo, tacaño Piqui Fernández jugaba de lateral derecho en el Puerto Cruz, El Pirulí era  por entonces el encargado, entre otras muchas cosas, de limpiar y repararle las botas, de hacerle una infusión de té con limón y mucha azúcar antes de los partidos, etc., etc.

Cierto día, el mentado Piqui necesitó, al parecer, un especial favor de El Pirulí a cambio de un saco de papas traído por el millonario desde su finca. Antonio cumplió sin dudar su compromiso pero el saco de patatas prometido nunca apareció.
A partir de aquel momento, siempre que Piqui Fernández le pedía un nuevo favor, El Pirulí, desconfiado, respondía muy serio: cuando me traigas el saco de papas”