En el patio de lo que fuera antes garage y convertido hoy en mi modesto estudio, descansa un cubo de piedra arenisca de unos 600 kilos, aproximadamente, a la espera de poder verse atacado por las pavorosas armas de este enfurecido servidor: cincel o escoplo, martillo, bujardas y todo el tiempo disponible.
La única duda es la que se plantea poco antes de empezar pero ya en su época, el mítico Miguel Angel confesaba que él sólo se limitaba a desvastar lo que sobraba. Una vez hecho esto, la figura se revelaba asímisma.
También yo, a esta le extraje lo que me pareció innecesario pero, por fortuna, resultó ser considerablemente menor y por ende mucho menos pesada que la que aún me espera retadora sobre el suelo del patio.
Me parfece perfecto . Lo del garage, digo, convertido en estudio. A mí no me dejan. Decían antes que tenía la casa llena de cables. Suerte, aprovéchala y haz más esculturas. Material tienes. MAteria , no lo sé.
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