Hace un rato, leyendo una de las siempre simpáticas entradas de mi entrañable amigo Dorta, su comentario me ha producido una desconcertante hilaridad porque, efectivamente, con respecto de mi crónica ficticia sobre el jamón de Jabugo no había caido yo en la cuenta de que estamos ante una posible pandemia de la llamada fiebre porcina o de la fiebre "A" como últimamente también he oido mentarla.
Sobre el relato, claro está, planea esa posibilidad de contagio planteada por Dorta y que yo, sin haberlo siquiera pretendido, consigo hacer gravitar sobre el texto como una seria amenaza que, sin embargo, no llegará jamás a producirse. He ahí el suspense. En cualquier caso, lo que en realidad sucede no es otra cosa más que un mero accidente, prácticamente doméstico, como consecuencia de un atragantamiento fortuito en una feria.
NO ES LO MISMO UN PARADO ATRAGANTADO QUE UN PARADO INFECTADO.
ResponderEliminarA un musulmán no le hubiera pasado y es que un cerdo se lave o no las patas (de pata negra o no) es lo que es. Ahora el pobre animalito le dio por la gripe. Es que España es diferente. Aquí en tenerife lo llamamos cochino y la gente de campo se suele comer de muchas formas. En estos momentos de angustia por la gripe, deberáin de venderlos acompñándolos de una más carilla o más baratilla y un paquetito de pañuelos de papel. Por si las moscas, aunque tiempo al tiempo, llegará la "gripe de las moscas" será entonces cuando miremos mosqueados al hermano americano creador de tales cepas. Y no es lo mismo un parado atragantado que una parado infectado, digo yo.
Sir Do.