A pesar de que un alto porcentaje de catalanes se consideran constitucionalistas, las declaraciones vertidas por Borrell a los medios de comunicación no deberían representar para ninguno de ellos una concesión de privilegio para con los políticos encarcelados en cuanto a las responsabilidades que en su día contrajeron y por las que aún siguen sufriendo prisión incondicional.
No olvidemos que pese a todo, los políticos catalanes en prisión son también padres de familia y lo que trata Borrell de hacer entender al resto de la sociedad española es que se hubiera podido haber optado por otra solución menos drástica que la opción que en su día tomaron los jueces con su encarcelación. En definitiva, lo único que reclama el ministro es sólo un poco de benevolencia por parte de los responsables de sus enjuiciamientos.
Sin embargo, la prepotencia con la que el Sr. Torra reclama la independencia de Cataluña tampoco ayuda mucho a distender esa voluntad de los jueces de mantener encerrados a los responsables de los acontecimientos acaecidos aquel 1º de Octubre de hace ya un año, lo que hace suponer la desconfianza mantenida por parte de los magistrados en el sentido de que una vez en libertad condicional éstos pudieran participar de nuevo en las mismas acciones por las que a día de hoy esperan juicio.
No habría pues por qué reprocharle al Sr. Borrell la humana consideración tenida en cuenta para aquellos quienes a pesar de sus vanas esperanzas de alcanzar algún día la independencia para Cataluña, tengan que permanecer hasta el día del juicio en prisión provisional o, lo que es lo mismo, privados de libertad.
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