Por todos los medios y antes de que den comienzo las primeras hostilidades de carácter sexista, la mujer ha de tratar de emanciparse totalmente de la dominación ejercida contra su voluntad por su cónyuge.La aparición de los primeros síntomas de maltrato resultan fudamentales para formarse una composición de lugar respecto de las intenciones del conyuge y actuar rapidamente en consecuencia evitando así males peores.
La denuncia gráfica que publico aquí representa precisamente a la mujer en el momento de abandonar definitivamente el dominio pretendido por el agresor.
Mirada firme y dura que surge de las entrañas de su torturador
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