RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

lunes, 5 de enero de 2009

LUIS ESPINOSA PEÑA, podólogo y amigo

¿Que puedo decir de mi querido amigo Luis que no sea todo agradecimiento y parabienes hacia su persona por su desinteresada amistad, por nuestra mutua y larga convivencia en Barcelona, por su tolerancia, por su capacidad de trabajo, por nuestras noches en Zeleste, por los paseos en las Golondrinas (donde está tomada la foto), por su presencia en la Bodega de "El Carlos", por los actos en el Instituto del Teatro y las tertulias con sus actores y bailarines, por las comidas en el Retaurante Sopeta Uno , por los encuentros con su su primo Pepe Rodríguez (médico en el Hospital de S. Pablo) y por muchísimas otras actitudes suyas siempre positivas y optimistas, tanto en Canarias como en la Ciudad Condal.

Poca gente sabrá que Luis se conocía Barcelona como la palma de su mano y ello como consecuencia de su trabajo como practicante mientras continuaba estudiando podología. Se desplazaba con una moto de 250 cc. con tanta rapidez como urgencia necesitaba el enfermo afectado de modo que el callejero de aquella gran ciudad se lo sabía de memoria y mejor que la mayoría de barceloneses. Me atrevería a decir que Luis, por haberles pinchado en la nalga, conoció entonces a más de un 15% de los millones de culos que poblaban Barcelona. ¡¡Curiosa forma de conocer la metrópoli".

Quiero rendirle en vida mi más sincero homenaje con esta corta crónica que ni siquiera resume la gran humanidad que la figura de Luis destila todavía en mi memoria y hacerla además extensible a su esposa y a sus hijos en los que ha encontrado paz, sosiego y felicidad.

1 comentario:

  1. La amistad de los lugares suele ser entrañable. Muchas veces hasta el olor de un gusto nos trae a la vista el tacto de un amigo y el oído perdido de un lamento. Por lo tanto es cuestión de saber aplicarle los cinco sentidos.

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