Aún hoy, dispongo en el Puerto de un puñado de buenos amigos, o eso creo yo, cuya entrañable amistad se remonta cuarenta o más años en el pasado, prácticamente desde que llegara al Puerto de la Cruz con apenas dieciseis años cumplidos.Con la sana excusa de comer juntos, al parecer, estos amigos se reunen cada jueves para seguir consolidando los apretados lazos de amistad que aún les atan desde la infancia. Además de no citar el lugar, tampoco citaré sus nombres porque, precisamente, por respeto a su más estricta intimidad, a la que por otro lado tienen perfecto derecho, mantendré en secreto ámbos irrelevantes datos. Pero, al fín y al cabo, es sobre este particular, la intimidad, de lo que trata esta improvisada crónica desde Barcelona.
En ese sentido nuestros correspondientes intereses no son mutuos y, naturalmente, la tendencia es a chocar frontalmente. Si bién estoy dispuesto a hacer determinadas concesiones de carácter puramente amistoso, como ya se han producido, no lo estoy a renunciar a la publicación de un material gráfico que no solo se aleja por su importancia de lo meramente anecdótico y particular sino que, por el contrario, pasa a ser un documento del dominio público, en mi opinión, de un alto valor sociológico sobre el patrimonio cultural popular del Puerto de la Cruz y que debiera ser conocido por todos sus habitantes.
Hola. Me gustaría felicitarte por tu excelente trabajo. Realmente ha sido todo un descubrimiento el visitar tu página. Hasta ella me llevó la recomendación de unos famigos que tenemos en común, y que tuve la suerte de conocer el verano pasado en un lugar de asia, donde viven hace ya algún tiempo. Tanto ellos como yo somos del Puerto de la Cruz. Yo tengo 33 años, así que de las fotos antiguas apenas conozco a nadie de los fotografiados, pero disfruto mucho con ellas ya que la calidad de tu trabajo es magnífica y me hacen descubrir lo poco o lo mucho que ha cambiado esta ciudad. Soy un fotógrafo aficionado y ver tu fotografías me cargan de energía y motivación para salir a la calle con la cámara. Bueno, un saludo y gracias compartir tus fotos.
ResponderEliminarApreciado Carlos:
ResponderEliminarA pesar de que no te conozco, te doy las gracias por los elogios inmerecidos que haces sobre mi trabajo. Supongo que la familia que encontraste en Asia no es otra que la de Tomás y Zamora, amigos nuestros desde hace mucho.
En las páginas de Flickr, donde supongo que habrás entrado, también poseo un álbum sobre niños a los que ni siquiera conozco. Quizás puedas verte de casualidad.
Un abrazo y hasta siempre.
Zoilo
Estimado Zoilo:
ResponderEliminarNo vivo de mi imagen sino de mi trabajo. Puedes publicar lo que tengas de mi. Ya te dije una vez que la gente cuando crece se vuelve "rara" , te cuidado con los "rariots" y ten en cuenta ese dicho que dice. Líbreme Dios de mis amigos que de mis enemigos me sabré librar yo.
Cuidado con tanto amigo. Personalmente no necesito reunirme con nadie para dar fe de mi amistad. Cuando un amigo me necesita ahí estoy yo.
Cuando lo echan de un blog me voy con él, por muy importante que pueda ser.
Nací desnudo y estoy vestido. Nada me han dado mis amigos y sin embargo aquí tienen mi ropa para ellos.
¡Dios salve a la Queen!
Dorta:
ResponderEliminarEn cierta ocasión ya escribí algo al respecto inspirado en una advertencia tuya.
De modo que pienso publicarlo de nuevo.
Gracias por tu sincera amistadUn abrazo