
Lo verdaderamente dramático se deduce del texto escrito al dorso dirigido a su esposa y que por sus características anuncia una premonición inexorable:
"Desde territorio francés te dedico esta fotografía. Mi mayor deseo sería llevártela personalmente pero tengamos paciencia porque algún día volveré. Creo que no será un tiempo largo. Besos a nuestros queridos hijos que nunca puedo olvidar.
Este tu marido que verte desea. Tuyo hasta la muerte. Antonio Navarro".
Desgraciadamente, nunca regresaría. El 17 de Febrero de 1941 sería deportado a Gusen (campo de Mauthausen) donde encontraría la muerte 4 meses más tarde, el 20 de Junio de aquel mismo año.
Hoy en día, su bisnieta Dácil López, a quién vemos en la entrada anterior al frente de su grupo de Jazz goza, afortunadamente, de las garantías que ofrece una sociedad democrática forjada con el esfuerzo de los miles de hombres y mujeres que entregaron su vida hasta lograr alcanzarla.
Nuestro más profundo respeto para todos ellos.
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