RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

jueves, 3 de diciembre de 2009

MEMORIAS DE UNA INTITUTRIZ: La repudiada Elena (final)

Discretamente embozado, el duque solía ocultar bajo una liviana capa española un grave rictus de amargura que muy pocos, pese a sus frecuentes asistencias a las pasarelas, habían conseguido adivinar. La moda paseaba ante su escuálida presencia todo lo novedoso del quehacer internacional en cuestión de costura; incluido todo lo peor de Ágata Ruiz de la Prada. Cada vez más, la distancia entre él y su repudiada esposa aumentaba en la misma proporción en que también lo hacía la proximidad hacia el abanico de vivos colores desplegados por la extravagante pava  modista española.
¡¡Hasta aquí hemos llegado!! -se dijo a sí misma la princesa cuando, por vez primera, le vió  escandalosamente ataviado con un horroroso pantalón de color rojo.

El resto, hasta la reciente solicitud de divorcio, ya lo conocen ustedes.

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