El color blanco no es uno de mis preferidos. Así se lo comuniqué a una de mis profesoras en la Facultad de Bellas Artes. No obstante y a pesar de ello me contestó que reflexionara sobre el particular y partiendo de mi fobia por el "blanco" le diera sentido a un montaje escultórico como ejercicio obligatorio en el que se reflejara mi animadversión por ese color.
Construí para ello una especie de panteón representado por una caja de madera que se pudiera abrir y en cuyo interior aparecía el sepulcro de la muñeca Barbie escoltada a derecha e izquierda, respectivamente, por el gorila blanco COPIO DE NIEVE y el PAPA con vestimenta blanca y el emblema del Madrid C.F. sobre los hábitos.
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