Con frecuencia y sin motivo aparente alguno solía visitar a José Carlos en su estudio instalado en la terraza del Valle Mar, al borde de la Avenida de Colón. Me entrenía verle dibujar aquellos magníficos retratos mientras le tomaba alguna que otra foto como la que hoy muestro en mi Blog.
Recuerdo su educación y generosidad para con todo el mundo y, ¿como no?, su gran profesionalidad.
Hace muchísimos años que no le veo pero su recuerdo continua impresionado en muchos de mis negativos.
¡¡Salud, José Carlos!!
En esta ocasión concreta había terminado un magnífico retrato que era sometido a juicio por la esposa del modelo. Mientras, el artista no me quita ojo de encima; momento que yo aprovecho para disparar mi cámara.
Recuerdo su educación y generosidad para con todo el mundo y, ¿como no?, su gran profesionalidad.
Hace muchísimos años que no le veo pero su recuerdo continua impresionado en muchos de mis negativos.
¡¡Salud, José Carlos!!
En esta ocasión concreta había terminado un magnífico retrato que era sometido a juicio por la esposa del modelo. Mientras, el artista no me quita ojo de encima; momento que yo aprovecho para disparar mi cámara.
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