En lugar de ello, lo que pretendió es cerciorarse de que deportistas como Tito Vilanova eran, efectivamente, humanos, de carne y hueso, introduciéndole para ello el dedo en el ojo, como si pretendiese hurgar en su exitoso pasado deportivo ¡¡Hombre de poca fé!!.
Si hubiera hecho como yo dias más tarde, aceptando los sabios consejos de un excelente aunque accidental camarero, otro gallo le hubiera cantado al portugués:
-¿Que teneis de postre?, -le pregunté al joven camarero después de haber acabado con el excelente segundo plato-.
-Pues, tenemos mus le limón, tiramisú, crema catalana, helado, etc., etc., -contestó el muchacho, sonriente-
-¿Tú que me recomiendas? -volví a preguntar de nuevo.
-Sin lugar a dudas, el tiramisú, -contestó tajante.
-¡Que lástima!, no me gusta el tiramisú, -me lamente yo con un mohín de rechazo.
-Pues, entonces, tiene Vd. un problema, -sentenció el muchacho.
-Llamemos, pues, a HOUSTON (Tejas). -le repliqué con sorna.
-Pruébelo y cambiará de opinión, -agregó sonriente.
-¡Vale!, de acuerdo, -asentí con resignación.
Efectivamente, aquel tiramisú era de otra galaxia, cremoso, suave, fresco, similar al primoroso fútbol que practica el Barça. Nada que ver con aquellos otros que yo había probado antes y que me habían hecho desistir de volver a degustarlos.
Cuando hube terminado, cité al camarero y le dí las gracias.
-Lo único que ha tenido Vd. que hacer de extraordinario es fiarse de un profesional, creerme a ciegas, como si de un acto de fé se tratara. -respondió a las gracias el camarero.
¡¡Cómo me acordé entonces de Mouriño!! ¡¡Portugués de poca fé!!
A continuación publico una opinión personal de mi amigo Alex Matilla desde Madrid con la que coincido plenamente :
A continuación publico una opinión personal de mi amigo Alex Matilla desde Madrid con la que coincido plenamente :
Por último, tu crónica sobre Mourinho. Aquí, si me
permites, tengo algo que añadir. Este personaje no habla nunca de fútbol, no
sabe perder, y su egocentrismo está a sólo un paso de la estupidez.
La diferencia de estos dos grandes clubes es que en la
Masía se fabrican hombres. No sólo tienen talento para el fútbol, tienen
talento para ir por la vida. Hace unos días un psicólogo del club decía que las
verdaderas joyas del Barça tienen ahora diez años.
Al Madrid le atenazan las prisas. Tiene jugadores que
se equivocaron de oficio. Podían haber sido boxeadores, carniceros, o
saltadores de pértiga.
Bueno Zoilo, no me alargo más, voy a seguir releyendo
uno de mis libros favoritos “ El Último Encuentro” del húngaro Sándor Márai.
Un abrazo a todos. Alex
No hay comentarios:
Publicar un comentario