PRIMERA:
-Te voy a llamar EL "GOLOSO" EN LLAMAS.
Yo le corregí al instante admitiendo que prefería que me denominara EL "GOLOSO" DE RODAS , mi ídolo, a lo que Carmen añadió:
-Bueno, si así lo deseas te llamaré entonces EL "GOLOSO" DE RODAS EN LLAMAS.
SEGUNDA:
SEGUNDA:
Días más tarde, cuando regresaba de mi paseo cotidiano en compañía de mi perro SOLO, eché en falta mis gafas de sol. Dejé al perro en casa y me volví al bosque para tratar de encontrarlas. Un vecino se cruzó conmigo y me preguntó qué buscaba:
-Las gafas de sol, creo que las he perdido por aquí, -contesté afligido.
-No te preocupes, hombre, -me respondió,- en cuanto vea a un jabalí con gafas le diré que las estás buscando
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