La réplica del diputado del PP a la intervención de un miembro de la oposición no se hizo esperar.
-¡¡Payaso!! -le increpó el del PP.
-Ya me gustaría a mí ser Charlie Rivel -replicó el de la oposición- para romperle la guitarra en la cabeza.
-¡Señoría! por favor, -le reprendió el Sr. Presidente- absténgase de hacer apología de la violencia
-Hacer apología de la violencia, -rectificó el aludido,- no sería decir que le rompería la guitarra en la cabeza, sino que le rompería la cabeza con la guitarra; que no es lo mismo pero sí es lo que su señoría se merece.
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