RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

miércoles, 5 de octubre de 2016

DISDI (Discapacidad Digital)



Ayer tuve que cumplimentar un pago en una entidad bancaria (BBVA-CAIXA) cuyo modelo de formulario muestro arriba y que me otorga el derecho a recibir a cambio, dentro de un año, el título que me acredita como GRADO en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona.
Ya en ventanilla y después de aguardar durante más quince minutos mi turno, el empleado de la entidad me indicó que tal pago debía de cumplimentarlo en la máquina que a tal efecto se encontraba en el vestíbulo de dicha entidad bancaria. Enseguida me dí cuenta de que yo me sentía incapaz de desempeñar el trabajo que, en principio, le correspondería hacer a otro, es decir, a un empleado de dicha entidad y que, además,  por otras muchas lógicas razones que trataré de explicar, me negaba a manipular en la pantalla los llamados CÓDIGOS DE PROCEDIMIENTO DE RECAUDACIÓN, en su siglas, CPR  y que al parecer permite pagar a través de herramientas telemáticas.
Cuando advertí al empleado de que no estaba dispuesto a llevar a cabo tal sugerencia  tuve que alegar algo que se me ocurrió en aquel preciso momento y que no deja, en este caso, de ser del todo verdad: DISCAPACIDAD DIGITAL.
Ante tal supuesta evidencia conseguí que el empleado me acompañara hasta el vestíbulo y que él mismo se hiciese cargo, sin éxito aparente, de la operación en cuestión pués en el frustrado intento no acababa de encontrar en el impreso el indispensable llamado CPR. Para conseguirlo, definitivamente tuvo que recurrir a cuatro opciones distintas hasta que la máquina inteligente aceptara el pago después de que yo mismo introdujese a través de una discreta ranura 220 euros en billetes y antes de que ésta me vomitara el cambio de 1,85 euros en moneda fraccionaria. Mientras, la cola de clientes frente a su ventanilla abandonada continuaba "in crescendo".

2 comentarios:

  1. ¡Hola, amigo Zoilo!
    He reseñado mas arriba, en reacciones, mi comentario como divertido, por no encontrar otras opciones mas adecuadas.
    A mi también me molesta mucho esta nueva moda para que le hagamos el trabajo a otros.
    Pero no quiero extenderme mas en este asunto. Mi visita a este espacio tuyo está motivada por el contenido de este enlace http://www.eldiariodetenerife.com/2016/10/29/elogio-la-nostalgia/

    Me llamó la atención el párrafo"... La instantánea, de autor desconocido, refleja la miseria y acaso la dignidad...", no me gustó, pues ha tenido que recurrir a tu archivo para ilustrar su texto de ese modo, pese que con anterioridad te citaba como autor de la foto.Pudo haber enfatizado algo al autor de la foto.
    Te aporto el enlace por si no conocías esta publicación.
    Un fuerte abrazo desde Tenerife.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Querdio amigo!
      He tardado en contestar porque tu último E-mail, por alguna razón inexplicable se habia instalado en CORREO NO DESEADO.
      Respecto al artículo de Andrés Cháves ya he escrito al periódico para quejarme. Con este señor ya he tenido algún que otro roce y sin embaergo no ceja en su empeño de incomodarme.
      Un fuerte abrazo y gracias por visitarme.
      Zoilo

      Eliminar