En Canarias, de niño no entendía yo muy
bien que significaba exactamente eso de morir de
repente. Ahora recuerdo que en el Puerto de la Cruz, sin embargo, sí que conocí a gente que luego
moriría así, de repente. Con los años llegué a comprender que morir de repente
no significaba fallecer de viejo, ni después de haber sufrido síntomas evidentes de una enfermedad conocida;
es decir, de pulmonía, de peritonitis, de tuberculosis, etc., etc., por poner ejemplos.
-¿De que murió?, –preguntaba
alguien-.
-De repente,
-contestaba el otro-. Y esa respuesta suponía para mí un misterio inexplicable
porque, en mi modesta y joven opinión, todo el mundo, si es que tenía que morir,
debería hacerlo como consecuencia de algo muy concreto: de viejo, de una penosa enfermedad o, como a veces ocurría, de un maldito e inesperado accidente.
-¿De qué ha muerto? -Una
guagua le "escachó" la cabeza, -contestaba el otro-. Yo que escuchaba la desgarradora
respuesta, entendía entonces que aquella persona había muerto como consecuencia de un
desgraciado e inevitable accidente.
Ello me llevó a la conclusión de que eso de morir de repente estaba al fin y al cabo asociado a una muerte fulminante pero sobre todo prematura, es decir, a morir relativamente joven todavía.
Ello me llevó a la conclusión de que eso de morir de repente estaba al fin y al cabo asociado a una muerte fulminante pero sobre todo prematura, es decir, a morir relativamente joven todavía.
Cuando alguien como yo
ha vivido más años de los que aún, por lógica, le quedan a uno por vivir, diríamos
que ya posees la suficiente confianza en aceptar que has empezado a morir
paulatinamente y que quizá, por esa razón, creamos encontrarnos, al fin, a salvo de morir repentinamente, es decir, de repente. Aunque, bien mirado, todos empezamos a morir en el mismo momento de haber nacido.
Hoy vivo muy cerca de un
pueblecito de la comarca del Gironés, en la provincia de Girona, llamado Llagostera. Pues bien, en este pueblo
nadie muere de repente o eso es lo que me han dicho sus vecinos; todos los que fallecen lo hacen de viejo, después de una larga
enfermedad, de un lamentable accidente o de un certero y fulminante ataque al corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario