RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

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domingo, 20 de julio de 2008

TEORIA DE LA CONSPIRACIÓN - 11-M


Vieja plantación de MENTIROSOS cerca de LA OROTAVA (el perro no es mío). TENERIFE


La larga experiencia acumulada a lo largo de 25 años como jardinero me ha permitido contribuir, como naturalista, al desarrollo de una de las teorías más controvertidas en matéria agrícola de los últimos tiempos. Más, si cabe, que la llamada TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN llevada a cabo por los exigentes dirigentes del PP.

Desde el punto de vista científico, EL MENTIROSO, como persona, no existe. Existen, eso sí, el sembrador, cultivador, recolector y almacenador de MENTIRAS; y para que todo este proceso ocurra debemos admitir que también existe un árbol llamado MENTIROSO cuyos frutos, por extensión, naturalmente, se denominan, MENTIRAS.
EL MENTIROSO es un frutal que presenta muchas y muy distintas variedades y proporciona sus frutos, en general, a lo largo de todo el año y en cualquier latitud pero, sobre todo, en la península ibérica.
Entre todas sus variedades debemos distinguir, por sus especiales características, dos fundamentales:
EL MENTIROSO COMPULSIVO es la variedad más longeva y dañina. De medio porte y de una altura no superior a los dos metros, sus ramas, peligrosamente erizadas de espinas, presentan unas hojas ovaladas y "variegata" de bordes rojizos. La madera de su tronco es muy poco apreciada en carpintería, empleándose fundamentalmente en tareas de encofrado para las grandes edificaciones. Sus frutos, por lo general, son de gran tamaño y de un verde rabioso y, según en que época del año, su ingestión puede causar, incluso, la muerte.

EL MENTIROSO PIADOSO es el más benigno de todas sus variedades. Podría decirse que es el antagonista del COMPULSIVO. La delicada madera de su tronco hace posible su empleo en marquetería fina pero, sobre todo, en la talla de delicadas imágenes religiosas destinadas al culto. Con sus hojas se pueden practicar unas deliciosas tisanas capaces de calmar todo tipo de ansiedades. Sus frutos, de reducido tamaño, presentan un vistoso color amarillo-rosáceo que invita a su degustación, de un sabor dulce y fresco. Es muy típico encontrarlos en los patios interiores de las casas de gente bien educada, piadosa, sencilla y de gran corazón.

EPÍLOGO
Hace solo unos días, mi vecino, que no en vano pertenece al PP, tocó a mi puerta para ofrecerme un cestillo de GRUESAS MENTIRAS, de la variedad del CONPULSIVO.
-Perdone Sr. Vicente -le contesté- pero el médico me las ha prohibido; por lo del colesterol, ¿sabe Vd.?. Y el Sr. Vicente, sin darse cuenta, se trago muy amablemente aquella MENTIRA PIADOSA que yo, para que no sufriera, le ofrecí tan de repente y, con la misma, se alejó silbando por el pasillo. ¡¡ Que se mejore!!, -me gritó al final.

sábado, 19 de julio de 2008

RECTIFICACIÓN

¡¡AGUA FRESQUITA!!
Esta noche me ha telefoneado desde Canarias Sir. Stanley. Lo ha hecho para pedirme encarecidamente que retire de mi Blog sus últimos spots aparecidos porque no quería con ellos perjudicar mis intereses particulares dado el cariz que habían tomado sus intervenciones y las distintas repercusiones que habían suscitado sus argumentos entre los participantes de determinado Blog.
He obedecido su voluntad pero quiero advertir que yo no me hago responsable de las opiniones vertidas por quienes desean compartir conmigo este espacio de libertad.
Bienvenidos a ¡RETRODEZCAN!

viernes, 18 de julio de 2008

LA MENTIRA MÁS GRANDE JAMÁS CONTADA

MEMORIAS DE CANARIAS
Por muy grandes que sean, yo solo creo en las mentiras cuyo protagonista no obtiene por ellas ninguna prebenda en beneficio propio ni perjudican al resto que se las creen.
Un buen ejemplo de ello es el caso de mi buen amigo Ferrer.
Ferrer es nacido en Barcelona y, sin embargo, según él, su hermano gemelo es natural de Zaragoza.
La característica de Ferrer no es la de mentiroso en sí, sino la de ser hermano gemelo del que naciera en Zaragoza mientras él lo hacía en Barcelona.
Cuando llegué al Puerto de la Cruz, siendo aún muy jóven, tuve la ocasión de creerme LA MENTIRA MÁS GRANDE JAMÁS CONTADA.
SOBACO ILUSTRADO, apodado así porque a diario se paseaba por S. Telmo con algún libro o media docena de revistas o ámbas cosas a la vez debajo del brazo, me señaló un buen día a un venerable anciano a quién apodaban "El Cubanito", instándome a que, pretextanto ignorar yo la hora, me interesara por el extraordinario reloj (Cuervo y sobrinos) de plata que se alojaba en el bolsillo de su chaleco de lino y cuya cadena, del mismo metal, reverberaba bajo la luz tinerfeña del Puerto de la Cruz. Así obtendría yo la "increíble" historia que "El Cubanito" estaba dispuesto siempre a contar a todo aquel , dispuesto también, a querer escucharla.
"El Cubanito" sospechaba continuamente de cualquiera que osaba preguntarle la hora. Él sabía perfectamente que, en realidad, lo que verdaderamente nos interesaba era escuchar la "alucinante" historia sobre su precioso reloj (Cuervo y sobrinos) de plata y de bolsillo:
"Cuando fuí llamado a filas para combatir en la guerra de Cuba, mi abuelo me regaló este extraordinario reloj (Cuervo y sobrinos) por dos motivos fundamentales: porque me había hecho mayor de repente y como talismán que me proporcionaría, en tierras tan lejanas, la suerte suficiente de librarme de los peligros de la guerra.
Como bien sabes, perdimos la guerra. Los americanos, con la excusa del hundimiento del Maine, se apoderaban paulatinamente de la isla. Huyendo de los yankis, que nos perseguían muy de cerca, mi compañía hubo de retirarse apresuradamente hacia la playa donde esperaba una barcaza para luego depositarnos sobre la cubierta de una barco fondeado a tal fín en la bahía.
Atravesábamos una selva; yo el último y con ganas de hacer de vientre. Me detuve en un claro, a la luz de la luna, he hice allí, a toda prisa, mis necesidades. Evacué rapidamente. A pesar de ser el último, conseguí llegar a tiempo sano y salvo. Una vez en cubierta, descubrí, para mi desdicha, que había extraviado el tan preciado reloj (Cuervo y sobrinos). Posiblemente, en aquel claro de la selva. Me resigné tarde a ello aunque siempre lo lamenté muchísimo. Tras una larga y penosa travesía, arribamos a Canarias. Para entonces mi abuelo había fallecido.
¡¡..Y EN ESTO LLEGÓ FIDEL!!.
Ya felizmente casados, mi mujer y yo aprovechamos una ventajosa oferta del INCERSO por la que nos ofrecían la oportunidad de visitar la Cuba de Castro.
Una vez allí, un buen día arrastré a mi mujer por los senderos que, durante la guerra, en mi huida, me habían permitido llegar hasta la playa con vida. Nos adentramos en la selva pero el claro dónde en el pasado yo había hecho mis necesidades, ya no existía. En su lugar una exhuberante e intrincada vegetación se había hecho sitio. Nuestra presencia había logrado enmudecer a las aves, la brisa dejó de soplar dando lugar a una calma tensa. Y en medio de aquel silencio tropical comenzamos a escuchar perfectamente el inconfundible y acompasado sonido de un TIC-TAC, TIC-TAC, TIC-TAC,........
Alzamos la vista y allí estaba, radiante, brillante, palpitante, suspendido de la rama más alta de un sicomoro. Logré, no sin dificultad, trepar al viejo árbol y recuperar el tan ansiado regalo de mi abuelo.
Anulamos las reservas en el hotel zarpando de inmediato hacia Canarias.
Solo me desprendo de él cuando voy al RETRETE.
Zoilo alias Sir. Livingston

http://www.editorialc.com/cuervo/index.html

CRÓNICA: benditos animales

Ayer estuve con los Windsor. Me invitaron a tomar el té en su mansión de Straford y desde las cinco de la tarde permanecí allí, en su agradable compañía, hasta las siete. Frente a nosotros se abría una verde, silenciosa y despejada pradera, limitada sobre la línea del horizonte por un bosquecillo sin volumen, vertical y plano, de un ocre desvaído recortado sobre el limpísimo azul celeste. El duque se interesó vivamente por como y en que medida empleaba el tiempo libre la clase trabajadora española.
Yo no supe que contestar de inmediato; tomé un sorbito de te para disimular mi notable indecisión y, mirando hacia el horizonte, haciéndome el interesante, acerté a decir:
-Pues del mismo modo que el resto de la clase trabajadora europea, supongo, - y continué con la vista siempre fijada sobre la línea del horizonte.
Él permaneció en silencio unos instantes antes de volver a insistir.
-Me refiero -dijo- a si practican aficiones tradicionales españolas.
-Naturalmente, claro que sí, -asentí con una descarada sonrisa-. Debe Vd. referirse a si aún asistimos a las corridas de toros, si lanzamos cabras vivas desde lo alto de los campanarios de los pueblos, si, mientras cuelgan de las patas, arrancamos las cabezas de los patos de un tirón mientras galopamos a lomos de un caballo desbocado, si corremos los Sanfermines, el toro embolado, et., etc.,
-Efectivamente, a eso me refiero, Sir Livingston -contestó el duque mientras hacía girar sobre su meñique izquierdo su delicada sortija de oro-.
-Pues, sí. Que quiere que le diga , replique -cerrando los párpados al hacerlo-. No podemos evitarlo, -agregué a modo de disculpa-.
-Mucho peor entonces que nuestra caza del zorro, que tampoco podemos evitar, a pesar de todo -dijo-.
-Desde luego, concluí yo -después de un nuevo y largo sorbo de té que me ahorraba tener que sonreir.
Sin embargo y para tratar de justificar que no todo es maltrato a los animales, alcé los brazos por encima de mi cabeza y después de proferir un ¡Olé! que el eco se llevó por los aires hasta perderse en el bosquecillo sobre el horizonte, exclamé:
-Pero también bailamos por sevillanas.
Zoilo alias Sir Livingston