RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

sábado, 23 de agosto de 2008

continuación... EL MUELLE

Esta anilla, anclada entre los adoquines de la calle se encontraba entre el Banco Exterior de España y la cervecería HANNEN, aproximadamente entre la Plaza del Charco y la playita del muelle. Cuando había mala mar, por precaución, en ella solían los pescadores amarrar las embarcaciones de mayor eslora y peso (S. Ramón, Marina, etc.).
Al fondo, en un desenfoque deliberado, la Casa de la Aduana.

viernes, 22 de agosto de 2008

EL MUELLE

Abandonamos por el momento el capítulo destinado a "Vista parcial de una generación" y regresamos al muelle a lo largo de la calle de LAS LONJAS desde la Plaza de Europa hasta alcanzar la esquina de la Casa de la Aduana.
La casona de enfrente, en cuya fachada lateral se aprecia la cruz de madera, fue la Casa de la Aduana. La foto está tomada desde el malecón de enfrente. Ese día la mar no se encontraba en las mejores condiciones. Mientras los niños jugaban en los charcos formados por el intenso oleaje las embarcaciones eran varadas lejos de la playa, tierra adentro. En la siguiente fotografia podreis observar hasta donde llegaba la precaución de algunos pescadores.

continuación... Vista parcial de una generación. (PTO. de la CRUZ)

Para acabar nuestra primera serie de personajes conocidos de mi generación hemos dejado para el final la figura excepcional de Rafael Cobiella. Es el benjamín de una saga familiar fundamentalmente dedicada al ejercicio de la medicina. Su padre, D. Celestino Cobiella, como casi todo el mundo sabe, pasaba consulta en la Calle Blanco, muy cerca de la Plaza del Charco. En aquel entonces ejercía la medicina auxiliado en todo momento por una eficaz intérprete que por lo común hablaba dos o tres idiomas a fín de diagnosticar con posibilidades de éxito las afecciones más comunes entre los pacientes extranjeros que pasababan sus vacaciones en Tenerife, en concreto en el Puerto de la Cruz. Luis Cobiella es ginecólogo, hermano mayor de Rafael. Salvando las distancias propias de nuestro ámbito cultural, me unia con él una no muy estrecha aunque si sincera amistad. Amistad que se fraguó, por razones que no vienen ahora al caso, durante mi época laboral en el Hotel Guajara. Le agradezco muchísimo el habernos facilitado, a mi mujer Carmen y a mí, en una época de escasez y estrechez económica notable, que mi hija Dácil hubiera nacido en las mejores condiciones que podian esperarse de la desinteresada generosidad de un excelente ginecólogo como era él. Fue una época en que la mayoría de los niños nacían en la Maternidad que, si mal no recuerdo, se ubicaba en la C. de Agustín de Bethencourt esquina con Luis de la Cruz.
Hoy día, Rafael Cobiella, es pediatra y director, entre otras cosas, de una de las múltiples clínicas que componen el macro-cosmos de su ámbito profesional. Clínica ubicada en el Puerto de la Cruz, en La Paz. Poco puedo decir sobre esta etapa profesional del Dr. Cobiella. No estoy suficientemente documentado para abordar su trayectoria personal y profesional de los últimos veinticinco años. Me remitiré a lo poco que conozco de su época de estudiante. Estudió en Sevilla pero formaba parte, sobre todo los veranos, alguna Semana Santa y algún que otro fin de semana de nuestro pequeño grupo muy vinculado, como siempre, a la propia casa de Baixas. En alguna ocasión se aprestaba a informarme sobre posibles concursos fotográficos promovidos por su Universidad sabedor de los pocos ingresos que generaba la fotografía y con la esperanza de que, por lo menos, si no dinero, ganara, en el peor de los casos, algo de prestigio del que también estaba muy necesitado. Y así ocurrio; intervine en un concurso organizado por la Universidad de Sevilla y obtuve un premio que solo me otorgó cierto prestigio. En la Universidad de La Laguna ya había ganado un primer premio enviando a concurso algunas fotos a nombre de Baixas quién por aquel entonces estaba matriculado en la Facultad de filología, según creo. El producto del aquel premio, ocho mil pesetas, lo empleé en invitar a comer a todo el grupo en un Restaurante próximo a Los Rodeos. Solo me quedé con el escaso prestigio obtenido.
Que yo recuerde, solo una vez estuvimos aislados del resto del grupo. Le encontré , casualmente, en el Café de París donde tomamos algún martini para luego terminar la noche cenando en La Sirena.
Aquella fue una velada sencillamente magnífica.

continuación... Vista parcial de una generación. (PTO. de la CRUZ)

Pepe Reyes, cariñosamente apodado "el mago" por su procedencia del campo, era natural de la Villa de La Orotava. Altísimo, de cadera alta y piernas largas, de dos pisos, como decía Lelo. Rubio, delgado y bien parecido aparecía casi siempre embutido en su inseparable pantalón vaquero y calzando sus sempiternas botas cordobesas que le conferían un aspecto similar al del famoso actor Henry Fonda en algunas de aquellas entrañables películas del Oeste.
Durante un largo tiempo le había perdido la pista. Al parecer residía por entonces en Italia donde había ido a parar en compañía de una joven y rica heredera italiana, hija de aristócratas, que había sido cautivada, al parecer, por el poderosoe atractivo de Pepe.
Cuando volví a verle se jactaba conmigo de haber vivido una auténtica vida de príncipe, con yate incluido, paseando, unas veces, en lujosos automóviles por Roma y navegando otras durante unos años por el Mediterráneo, el Adriático, etc., siempre en compañía de hermosas mujeres, aparte de la suya propia que de por sí era también muy bella, según las fotos que me mostrara.
La última ocasión que tuve de verle, se había asociado con Lelo en el negocio de alquiler de vehículos. Jamás me contó el final de su historia sentimental aunque yo tampoco se lo pregunté. Lo sorprendente es que aún continuaba caminando de la misma manera que lo hacía el actor Henry Fonda en cualquiera de sus películas.

continuación... Vista parcial de una generación. (PTO. de la CRUZ)

También Paco Pérez era el único hijo varón de una familia numerosa cuya cabeza era el simpático D. Tito. A pesar de que poseo una foto espléndida de su madre, lamentablemente, hoy no recuerdo su nombre. El resto hasta tres, que yo recuerde, eran niñas de las que una, Charina, estuvo mucho más vinculada con nuestro entorno que las demás.
Charina formaba con sus íntimas amigas Lolina y Encarna un trío de jóvencitas encantadoras.
Los Pérez habitaban un enorme piso situado en la esquina de Nieves Ravelo y con entrada por José Arroyo sobre la planta baja de lo que fuera en su día el OASIS PLAZA y desde cuya terraza se divisaba en su totalidad el Dinámico y el resto de la Plaza del Charco.
Comenzó Paco estudiando medicina en La Laguna abandonándola más tarde por razones que nunca quiso explicar. Seguramente decepcionado.
No estoy seguro si fue antes o despues de su paso por la Facultad de Medicina, Paco en compañía de Lelo visitaron Londres. El pretexto, aprender ingles; cosa que consiguieron rapidamente pero a fuerza de cientos de anécdotas ocurridas en la capital británica y de cuya veracidad da cumplido testimonio Paco (el de Sta. Cruz) quién, por ser más veterano y haber llegado a residir allí con anterioridad a ellos, velaría por ámbos durante los primeros meses de su "cautiverio" en la capital británica.
Cada año que estuvimos visitando Tenerife Paco era el primero en ofrecerse para facilitarnos locomoción e información precisa sobre los recónditos lugares donde degustar exquisitos platos de gatronomía canaria sin la incómoda presencia de turistas.
Hoy en día vive en el término municipal de La Orotava, en una casita de arquitectura popular canaria desde donde puede divisarse la poderosa silueta del Teide sobre la bruma, o lo que es lo mismo, sobre la "panza de burro".

continuacion...Vista parcial de una generación. (PTO. de la CRUZ)

¿Que se podría decir sobre Lelo que muchos de sus amigos no supieran ya?.
En principio resultaba indispensable en cualquier reunión. Simpático, generoso y, en ocasiones, nervioso.
El único hijo varón de una familia donde predominaban las chicas, -no recuerdo cuantas-.
Cuando le conocí su padre aún continuaba en activo en la Benemérita pero ello no le impedía ser un muchacho extrovertido, dicharachero, bromista y divertido.
Lelo y Paco Pérez, otro de nuestros amigos del que más tarde hablaremos, viveron en Londres donde coincidieron con Paco Rodríguez (el de Sta. Cruz.). En la capital londinense se fraguó, en principio por razones de trabajo, la profunda amistad que les ha mantenido unidos hasta hoy, según tengo entendido.
Regresaron hablando inglés y, gracias a ello, ocuparon posteriormente, antes de dedicarse a sus propios negocios, puestos de trabajo como recepcionistas, cuando no como conserjes, en distintos Hoteles del Puerto hasta establecerse por cuenta propia: Lelo con una agencia de coches de alquiler y Paco Perez con una Juguetería Bazar denominada TOYS en la calle Blanco.
Una de las hermanas de Lelo casaría con el que más tarde fuera alcalde elegido del Puerto de la Cruz: Félix Real

continuación...Vista parcial de una generación. (PTO. de la CRUZ)

De origen finlandés, Carlos Defrosterus es hijo del segundo matrimonio de la que fuera la modista más célebre del Puerto de la Cruz por aquellos años. De su primer matrimonio nació Peter, gran amigo nuestro y hermano, por parte de madre, de Carlos.
De jóvenes y a espaldas de su propia madre, acudíamos a su apartamento simplemente para degustar alguna de las exquisiteces del menú que aquel día habría sido preparado para ellos por su experto cocinero filipino, contratado exprofeso para tal menester.
También consumíamos alguna copita de Sangre de Toro hurtada de la bodeguilla de la cocina de tanto en tanto.
Debido a la naturaleza del trabajo de su madre, ésta se veía obligada, por razones de exhibición de sus diseños, a contratar frecuentemente a vistosas modelos venidas del extranjero que terminaban entablando una sincera amistad con el hijo de la jefa y de lo que se jactaba Carlos, cuando podía, ante nuestra sorpresa.
Cuando le conocí hacía muy poco que había sufrido un aparatoso accidente de automóvil en Madrid, donde al parecer residió un tiempo. Como consecuencia de este accidente se vió obligado a lucir un parche en uno de sus ojos afectados que le proporcionaba un aspecto entre misterioso e inquietante pese a su juventud.
La última vez que le ví fue atendiendo al público junto a su mujer en una tienda de su propiedad especializada en temas esotéricos en el Puerto de la Cruz.
Casado con una ex-modelo de su madre hoy es padre de dos niños.

Vista parcial de una generación (PTO. de la CRUZ)

Por aquellos años, Jesús Baixas vivió siempre en una hermosa casa canaria en la Calle de Puerto Viejo , esquina con Pérez Zamora, propiedad de su familia. Su padre, un considerado pintor catalán afincado en el Puerto, moriría siendo Jesús bastante jóven. Muerto su padre, su madre se trasladó a vivir, según creo, a Las Palmas de Gran Canaria. Jesús se quedó entonces a cargo de la casa, de nuestra casa.
Entre nosotros, Baixas respondía al heterónimo de PRÓFUMO. Este escueto seudónimo fue obra del artificio de Rafa.
Por aquel entonces había estallado en Londres una crisis de espionaje protagonizada entre un político y una prostituta que fue conocida por "EL CASO PRÓFUMO" y aún no me explico la razón del por qué Rafa había escogido este mote para Jesús. En todo caso, el mote no desentonaba del todo.
La casa era espaciosa y allí nos dábamos cita, aprovechando la generosa hospitalidad de Jesús, absolutamente todos sus amigos. Yo, incluso, a invitación suya, llegué a tener mi primer laboratorio fotofráfico en una de sus más pequeñas habitaciones. Con el tiempo y junto a su compañera Emma se trasladó a vivir a Tarragona y allí se dedicó al cultivo de la vid y el olivo. Montó una pequeña factoría de carácter ecológico donde producía mosto y aceite de primerísima calidad. Hoy es padre de dos hijos.
El diseño del envase que contendría el mosto fue ganador de un importante premio en Barcelona concedido a dos jóvenes diseñadores por el prestigioso FAD.

Crónica gráfica sentimental del Puerto de la Cruz.

No me será nada fácil elaborar un itinerario ideal del Puerto de la Cruz apoyándome solamente en los documentos gráficos que poseo. El pié de foto, en forma de texto, resultará también indispensable para aquellos que se incorporaron a la ciudad posteriormente y quisieran entender su pasado más inmediato. En ocasiones, los comentarios están basados en mi própia experiencia personal y en otras, apoyados en las abundantes leyendas populares urbanas nacidas al albur de la rica imaginación del canario. Haber elegido la calle de LAS LONJAS, en este caso, como punto de partida, obedece simplemente al orden de aparición que los negativos en cuestión figuran en mi archivo privado. Entre unas fotos y las siguientes, con toda seguridad, encontraré algún punto de conexión que haga posible un recorrido ameno y equilibrado que permita un más que aproximado conocimiento, cuando no el recuerdo, de una época muy anterior al año 1975 y a la que perteneció mi, ahora, sexagenaria generación. Precisamente aquella generación veinteañera que fue sacudida y sorprendida entonces por los felices acontecimientos de Mayo del 68 y que cambiaron, de alguna manera, el curso y el sentido de nuestras vidas y cuya culminación llegaría algo más tarde con la muerte del dictador en1975 para prolongarse hasta bien entrados los míticos años 80.
De esta generación conservo gran cantidad de retratos que también iré haciendo públicos.
El punto de inflexión dió comienzo con la PUNTA del VIENTO. Hemos dejado atrás la calle de LAS LONJAS y posiblemente nos introduzcamos en un mundo nuevo: EL MUELLE.

Me gustaría advertir a todo aquel que movido por el interés que le suscita el tema, éste no sería posible sin la colaboración desinteresada pero no por ello menos inestimable del también cronista lagunero ANTONIO PEDRO DORTA, quién de muy buena gana a sabido reunir por cada una de las entradas pertinentes la suficiente y fidedigna información que se precisa como para que el visitante a este Blog obtenga con especial interés la visión más fidedigna de esta época pretérita relacionada con el Puerto de la Cruz.

jueves, 21 de agosto de 2008

Calle de LAS LONJAS (con puerta)

Siempre consideré la composición de esta puerta como una manifestación anónima y espontánea de arte popular marinero. Durante años me guardé esta opinión o tal vez nadie la compartió conmigo y precisamente por eso, porque nadie coincidió con mi opinión, es por lo que yo la disfrutaba, de manera especial, al pasar. Y era como mía. No porque yo la hubiera podido haber creado sino por considerarla de mi propiedad, como si me perteneciera, como si fuera el auténtico y único propietario que la hubiera cedido en depósito de por vida, para que se exhibiera allí, en plena calle.
En alguna ocasión, mientras paseaba con algún amigo, confesábale que aquella puerta era mía, de mi propiedad. Nunca me creyeron.