RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

domingo, 24 de agosto de 2008

VENTORRILLO

Efectuaremos ahora un breve paréntesis con el que oportunamente daremos paso a un nuevo bloque dedicado a un distinto itinerario portuense. Para ello he elegido una foto que combina la tranquilidad de una nueva situación y la resaca producida como consecuencia, precisamente, de la mala mar que, en ocasiones, alteraba el feliz desarrollo de ciertos acontecimientos festivos. La foto está tomada donde hoy, al parecer, se ubica el malecón que dará lugar a la dársena del muelle pesquero deportivo pero que antiguamente, tal explanada, era utilizaba como gran recinto ferial. Allí solían ubicarse los populares VENTORRILLOS con sus distintas especialidades. En concreto, los "pinchitos".

Final sobre la Buena Mar en el MUELLE y sus aledaños

Primer premio fotográfico del concurso organizado por la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz en el año 1978. (De la composición de dicha comisión formaban parte los hermanos Castilla)

Y con esta última foto termina la hornada gráfica dedicada a la mar en estado del todo apacible.
Le tengo un especial cariño por cuanto, en su día, esta foto fue la ganadora del primer concurso fotográfico organizado por la comisión del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz con motivo de las fiestas de la Ciudad de aquel año y de las que, francamente, no recuerdo la fecha. En todo caso, me remonto a veinticinco o más años atrás. Me atrevería, si embargo, a afirmar que pudo tener lugar en el año 1978. Supongo que en los anales del archivo del propio Ayuntamiento debe quedar constancia de ello ya que las bases del concurso incluían su utilización para ilustrar los programas de mano sobre los festejos de la ciudad.
En ella aparecen las figuras de Julio "El Chongo" y el "Güicho".

EL MUELLE (buena mar)

Durante los festejos, sobre todo de carácter marinero, no puede faltar la oportunidad de poder demostrar las habilidades de los participantes en la "cucaña".
No considero imprescindible explicar de que se trata. Todo el mundo lo sabe.
Tampoco, como es natural, los niños pueden abstraerse a la tentación de su cita con la mar. Sobre todo si estos resultan ser hijos de pescadores y las barcas más próximas resultan ser las de sus propios padres.
La fotografía ilustra uno de esos días en el muelle del Puerto de la Cruz. En primer término un niño juega sobre la arena de la playita encerrada entre los malecones. Al fondo, participantes en las pruebas de habilidad sobre la "cucaña".

...buena mar en EL MUELLE

Tampoco el viejo pescador se inhibe de los hábitos propios del disfrute del clima y del ocio. En este caso leyendo. Cerca de su vieja barca y protegido por la pared de la Casa de la Real Aduana del Puerto de la Cruz.

.....buena mar

No cabe duda de que los jóvenes son los primeros en ponerse a la altura de las circunstancias cuando de divertirse se trata. El clima, el tiempo, el espacio y la mar coinciden en idoneidad y bonanza para festejo de todos aquellos dedicados a la sabia práctica del ocio pero tan criticados por todos aquellos otros para los que el negocio consiste en lo fundamental.

EL MUELLE con buena mar

No siempre la mar estuvo en contra de los intereses de los pescadores. Es más, a lo largo de los años, el Puerto de la Cruz gozó sobradamente de un buen tiempo y una buena mar. De ahí, precisamente, su éxito turístico. Prueba de ello la encontrareis en la siguiente batería de fotos que demuestran feacientemente la veracidad de mi particular opinión sobre el clima.
La foto que ilustra esta entrada pertenece a una serie relacionada con el disfrute de la mar por parte de los jóvenes de entonces. En ella podemos distinguir a los siguientes muchachos: 7 pajas, Cadeo, Rubén y Papeche, Alex Pagés, etc.

sábado, 23 de agosto de 2008

EL CHILENO

Antes de pasar a representar EL MUELLE con buena mar y mejor tiempo, quiero introducir un corto paréntesis para presentar aquí y ahora a un personaje que por su estrecha vinculación con el mar y la hostelería gozó y supongo que todavía sigue gozando de una gran popularidad en el Puerto.
Se trata de EL CHILENO. No es que fuera originario de la República de Chile, ni mucho menos. Creo suponer que es de LAS RANILLAS pero, si he de ser franco, nunca supe su verdadero nombre. No importa.
Esta foto está tomada hace aproximadamente once años con motivo de mi última visita a la isla.
EL CHILENO se ofreció a facilitarme un lugar en el piso superior de la aduana para fotografiar el embarque de la Virgen de aquel año; ocasión que aproveché para intentar conseguir hacerle un retrato psicológico como pensaba yo que debía corresponder a un militante del PP tal y como creo haberse confesado. Sea como fuere, el resultado fue el siguiente: de perfil, como un emperador romano, y abajo el pueblo celebrando un magno acontecimiento religioso de una profunda carga de devoción mariana inigualable: el embarque de la Virgen del Carmen.

continuación... EL MUELLE

Con esta última foto cerramos el capítulo de EL MUELLE con mala mar. No siempre el tiempo fue tan nefasto. Como es natural, en el Puerto de la Cruz se gozaba también de la buena mar y de mejor tiempo; pero de eso ya hablaremos algo más adelante.
En primer término un elemento de la grua fijada en el muelle para izar las embarcaciones.

continuación... EL MUELLE

Un grupo de pescadores, entre el que se encuentra Agustín, hermano de Telesforo, se apresta en sacar una barca fuera del agua.

continuación... EL MUELLE

Con mala mar, los aledaños del muelle ofrecían el aspecto que se aprecia en esta fotografía. Esto confirma el precavido comportamiento de los los pescadores al barruntar mal tiempo.
La mayoría de pescadores, al no poder faenar, se mantenían ociosos en los espacios cerrados de los alrededores.
Precisamente, en este improvisado varadero se encuentra la MARINA que junto con la SAN RAMÓN eran las embarcaciones de pesca más grandes de entonces.