RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

lunes, 20 de octubre de 2008

PERSONAJES POPULARES: JULITO

¿Quién no conoció o conoce hoy a Julito?
Julio nació con un trastorno genético que le produjo el llamado síndrome de Down. Sin embargo ello no le impedía relacionarse perfectamente con sus familiares y conocidos y llevar una disciplina diaria que respetaba de manera casi exigente.
Loli Pérez, cuyos abuelos fueron propietarios de un carrito en la Plaza del Charco hace treinta años, me ha escrito desde La Palma contándome que cada día tenían reservado para Julito una peseta y un caramelo de menta que puntualmente pasaba a recoger. Y Miguel de León, desde el Puerto, me confirma que lo encuentra muy mayor y que además, desgraciadamente, padece el llamado mal de Alzheimer.
Desde estas páginas quiero testimoniar mi más profundo sentimiento de simpatía hacia una persona entrañable que formó parte de nuestros años de vida cotidiana en torno al reducido ámbito de la Plaza del Charco y sus alrededores donde Julito se movia con entera libertad pero con la debida precaución amparada por la buena voluntad de sus sinceras amistades



4 comentarios:

  1. Para el que desee ver la producción fotográfica de Miguel:

    http://www.flickr.com/people/gulpim/

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  2. Lunes, 8 marzo 2004


    http://www.eldia.es/2004-03-08/criterios/criterios7.htm

    Superconfidencial Andrés Chaves
    Plaza del Charco



    1.- Hacía años que no tomaba un barraco en el "Dinámico", el bar más bar, que tiene como patrón al Ayuntamiento del Puerto de la Cruz. También tuvo un patrón médico, otro cojitranco y algunos años anduvo sin patrón definido, sirviendo los camareros los cortados sin que nadie supiera quién compraba el café. Bajo la barra del "Dinámico" vivía mi perro fox terrier, Roqui, que perseguía a sus amores por las calles adyacentes, fornicando siempre frente a la gasolinera de Roque, es decir, junto a la puerta de mi casa. En aquella época, en el Puerto, las gasolineras estaban instaladas junto a la ferretería de la Viuda de Yanes. Yo siempre preguntaba a mi abuelo, tal sensación de grandeza me causaba este edificio, si los palacios eran mayores o más chicos que el inmueble aquel. No recuerdo la respuesta.

    2.- La plaza del Charco era para mí la más grande del mundo y aquella fuente con la hermosa ñamera fue también el estanque dorado de mi infancia. Los domingos, las chicas en edad de merecer daban vueltas al rectángulo, en sentido contrario al de sus novios, para encontrarse con ellos frente al carrito de doña Efigenia, una sonriente vendedora de sorpresas. En los timbirichis de feria, allí instalados, unos peninsulares con alpargatas vendían cochitos de latón pintados de amarillo; de la maca Payá. El realismo mágico no comenzó en Macondo, ni en Aracataca, ni en Cartagena de Indias, sino en la plaza del Charco. Lo que pasó fue que no tuvo cantores.

    3.- Cuatro generaciones de Chaves se reunieron el otro día, en el "Dinámico". Fue bonito porque nadie se había citado, sino que la asamblea familiar surgió con la espontaneidad que lleva consigo la magia de la propia plaza. Mis tías abrazaban mi último libro sobre el mago, que les dediqué con tinta roja, y mi madre soltó la muleta y rejuveneció de repente al vernos a todos tan contentos. El mar daba saltos a lo lejos, como siempre, lanzando algunos pejeverdes contra el cansado espigón que resiste los temporales. También sonreían los candidatos desde sus carteles, pero nadie reparó en ellos. Yo, no sé por qué, recordé a don Diego "el mariposo", aquel hombre menudo y con boina que bailaba claqué en la plaza por medio duro y que sacaba de sus bolsillos ratones colorados que regalaba a los niños. Pero esta ya es otra historia, no me pidan que la cuente.

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  3. Bien merecido homenaje a Julito.
    No creo que haya nadie en el Puerto que no lo conozca, sea de la generación que sea.
    Siempre con el vasito plástico pidiendo a los extranjeros en las terrazas de la Plaza, me hacía gracia porque cuando llegaba a mitad del vaso, se lo guardaba en el bolsillo, además de las monedas "grandes", puro marketing el de Julio.
    Le preguntabas para que quería el dinero y decía o bien que era para ir a Las Palmas o a veces contestaba que era para ir a Sevilla y movía los brazos como un bailaor, entrañable Julio.

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  4. Me emociona el recuero de Julito, hace años que no le veo, pero su imagen permanace inalterable en mi memoria, siempre tan cariñoso; no podias pasar por la Pza. del Charco ó alrededores sin pararte a saludarle y dejar que te abrazara ó te besara la mano con su extrema delicadeza y siempre con su gran sonrisa y sentido del humor, que lo tenía. A menudo echaba mano al bolsillo de su "polo" y te enseñaba, sin dejar que la vieras del todo, un recorte que simulaba una foto de su amada. La Pza. del Charco sin él, no habría sido lo mismo. Gracias a Julito y a Zoilo por acercarnos su recuerdo.

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