RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

viernes, 9 de octubre de 2009

FACULTAD DE BELLAS ARTES de UNIVERSIDAD de BARCELONA

Sobre el viejo banco de trabajo, desde hacía ya algunos días, la gran dama blanca, cubierta por un transparente sudario de sucio plástico yacía, -de cúbito supino y mutilada de brazos-, ante la muda presencia de la que perfectamente podría haber sido una joven forense de guardia de cualquier instituto anatómico.

Sin embargo, en aquel silencioso ambiente de taller lo que a mi juicio pretendía conseguir aquella joven promesa no era precisamente otra cosa que el poder insuflar en las entrañas de la esbelta masa presente de yeso inerte, abandonada a su suerte, un hálito suficiente de vida capaz de resucitarla gracias al magisterio de su propia experiencia como escultora; no en vano había abandonado en su momento la disciplina de la restauración para conseguir el milagro de dotar de alma a esta nueva criatura artística, obra suya aún por acabar. En ese difícil trance la encontré a mi llegada.

A pesar de haber tratado la madera, doblegado el metal, modelado el barro, su exigencia personal pasaba por cincelar la piedra y en particular el mármol, el de Carrara. Así me lo hizo saber y yo insistí de nuevo en preguntar:

-¿En qué estilo te expresas mejor? Antes de contestar a mi pregunta hubo de advertirme que la figura que yo contemplaba ahora sólo consistía en un ejercicio obligatorio y en consecuencia se ajustaba estrictamente a lo exigido por el profesor pero que su tendencia particular se inclinaba por conjugar en el futuro la idea del conceptualismo.

-¿Has expuesto en alguna galería?

-No, no he expuesto de manera individual. En alguna ocasión lo he hecho de forma colectiva pero en salas de muy poca relevancia.

-Entonces, no vivirás de ello, -me atreví yo casi a afirmar sin pretenderlo siquiera-.

-Naturalmente que no, -contestó rotundamente la joven-. Me gano la vida en distintos trabajos muy ajenos a esta especialidad.

No tuvo reparo alguno en confesarme ser sobrina de artistas, tener 23 años de edad y llamarse Anna; sin embargo, y a pesar de cursar su quinto año en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona sí que omitió, con algún oscuro propósito que desconozco, confiarme sus apellidos.

Barcelona, 10 de Octubre de 2009

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