Mi padre, fotografiado por mi en Barcelona, en casa de su madre, donde pasaban juntos, en compañía del resto de sus hermanos y sobrinos un par de semanas al año.
Una cierta trizteza, o tal vez nostalgia, invade el ánimo de mi padre en aquel momento de calma.
Quizá sólo se trate de una gran serenidad de espíritu.
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