MOMO en San Telmo. Década de los años 70
Esta es la imagen que siempre quise fijar de MOMO en mi memoria. Con la distancia, el tiempo también se congela y para mí, MOMO quedó detenido aquí, en San Telmo, donde, finalmente, el tiempo también se detendría para él y, precisamente, en este mismo lugar, abrazado por las olas, donde tantas veces coincídíamos los de nuestra generación.
Esta es la imagen que siempre quise fijar de MOMO en mi memoria. Con la distancia, el tiempo también se congela y para mí, MOMO quedó detenido aquí, en San Telmo, donde, finalmente, el tiempo también se detendría para él y, precisamente, en este mismo lugar, abrazado por las olas, donde tantas veces coincídíamos los de nuestra generación.
Personalmente nunca hube de reprocharle nada. Siempre se comportó conmigo como el gran amigo que fue de la mayoría de todos nosotros. Quizá el Puerto de la Cruz que yo ya no viví golpera de forma violenta el alma y el cuerpo de un chico bueno, abierto, afable pero, al fin y al cabo, indefenso, como cada uno de nosotros, indefensos ante lo que se avecinaba y que empezaba ya a acecharnos desde las cuatro esquinas del patio. Unos se rebelaron, otros abandonaron, algunos partimos, pero el mal ya había engañado a parte de la población joven, cebándose con ella.
Lamento mucho su prematura muerte. Descanse en paz
Felicidades Zoilo, por este escrito tan genial que plasmaste con respecto a nuestro amigo Momo que ya descasa en paz, y que estará para siempre en nuestro recuerdo,saludos de Francis..
ResponderEliminarEfectivamente.
ResponderEliminarMomo siempre estará en nuestro recuerdo. Descanse en paz