APUNTES SURREALISTAS
Parecía totalmente desproporcionado; tan joven y a esa hora ya con una paellera en la mano, de tal forma que resultaba prácticamente imposible llegar a creer en que sus más acérrimos enemigos pudieran confiar plenamente en él y que, a buen seguro, le estarían esperando a la salida con las bocas bien abiertas de terror antes de poder abrazarle como bien se merecía y sin mediar a priori entre ellos ninguna confianza razonable de resultar aceptado por cualquier jodido jurado popular.
Curándose en salud, tomó entonces al cerdito entre sus brazos y con suma humildad comenzó a desenroscarle, de una vez para siempre, la colita que el animal traía desde su nacimiento tan pegadita al culo.
Mientras el cerdito se dejaba hacer, el joven de la paellera gruñía sin contemplaciones de pura satisfacción personal.
Su propia desproporción distaba muy mucho de ir más allá de los permisibles límites de lo que se entiende comunmente por ESTÉTICA.
EPÍLOGO
CUALQUIER COSA PUEDE SER SUSCEPTIBLE DE SER DESPROPORCIONABLE EN SI MISMA
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