Los 60 años de Paquito Rosella (alias ex-carajillo)

De los pocos utensilios profesionales que dejara mi padre tras su repentina muerte, ninguno mejor que éste como regalo para honrar la sincera amistad que siempre me ha dispensado mi entrañable amigo Pakito y  que, dicho sea de paso, para que con él  no le falte nunca de nada.

He aquí el modelo más restringido  de la versión auténtica de la célebre navaja suiza multiusos para bebedores profesionales. Su forma simboliza la herramienta por excelencia empleada por la clase trabajadora de todos los países del mundo pero no nos llamemos fácilmente a engaño porque tras su sencillo y ventajoso diseño se esconde la llave maestra  que abre todas las puertas a un buen bebedor como es el caso de nuestro anfitrión.

1ª) Pico de dos perfiles para picar hielo en caso necesario o perforar latas en el supuesto de que  estas, como habitualmente suele ocurrir,  no puedan abrirse por haberse roto la anilla como consecuencia de la fuerza bruta  empleada por el enfermo debido al fuerte síndrome de abstinencia padecido.

2ª) En la parte posterior del mango se encuentra el abre-tapas para el caso de ingerir líquidos contenidos en botellas de vidrio sin necesidad de recurrir al rompimiento del gollete, tales como cervezas, aguas minerales, refrescos, etc.

3ª.) Por si esto fuera poco, cuando todo parece estar  ya  irremisiblemente perdido, sorprendentemente, el pico puede desprenderse de su mango para encontrar  en su interior el tan socorrido saca-corchos para suerte de todos aquellos que no tienen suficiente con la simple ingesta de cervezas, aguas, refrescos, etc., sino que además precisan de ese otro elixir que con frecuencia  se presenta contenido en botellas también de vidrio y que no es otra cosa que el vino en todas sus variedades y tonalidades: tinto, blanco y rosado.

4ª) Por último y con mis mejores deseos de que ello no deba servir de precedente, cabe señalar que este discreto artilugio puede también ser utilizado como arma de protección individual frente a un eventual intento de agresión por parte de cualquiera de aquellos violentos que, bajo el síndrome de lo que vulgarmente se conoce como MALA BEBIDA, pretenda impunemente atacarnos.

¡¡FELIZ COMPLEAÑOS, PAKITO!!