Uno de los próximos trabajos artísticos que estoy preparando tiene mucho que ver con el dificil ejercicio de escribir. En él quiero dejar patente el hecho de que nuestras limitaciones sintácticas no serían tantas aunque nos atreviéramos a escribir con sólo cuatro de las cinco vocales de que consta nuestro alfabeto. En el texto que sigue a continuación me dirijo al profesor de pintura, Juan Descarga, para expresarle mi nula preocupación a pesar del hecho de haber sido secuestrada del texto la vocal "A" sin que figure presente a lo largo del discurso. Aún así, creo haber conseguido el propósito de hacerme entender perfectamente.
RECLUSIÓN MENOR DE UNO DE LOS CINCOS SIGNOS
No creo mentir si confieso que por el simple hecho de
prescindir de uno de los signos que nos permite escribir con pertinente corrección
y distingue nuestro modo de expresión, no por ello se nos ofrece el menor riesgo de no poder entendernos
con fluidez pero, del mismo modo,
sí que nos sentimos dispuestos en tener que elegir entre un sinfín de sinónimos
que desde siempre perviven, por suerte, en el seno de nuestro rico léxico lingüístico, hecho
que nos permite, suficientemente, entendernos con rigor y precisión de relojero y
seguir siendo muy exigentes con nosotros mismos.
El ejercicio que presento hoy, reúne estos sencillos
requisitos: uno de entre los cinco signos con
que se distingue nuestro léxico común es recluido en perpetuo secuestro en el
interior de un diminuto recinto y sin intención de poder resolver desde su encierro todos los conflictos en
los que se ven envueltos los distintos
elementos de este discurso sin que ello me obligue y me exprese peor de lo que tengo comunmente por costumbre.
Espero y deseo que todo el que se encuentre sorprendido por ello, tome un mínimo interés en un proyecto que incluye como modelo de ejercicio el simple hecho de poder escribir y que sugiero como ejemplo de otro de los muchos fenómenos estilísticos de los que nos sentimos firmes herederos todos los que tenemos un vivo interés por el compromiso ético y estético del mundo que nos envuelve.
PLANTEAMIENTO
Una serie de elementos del mismo material (poliuretano) y color que el fondo se han dejado caer al azar sobre la superficie enmarcada, representando los accidentes gramaticales que atañen a cualquier lengua escrita en lineas paralelas horizontales. Sobre el conjunto de la obra he escrito, de manera automática, una declaración de intenciones sobre la concepción que tengo del arte, con la particularidad de que los "accidentes gramaticales" esparcidos por la superficie del cuadro no impiden, en modo alguno, frenar mi imperiosa intención de continuar escribiendo siempre en línea recta. Todas las vocales "a" que aparecen en el texto han sido tachadas posteriormente mediante un aspa en rojo y simbolizadas por la "A" mayúscula que se encuentra recluida en el interior de la jaula metálica.
ANTOLOGÍA DEL NUMERO 33 (Estola Pandis)
Espero y deseo que todo el que se encuentre sorprendido por ello, tome un mínimo interés en un proyecto que incluye como modelo de ejercicio el simple hecho de poder escribir y que sugiero como ejemplo de otro de los muchos fenómenos estilísticos de los que nos sentimos firmes herederos todos los que tenemos un vivo interés por el compromiso ético y estético del mundo que nos envuelve.
PLANTEAMIENTO
Una serie de elementos del mismo material (poliuretano) y color que el fondo se han dejado caer al azar sobre la superficie enmarcada, representando los accidentes gramaticales que atañen a cualquier lengua escrita en lineas paralelas horizontales. Sobre el conjunto de la obra he escrito, de manera automática, una declaración de intenciones sobre la concepción que tengo del arte, con la particularidad de que los "accidentes gramaticales" esparcidos por la superficie del cuadro no impiden, en modo alguno, frenar mi imperiosa intención de continuar escribiendo siempre en línea recta. Todas las vocales "a" que aparecen en el texto han sido tachadas posteriormente mediante un aspa en rojo y simbolizadas por la "A" mayúscula que se encuentra recluida en el interior de la jaula metálica.
ANTOLOGÍA DEL NUMERO 33 (Estola Pandis)
El siguiente trabajo, y ahondando siempre en la misma linea que hasta ahora he pretendido continuar investigando, parte de un ejercicio gráfico en el que dos módulos previamente elegidos por mí y combinados convenientemente ofrecen como resultado una larguísima serie de figuras geométricas que reunidas todas ellas a lo largo de un "friso" de papel Kraft se obtienen unos ochenta y cinco distintos elementos que completan, a una distancia de 10cmts. uno de otro, una superficie de unos 15x0,30 mts. aproximadamente.
A criterio del profesor J. Descarga el friso es susceptible de ser presentado a la manera de la cinta o banda de MÖBIUS o, en su defecto, en forma de círculo, de tal modo que no se distinga un principio de un final previamente establecido (punto de partida puede ser desde cualquier elemento).
En última instancia y dependiendo de las posibilidades del recinto me reservo la elección del techo o bien del suelo, en cuyo caso la lectura de la obra no se altera, indistintamente que se perciba a lo largo de uno u otro de sus costados o en uno u otro de sus sentidos.
La intención última consistía en producir un producto de carácter industrial conseguido mediante la discutible calidad del tipo de papel de soporte (en este caso Kraft) pero con la apariencia de manufactura de bajo precio. El color del grafismo (rojo+negro) también se encuentra en consonancia con el del fondo, típico de este tipo de papel monocromático.
Por último, cabe señalar el hecho de que me interesaba que el conjunto fuese de una sola pieza que por su escasa anchura en proporción con su longitud tuviera el aspecto de un friso corrido o de una larga estola de papel.
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