Por mi condición de GRAN CURIOSO, siempre había bromeado con las posibilidades extraordinarias que me habían atribuído de poder "observar sin ser visto" y también poder "escuchar sin ser oido" pero con el paso de los años ninguna de estas dos posibilidades forma parte hoy en día al cien por cien de mis supuestas mejores habilidades.
Hubo un tiempo que en tono de sorna alguien llegó a decir de mí que poseía una visión totalmente telescópica y una extraordinaria audición parabólica. Pues bién; ni lo uno ni lo otro, -si alguna vez resultó ser cierto,- pueden atribuírmelo hoy.
Al parecer, y esto me lo confirmarán mañana en la clínica Barraquer, tengo una seria lesión en el ojo izquierdo que precisa algún tipo de intervención. Por lo que se refiere al oido, también tengo una disminuación de audición en el izquierdo que me impide oir con total precisión.
Es una lástima no poder ver ni oir con tanta precisión como antes pero he de confesar, en honor a la verdad, que otrora valía mucho más la pena poner ambos sentidos a disposición de mi curiosidad enfermiza mientras que en estos tiempos que corren más vale hacerse el ciego y el sordo con tal de no ver ni oir la sarta de estupideces en los numerosos medios de comunicación de las que son capaces de atribuirse la mayoría de nuestros representantes políticos elegidos. En fín, "NO HAY MAL QUE 0POR BIEN NO VENGA"
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