RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

sábado, 14 de septiembre de 2013

HARALD FRANKLIN KNUDSEN



Recuerdo haber hablado con anterioridad de este peculiar personaje aparecido por el Puerto de la Cruz en la década de los 70 y que frecuentó durante mucho tiempo el BAR PAPRIKA cuando Ozores Souto y yo éramos sus propietarios.

Por aquel entonces yo disparaba mi cámara a cualquier cosa que se moviera incluso antes de saber que, en casos como este, estaba retratando un trozo de historia de la 2ª guerra mundial.

Harald Franklin Knudsen, que así se llamaba el personaje, fué el secretario particular del entonces Presidente de Noruega Quisling quién durante la 2ª guerra mundial colaboró estrechamente con los nazis mientras estos ocupaban a la sazón Noruega.

Al final de la guerra, Quisling fue juzgado y condenado a morir en la horca y su secretario, Harald Franklin Knudsen, aparecía como por arte de magia, en la década de los 70, por el Puerto de la Cruz ya en las postrimerías de la dictadura franquista.

No es de extrañar su presencia por aquellas latitudes pues de todos era sabido que muchos alemanes, años después del final de la guerra, se refugiaban en la isla gracias al amparo e impunidad que ofrecía el régimen franquista de entonces.

Esta foto y varias otras del personaje, fueron localizadas en Internet por el periodista noruego TOM ERIK THORSEN quién está escribiendo un libro sobre Franklin y para el que necesitaba pruebas gráficas de su presencia en Tenerife que casualmente, en la década de los años 70, yo había tomado y que no he dudado en poner inmediatamente a su disposición para ilustrar ese capítulo correspondiente a la vida del secretario en la isla.

Franklin falleció en Tenerife en 1976. Para entonces yo ya llevaba muchos años residiendo con mi familia en Barcelona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario