Mi amigo y artista David me confesaba el otro día que suele entrar a menudo en mi Blog para tratar de saber que es lo que me preocupa en aquel momento y como lo plasmo, desde el punto de vista literario y gráfico, en la página de ese día.
Me consta que lo hace furtivamente, almacenando la información captada para cuando, como en muchas otras ocasiones, nos encontramos en el Bar poder atisbar en el argumento que ocasiona el motivo de mi preocupación que, en la mayoría de las veces, tiene que ver con temas de índole social.
Lo que me pregunto es: ¿por qué no hace uso del derecho que le otorga el Blog a un comentario en relación con el tema del día y sin embargo espera para hacerlo el momento en que coincidimos en la terraza del Bar de la Facultad? En cualquier caso, jamás se ha pronunciado en favor o en contra de lo por mí expresado sobre el papel.
Estas líneas están dedicadas a él y espero que no se sorprenda al saber que me gustaría contar con su inestimable colaboración.
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