Las terribles cefaleas que vengo padeciendo a diario desde
hace ya casi dos meses no sé si atribuirlas a la inflamación de la arteria parietal, -según diagnóstico de mi neurólogo-, o si por el contrario éstas se
deben a las graves consecuencias derivadas no sólo de tanta información
controvertida respecto a la incertidumbre del llamado procés catalán sino además a la enorme tensión que me provoca en el
cerebro el resultado final del proceso abierto en relación a la financiación
ilegal del Partido Popular valenciano en el que no acaban de poder imputar al
Sr. Fco. Camps porque, al parecer, su grave delito denunciado por su delfín
Costa habría ya del todo prescrito y en definitiva podría también seguir
vistiendo sus elegantes trajes no sólo ya ante sus propios sastres sino además
antes los mismos jueces y fiscales que con la misma elegancia cerraron en su
día el caso.
Con respecto al Sr. Puigdemont, tengo la fundada
sospecha de que su próxima entrada en Cataluña podría coincidir con la
celebración de los populares Carnavales. En tal caso, no cabe duda de que si lo
hiciera disfrazado de sí mismo resultaría mucho más difícil de detectar por los
servicios de inteligencia, toda vez que, al parecer, para mimetizar al
Presidente, los cientos de miles de independentistas afines a sus radicales postulados
podrían muy bien ponerse de nuevo de acuerdo para que, una vez todos disfrazados
de Sr. Puigdemont, pudieran hacerle pasar fácilmente del todo desapercibido entre
la espesa multitud de simpatizantes que se darían cita para la ocasión ante la
Generalitat de Catalunya y ante el estupor de los servicios secretos españoles.
De modo que para tener
un diagnóstico seguro sobre las cefaleas que tanto me afectan todavía hoy y
según el pronóstico descrito por el neurólogo, sería conveniente dejar pasar de
largo estos últimos acontecimientos para tratar de determinar con toda certeza
que no fueran éstos los motivos de mis agudos dolores de cabeza sino que, por
el contrario, sí se debieran finalmente a las supuestas consecuencias derivadas
de la inflamación de la ya mencionada arteria parietal que vengo padeciendo
desde Diciembre pasado o certificar así el verdadero motivo de mis
preocupaciones
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