RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

miércoles, 22 de agosto de 2018

CATALUNYA

El presidente de la Generalitat de Catalunya, Quim Torra, ha manifestado estar decidido a hacer real la supuesta república catalana y conseguir además la libertad de los políticos catalanes detenidos y para ello, al parecer, está del todo dispuesto a atacar al estado español no sólo ya con saña sino, además, utilizando todas aquellas armas disponibles a su alcance; espero que con excepción de las blancas y las de fuego porque ya en Cataluña, sobre todo en las comarcas del interior, están empezando a librarse auténticas batallas de símbolos sin precedentes en el territorio por mantener la neutralidad del espacio público que se disputan independentistas y no independentistas, sean éstos catalanes o no. 

La incongruencia más destacable en esta guerra de símbolos es aquella por la que en virtud de la impopular y discutida “ley mordaza” tan criticada en Cataluña, los mossos d`esquadra sólo persiguen como delito a quienes los quitan, permitiendo sin embargo a los movimientos independentistas la implantación de infinidad de lazos y cruces amarillas ya no sólo formando parte de la decoración del paisaje urbano de los pueblos del interior sino además en las numerosas playas del litoral mediterráneo, en los caminos vecinales o, incluso, en el fresco interior de los bosques montañosos.

La vicepresidenta del PDeCat se manifestaba ayer en TV en contra de la voluntad del estado “al no permitir que los ciudadanos de Cataluña puedan decidir sobre el futuro político de su país” sin tener ni siquiera en cuenta que la mayoría de catalanes no aboga ni se ha pronunciado de forma seria u oficial por la independencia.

El Sr. Torra, por no nombrar al resto de todo su séquito, parece padecer de un síndrome muy común tratado en psicología y conocido bajo el nombre de transferencia de culpa mediante el cual se tiene siempre la tendencia a culpar a los demás, en este caso al Estado, de tus propios males y hasta que no resuelvan ese conflicto íntimo y personal en cada uno de los implicados catalanes no se podrá llegar por el momento a ningún acuerdo factible de progresar en favor de encontrar una solución a la obsesión por el procés aunque no, desde luego, para favorecer la ansiada independencia de Cataluña.

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