La crónica de Andrés Chaves publicada el pasado sábado, 17 de abril, en las páginas de EL DIA bajo el título de LOS MARES DE IMELDO me retrotrae a los años de juventud vinculados a la música, a la Escuela Superior de Bellas Artes y, ¿como no?, a la fotografía, disciplina en la que entonces ya despuntaba IMELDO como creador de una cierta vanguardia artística en el Puerto de la Cruz.
Yo tendría unos dieciseis años cuando mi familia llegó al Puerto. El colegio de segunda enseñanza ubicado muy cerca de la Plaza del la iglesia me ofreció la última oportunidad no sólo de estudiar 5º año de bachiller (el elemental ya lo traía de La Laguna) sino la de conocer, además, a una pléyade de jóvenes extraordinarios y excelentes nadadores, -no en vano habían crecido junto al mar-, entre los que se encontraban, -recuerdo perfectamente-, Jesús, desgraciadamente ya fallecido hace años, los hermanos Juan José y Armando Figueroa, Margarita Espinosa y Carmen Torrents, Rafael Cobiella, Layo y su hermano, también fallecido, Montesdeoca y un largo excétera de estudiantes con los que algunos mantengo todavía una cordial y sincera mistad.
Imeldo y su hermano Marcos, con quién coincidí en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Cruz, también fueron unos verdaderos amigos con los que intercambié múltiples ideas y proyectos sobre nuestras respectivas inclinaciones artísticas.
Como bien insinúa el Sr. Chaves, la OJE aglutinaba entonces en su seno a un numeroso grupo de jóvenes vinculados al deporte, a la excursiones de montaña y a los viajes programados a otras sedes del territorio penínsular. Por esa vía jamás pude hacer ningún amigo porque mi padre fue siempre bastante estricto en lo de pertenecer a una muy sospechosa organización cuyas siglas no le merecía ninguna confianza por la supuesta permanente connivencia con la imperante dictadura del ya fallecido general Franco. Sin embargo, también es del todo cierto que viviendo yo aún en La Cuesta y vinculado como estaba entonces a la música sudamericana, el grupo al que yo pertenecía había participado e incluso ganado algún concurso musical radiofónico organizado precisamente por RADIO JUVENTUD DE CANARIAS (emisora entonces pertenenciente al Frente de Juventudes). Aunque también supimos hacerlo, en riguroso directo, en los estudios de RADIO CLUB TENERIFE de la mano del célebre y controvertido locutor y director SOMAR.
A lo largo del pasado año, Imeldo contactó casualmente conmigo a propósito de ciertas fotos publicadas por mí en Flickr y durante cierto tiempo intercambiamos una serie de E-mails relacionados con los respectivos trabajos de cada uno de nosotros en materia artística. Me puse en contacto con su hija Lara que estudia arquitectura en Barcelona para ofrecerle cualquier cosa que pudiera necesitar sin que hayamos tenido ocasión de conocermos personalmente. Espero recuperar de nuevo la corriente, momentáneamente interrumpida, de amistad que me une a su padre y ponerle al tanto de la también NOSTALGIA de mis MARES del SUR.
Esta crónica pueden ustedes leerla como excusa para comprobar la apostura de la que IMELDO BELLO (nunca mejor citado su apellido) presumía en su deliciosa y tranquila juventud isleña.