
Desde muy temprana edad, estos jovenes se curtían adecua
damente formando parte de las excelentes plantillas de comedor en los distintos restaurantes de los muchos y magníficos hoteles que caracterizaron al Puerto de la Cruz en las décadas de los 70-80.

La mayoría de ellos lograrían alcanzar con el tiempo el status de profesional al ir pasando por las distintas categorias que se exigian en el seno de las muchas brigadas de trabajo que ofrecían, sobre todo, excelente formación. Otros llegarían a gozar de la máxima categoria: la de maître cuando no, incluso, la de director de hotel.
En la foto de la izquierda podemos apreciar a un Encho Molina, aún joven, posiblemente en calidad de maître, entre otros cuatro adultos con categoría de camareros. A la derecha, cinco jóvenes, niños aún, quienes por su indumentaria figuran, con toda seguridad, en calidad de aprendices.
No hay que olvidar que el Puerto de la Cruz se convertiría en sí mismo en una gran escuela de hostelería de donde habrían de salir excelentes profesionales hacia el resto de la isla.
Merecido recuerdo para estos profecionales de las decadas 60-80
ResponderEliminarque sin lugar a dudas han contribuido con su buen quehacer en todos aquellos lugares que han trabajado.
F. Telvi
Efectivamente, Pepe. Profesionales como los de entonces casi ya no se encuentran.
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