RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

domingo, 30 de agosto de 2009

EL DINÁMICO DURANTE LAS FIESTAS


La avalancha de gente que se producia en la terraza del Bar Dinámico, arrastrada por los alegres compases de los "pasacalles" interpretados por las bandas bávaras, chocaba frontalmente contra el esfuerzo laboral de estos profesionales de la hosteleria que se veían obligados, en tiempo record, a calmar el hambre y la sed de los cientos de clientes que se daban cita casi de improviso frente a la barra del bar y al amparo de la siempre fresca sombra que proporcionaban los hermosos laureles de Indias que crecían en la Plaza del Charco.
No de todos recuerdo sus nombres pero sí el de Heraclio, por ejemplo, que como la mayoría de ustedes podrán suponer proviene de Heracle o lo que es lo mismo de Hércules. Nada más lejos de la verdad porque nuestro amigo Heraclio, aparte de no ser lo que se entiende por un atleta, era de muy modesta estatura lo que no le privaba de ser sumamente generoso, servicial y poseedor de una gran cortesía que se traducia en la mayor parte de las veces en un exclente trato con sus clientes y amigos. Para aquellos que desconozcan algunas de las actividades lúdicas llevadas a cabo por Heraclio antes de su llegada al Puerto desde Santa Cruz debo añadir que, por lo menos, en una ocasión que yo recuerde, formó parte, -tocando los platillos-, de la mítica "murga" NI FU NI FA que tanta alegría derrochara por aquellos años durante las celebraciónes de los carnavales tinerfeños. Mi padre, de mucha mayor estatura, permanecía tocando el bombo a su lado, hecho que dotaba a la murga de una nota extra de extravagancia y comicidad.
¿Que puedo decir de Jerónimo que no tenga que ver con su desconcertante carácter?. No obstante, por el simple hecho de poder acudir cada día a disfrutar bajo la sombra de los laureles de un "cortadito" en el Dinámico yo solía dispensarle de su aparente intolerancia hacia todos y cada uno de nosotros.
Recuerdo que Perdomo derrochaba una simpatía fuera de lo común; tanta, que le hacía acreedor de una franqueza tan extraordinaria que jamás, aunque se lo propusiera, conseguía herir la susceptibilidad de sus muy numerosos clientes.
El veterano Paco era un hombre tan religioso como circunspecto. Resultaba dificil que admitiera una broma y en este sentido había que andar con mucha precaución porque tenía la rara tendencia de malinterpretar todo lo que uno nunca quería decir. Con todo, le guardábamos un aprecio sincero y un profundo respeto.
Fernando, hijo de Lola la del "carrito".
Antonio Brito, gran aficionado al noble deporte del boxeo.
José María, silencioso, respetuoso y educado.
A todos ellos mi más sincero agradecimiento por su entrega, profesionalidad y por la estrecha amistad nacida a tenor tantas coincidencias mutuas, mantenidas no solo dentro y fuera de la Plaza del Charco sino también del popular Bar Dinámico donde por entonces trabajaban.



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