
-Tendrás que tomarle las medidas sin que se de cuenta, -inquirió "El bigotes" una vez personado en la sastrería-. Para ello, -continuó severamente-, dispondrás de una serie de invitaciones a tu nombre para otros tantos distintos eventos en los que es requerida su ambigua presencia.
-¿Y como podré aproximarme hasta él sin que lo note?, -preguntó no sin cierta preocupación el Sastrecillo-.
-Su dispositivo de seguridad personal no te lo impedirá; están todos al tanto, - afirmó categoricamente "El bigotes".
Plegando entonces el anular, el indice y el corazón sobre la palma de su mano, "El bigotes" dibujó en el aire un palmo imaginario con el pulgar y el meñique extendidos, formando una linea recta. Luego, dirigiéndose al atento Sastrecillo, le aconsejó lo siguiente:
-Le saludarás de este modo con unos suaves golpecitos en la espalda y aprovecharás para medirle el ancho de hombro a hombro a base de discretos palmitos y así sucesivamente a lo largo de los distintos eventos pactados hasta que llegue el momento idóneo de alcanzar la zona de la entrepierna. Sabemos de que lado carga y eso nos proporciona una ligera ventaja. El resto de las medidas no te serán difíciles de tomar, ¡ya lo verás!.
continuará...............................................................
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