
Como es costumbre entre nosotros, cada año en verano, con la excusa de un sencillo y frugal compromiso culinario, Pepe Rodríguez Espinosa y su familia nos citamos, indistintamente, en su casa o en la nuestra para recordar viejos tiempos, viejos amigos comunes y familiares y reencontrarnos a nosotros mismos bajo la eficaz protección de nuestras respectivas esposas e hijas. Pepe y Pilar gozan además de la muy feliz particularidad de ser abuelos de una preciosa niña de nombre Sandra que no le teme al agua ni, mucho menos, a Patxi y Solo, nuestros perros, de quienes se ha hecho muy amiga este caluroso verano.
La próxima cita, posiblemente dentro de este mismo año, tendrá lugar en su domicilio de Barcelona, desde donde se divisa perfectamente la entrada principal del templo de la inacabable Sagrada Familia de Gaudí.
A todos aquellos amigos que nos hayan perdido la pista después de tan largo tiempo, solo nos resta decirles que nos encontramos bién y que por el momento continuaremos residiendo en Barcelona.
Estas dos personas fueron lo mas importante que me pasó con 21 años en Barcelona,uno por ser mi primo y un elemento cojonudo y el otro por ser mi amigo y aguantarme durante varios años bajo el mismo techo,los quiero alos dos.
ResponderEliminarP.D:recuerdo a esas dos vellas mujeres que tambien me aguantaron.
un fuerte abraso de un amigo que no los olvida. Luis.
Hola Luis
ResponderEliminarSoy Carmen, una de las "dos bellas mujeres" a las que supongo te refieres, la otra es Pilar, claro, la mujer de Pepe. Nosotros tambien te recordamos mucho y de hecho siempre que nos reunimos, hablamos de tí y de tántas anécdotas que compartimos. A ver si nos haces una visita !!. Un abrazo para ti y para tu familia. Carmen
Querido amigo Luis:
ResponderEliminarEl que debe pedirte disculpas soy yo por soportar siempre mi agrio caracter. También debo decirte que lo mejor que me pasó en aquella época fue compartir contigo no solo el mismo techo sino, además, tu gran desinteresada amistad y simpatía que nunca olvidaré.
Te lo digo de todo corazón. Creo que fue una época en la que nos reíamos mucho y esa es la razón de que disfrutemos de tan buena salud.
Un fuerte abrazo. Zoilo