
Hasta allí se han desplazado varios avezados comisarios de diversas salas de exposiciones y galerías de arte tanto nacionales como extranjeras para tratar de autentificar la autoría de la obra a cuyo pie figura la supuesta firma del desconocido artista Zoilo López. Con esta son ya tres las distintas ocasiones en las que al mencionado artista se le han atribuido estos delitos contra la forma, la estética, el gusto, el criterio, etc., etc.
Por más que el cuerpo del delito contenga su propia firma, el abogado del artista considera que será prácticamente imposible demostrar la autoría de tal fenómeno por cuyo motivo espera que sea retirada inmediatamente la orden de detención que obra contra su cliente.
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