A pesar de que aún espero una foto actual de Juán para sustituirla por la del perro, lo cierto es que entre estas dos fotografías existen 52 años de diferencia. Aprovechando la visita de mi viejo amigo José de Dios, hemos rememorado aquellos maltrechos años cincuenta en los que, a falta de otras alternativas, nos refugiábamos en la música para suplir con ella las carencias de una larga y dura posguerra en medio de aquella estrecha y pobre frontera que delimitaba Santa Cruz con La Laguna y que se llamaba La Cuesta.
Cada uno de nosotros ha aceptado su propio destino y prueba de ello es que aún seguimos con vida, esperando y desafiando a eso que llaman EL FUTURO.
Lo único cierto es que eso otro que algunos también llaman EL PASADO, nosotros, de alguna manera, ya lo hemos conquistado; sólo falta saber si ha valido realmente la pena.
El culpable de este fortuito reencuentro nos es otro que ANTONIO REYES quién con la segunda edición de su interesante libro sobre la infancia del Pop-Rock tinerfeño nos ha resucitado para traernos de nuevo al FUTURO del que por otra parte, y pese a las circunstancias, no nos arrepentimos en absoluto.
Agradecer también la inestimable iniciativa de su editor, YOTTY a quién he tenido mucho gusto en conocer y al que felicito, en nombre de los tres, por el riesgo asumido en llevar a cabo, con mucho acierto, este magnífico proyecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario