La muerte siempre es ajena a nuestros compromisos en vida; por lo tanto ésta no debiera ser una consecuencia.
Nosotros sí que juzgamos los hechos y dichos de nuestros semejantes pero la muerte los ignora por completo.
En cualquier caso, la muerte siempre es injusta a pesar de correr pareja a nosotros desde nuestro nacimiento.
Junto a RITA BARBERÁ corrió 68 años
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