El dia anterior, mientras consultaba las páginas amarillas de una antigua compañía de comunicación que al parecer llevaba por nombre TELEFÓNICA pudo advertir, -y de ahí su gran preocupacion,- la extraña publicidad de una desconocida Agencia de Viajes mediante la cual se anunciaba lo siguiente:
ELIMINE SU MALA ESTRELLA. Viaje hasta el planeta "X" (el nombre figuraba borroso) y en solo un fín de semana volverá a ser FELIZ.
Puesto en contacto con su amiga T.G., esta le comunicó que si bien conocía por las siglas ZLB el pequeño planeta al que se refería la Agencia de Viajes, ignoraba por completo de qué se trataba en realidad el misterioso anuncio publicitario insertado en las PÁGINAS AMARILLAS. Solamente Sir Stanley, en todo caso, podría muy bien presuponer en que consistía aquel impreciso reclamo que anunciaba FELICIDAD y que sumía a los otros dos protagonistas en un mar de dudas razonables.
Livingstone citó a Stanley a las 5:00PM, como siempre, en Straford. Frente a dos tazas de té, Stanley hubo de confesar lo mismo que ya había asegurado T.G. pero recordaba sin embargo haber visto en cierta ocasión, en la Biblioteca privada de su gran amiga Lady Ginebra, un viejo libro cuyo título, al parecer, tenía una cierta relación con la denominada MALA ESTRELLA a la que se refería la nota publicitaria y que, según se aseguraba, cada individuo arrastra, para su desgracia, desde el día de su nacimiento. Uno de sus capítulos, -recordaba Stanley-, estaba referido a como eliminar esa MALA ESTRELLA , cuestión que afectaba tan negativamente a la gran mayoría de los humanos..
Antes de tomar la precipitada decisión de desplazarse hasta Tenerife donde el CUELEBE tenía su base de operaciones, decidieron primero recabar información precisa del manuscrito citado por Stanley. Para ello se dirigieron al domicilio abandonado de Lady Ginebra del que Sir Stanley conservaba siempre una llave.
Una vez en el interior de la enorme y nutrida Biblioteca de la mansión de su íntima amiga no les resultó nada dificil encontrar lo que buscaban pues todos los ejemplares figuraban en unas listas informatizadas por orden alfabético de Autores, Temas, Ediciones, etc., etc. Siempre que accedían a aquella hermosa Biblioteca, aparentemente abandonada, les asaltaba a ámbos la misma inquietante duda: ¿Eran en realidad T.G. y Lady Ginebra la misma persona?. Nunca aparecieron juntas ante su masculina presencia sin embargo, tanto Stanley como Livingstone, continuaban siendo amigos comunes de ámbas mujeres por separado.
Sea como fuere, lo cierto es que bajo el nombre de SCHLECHTER( SCHLIMMER) STERN (Mala Estrella) encontraron fácilmente el curioso incunable mencionado; pero cual no sería su sorpresa al descubrir que su autor no era otro, nada menos, que el mismísimo Friedrich Heinrich Alexander Barón de HUMBOLDT, acérrimo enemigo, indistintamente, de las coronas británica y española, respectivamente.
Con el libro ya en su poder, decidieron entonces embarcar a bordo de una graciosa goleta que se encontraba próxima a zarpar, como era costumbre, desde el puerto de Plymouth rumbo a Canarias. Una vez en Santa Cruz de Tenerife entrarían rápidamente en contacto con su célebre amiga T.G. a fín de preparar el corto y decisivo viaje espacial que les llevaría hasta aquel minúsculo planeta del que ahora, gracias al libro de Humboldt, si conocian su auténtico nombre: ZOILOLOBO (de ahí las siglas ZLB en todas las cartas espaciales de navegación y a las que nadie había prestado la menor atención; ni siquiera la ilustradísima amiga T.G.)
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